domingo, 9 de septiembre de 2018

HABLAMOS AL ATARDECER

LAS  CUATRO  CARDINALES ,  VIRTUDES  HUMANAS

PRUDENCIA ,  JUSTICIA ,  FORTALEZA  Y  TEMPLANZA .  Vienen a ser como la consecuencia práctica y necesaria de las tres teologales ,  donde la naturaleza humana se revela en el día a día ,  bien fundamentada en principios rectores a los que acomodarse ,  y que refrendan la voluntad del buen vivir individual y colectivo .
    Las cuatro las cultivaste en alta medida ,  alguna de ellas con más elevado grado que yo ,  justo es reconocerlo .
    Fuiste prudente y comedida en todos los aspectos .  Muchas veces te dije que me recordabas  "La perfecta casada" , el famoso libro de Fray Luis de León .
    Tenías un casi inflexible sentido de la justicia ,  a cuyo propósito te recuerdo sufriendo ante un examen calificado con  4,5 ,  imposible de elevar por aquello de la justicia en sí misma y por su carácter distributivo .  Ni una sola vez cediste a la tentación de la caridad mal entendida .
    Eras especialmente fuerte ,  sin alharacas ni posturas para la galería .  Fuerte cuerpo ,  de temperamento y de carácter .  Lo que conduce inevitablemente a la templanza .  Justo en los momentos más difíciles ,  jamás perdiste la calma .  Se hacía lo que había que hacer ,  y punto final .  Sin elevar la voz o el ademán ,  pero sin aspavientos .  Aquí sí me ganabas largamente ,  lo que te agradecía por cuanto significaba de lograr siempre el mejor equilibrio de los grupos ,  de manera especial el familiar .
   Sin dudarlo ,  un dechado de virtudes que repercutía en agradable ambiente y armonía .  Cierto que tuviste una buena escuela ,  cierto tambíen que supiste aprender lecciones incluso no solicitadas ,  cierto que fuiste y sigues siendo una gran mujer de la que siempre me enorgullecí ,  de la que continuaré enorgulleciéndome hasta el final .

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