domingo, 28 de mayo de 2017

HISTORIAS DE MEDIANOCHE. EL ARCHIVO Y LA MEMORIA

 DECANO INQUISIDOR Y PROFESOR RESILIENTE

   Visita en mi despacho, a buena hora de la mañana.  Una brillante antigua alumna,  y excelente profesora hoy,  desea contarme cierta historia, no por incleíble menos cierta.  Implicados, un decano de Facultad y algunos profesores eméritos que,  cumplida la edad administrativa pertinente,  las autoridades  gubernativas de la universidad estiman que se deben retirar a sus cuarteles de invierno,  libres por fin de toda lucha docente-académica,  con tiempo suficiente para pasear al sol,  viajar sin demasiado cansancio,  así como otras actividades propias de quienes ya cumplieron la onerosa e ingrata tarea de la enseñanza.

   La narradora me recuerda una de mis favoritas jaculatorias de siempre: "Los profesores vocacionales no se jubilan nunca,  mientras sus facultades físicas y mentales lo toleren".  Ciertamente,  le añado,  un profesor explica y enseña siempre.  No importa la cátedra,  que puede ser de piedra berroqueña,  de madera de caoba o al aire libre:  en la enseñanza es el monje quien hace al hábito.  
   Basta que exista un alumno dispuesto a recibir enseñanzas camino del conocimiento que,  a no dudarlo,  culminará en la sabiduría.  Nos pasamos la vida aprendiendo.  Y sólo llega la muerte cuando la última neurona en ejercicio decide que se ha convertido en mónada esférica sin ventanas,  pues que Leibnitz tenía toda la razón a la hora de establecer el orden de relación simbiótica y de ósmosis entre el hombre y el universo.
    Prosigue la narradora.
    ¿ Sabe ?  Un grupo de profesores jubilados ha sido desalojado de sus despachos por orden del Decano,  en acuerdo unánime con el Rector, según sus propias palabras.  Fue convocada una junta de Facultad,  se discutió el asunto y nadie levantó la voz en contra.  Junta numerosa,  constituída por profesores,  alumnos y personal de servicio.  A todo el mundo le pareció bien . Y se procedió a la elección y reparto a los nuevos adjudicatarios.   Como la profesora es culta,  remata esta parte con paráfrasis cervantina: "El personal caló el chapeo,  requirió la espada,  miró al soslayo,  fuese y no hubo nada".
   Prosigue la narradora.
   Terminé sorprendida y salí con toda la indignación del mundo.  Yoera una de las privilegiadas herederas de despacho a título individual.  Queda libre el de uno de mis queridos maestros.  Y, por supuesto y aunque pude por orden de prelación,  ni se me ocurrió elegirlo.  ¿ Cómo iba yo a ocupar su mesa de roble centenario,  su beato sillón guilleniano?  Desaforada vanidad hubiera sido, y pretensión mostrenca.  ¿ Qué le parece la historia,  maestro?
    El profesor la mira con ternura,  medita unos momentos y le dice:
    Mi respuesta ocupará dos laderas o vertientes,  como en la cuenca de un río caudaloso.  Dejamos la segunda,  más extensa,  para próxima conversación. 
     En cuanto a la primera,  recuerda que corren malos tiempos para la lírica,  mucho peores para la enseñaanza universitario.  me parece normal la actitud de los gobernantes,  la de los profesores,  la de los estudiantes,  incluso la del personal de servicios.  Recuerda el conocido adagio: " Si el prior juega a las cartas,  ¿ qué hará la comunidad ?".  Quien siembra vientos, recoge tempestades.  Machado continúa teniendo razón :  "! Qué difícil es, / cuando todo baja, / no bajar también !".
   CONTINUARÁ  LA  HISTORIA  NOCTURNA,  LA  DE   MEDIANOCHE  MEJOR,  COMO  DIJO  EL  CLASICO.

sábado, 20 de mayo de 2017

HISTORIAS DE MEDIANOCHE. EL ARCHIVO Y LA MEMORIA

AHORA  QUE  TODAVIA  RECUERDO


La memoria es frágil,  lo sabemos bien.  Y con la edad,  semeja que casi todo se difumina y algunas cosas van perdiendo sus perfiles,  para nuestra desgracia y gozo simultáneos. La condición humana es así.

   Sucede que las neuronas son la única parte del cuerpo humano que piensa y razona.  Pero también son las más vagas y renuentes.  Sabedoras de su poder,  se dan al ´ dolce far niente´´   mientras no reciben estímulos adecuados que las obliguen al movimiento.
   Por eso es muy importante recordar  (vuelta a vivir con mayor advertencia, si con menor intensidad),  no precisamente con añoranza,  sino con unos gramos de nostalgia persuasiva y enriquecedora.
   He ahí la razón y causa de reflexiones como la que estás siguiendo, amable y avisado lector.
   Sucede que la memoria,  lo sabe todo el mundo,  es un impresionante archivo donde queda reflejado y en buen orden todo lo acumulado en la vida.  En tanto que humanos,  somos en cada momento del vivir sólo aquello que archivado quedó en la memoria, para recuerdo, estímulo y gozo futuro,  si así lo sabemos entender.
   Pues bien,  ahora que aún recuerdo, acontece que tengo un Archivo documental notabilísimo,  construído a base de muchos años de trabajo, esfuerzo,  logros y compensaciones de todo tipo.  Es el archivo de la Cátedra de Literatura Hispanoamericana,  tantos años regentada por mí en esta pequeña universidad de Murcia,  muy cerca del Mar Mediterráneo,  cuna de casi toda la cultura occidental.


    Yo soy la cabeza visible, pero muy poco hubiera crecido el Archivo sin la colaboración de numerosos equipos,  perfectamente capaces,  seleccionados, adiestrados y organizados como la tarea exigía.  Más de doscientas personas, a lo largo de cuarenta años fecundos, trabajando a más y mejor, desde acompañar a grandes escritores en sus viajes a nuestra tierra,  hasta redactar sesudos informes a propósito del arte y la literatura como sustento y razón de tantas cosas.
   Un buen día me convencí de algo evidente:  el trabajo interno universitario debía complementarse con el externo, y dise´ñé una trayectoria posible.  Convencido de algo todavía más signifiativo:  la literatura la sustentan los escritores y había que visitar las fuentes nutricias de la mejor manera posible.  Método sencillo y ancestral.  Yo explicaba un día la poesía de Octavio Paz o la novela de Ernesto Sábato,  y al día siguiente los invitaba para que visitaran las aulas y dijeran lo conveniente y necesario.
   Dicho y hecho.  De tal manera que,  al cabo de los lustros,  todos los grandes (menos uno)  viajaron a estos pagos en repetidas ocasiones y dejaron huella indeleble y feliz de sus pasos.  Quien lo vivió,  lo sabe.  Como en el amor.
   Aquí viajaron ,  y entre nosotros vivieron conviviendo,  más de doscientos escritores.  Entre ellos,  cuatro Premios Nobel y catorce Premios Cervantes,  que propiciaron experiencias,  y consecuencias,  de todo tipo y color,  siempre brillantes y compensadoras.  Por citar un sólo resultado feliz:  en elclaustro de profesores de nuestra Universidad figuran tres Doctores honoris causa,  quien escribiera  "El oro de los tigres",  el autor de "La ciudad y los perros"  y el que redactara  "Sobre héroes y tumbas".
   Pues bien,  todo su legado quedó en nuestro archivo memorial.  Más de doce mil documentos escritos,  audios y visuales.  ¿ Os imagináis todo lo allí depositado,  en el fondo de la memoria individual y colectiva ?  
   Ahora,  pues,  que todavía recuerdo,  aprovecho para contarlo,  sin un gramo de añoranza,  pero sí con cierta dosis de nostalgia mientra escribo estas palabras.
   Os hago partícipes de mi emoción y de todas las ideas que se levantan alentadoras.  Con una invitación: los que vivísteis alguna de aquellas experiencias,  enviadme un escrito con vuestra opinión  o alguna anécdota que consideréis relevante.  Y con gusto quedarán en el Archivo de nuestros gozos y virtudes.

   

sábado, 13 de mayo de 2017

HISTORIAS DE MEDIANOCHE. UNA JORNADA BIBLICA CON HISTORIA

   De entrada, una buena amiga me llama por teléfono para indicar que me envía una foto de la Virgen de Fátima, por los recuerdos compartidos y porque ella es particularmente devota de tal advocación, y de los tres pastorcillos que la protagonizaron.


   Es lo cierto que me ha despertado un torbellino de recuerdos de infancia y primera juventud ,  que marcaron  en gran medida la dimensión religiosa  (y por lo mismo,  transcendente) que afecta irremesiblemente al ser humano,  sean cuales fueren las circunstancias que puedan rodear su vida.
   La religión es consustancial al hombre, y necesaria en todo caso, como saben mejor nadie los ateos,  tan azacaneados como andan siempre por demostrar la inexistencia de Dios, ser supremo en el que dicen no creer.
   Nunca he sido especialmente papista,  hasta que llegaron dos personajes con los que comulgo,  el Papa bueno Juan XXIII ( que consustanció mis creencias hasta entonces paulinas en exceso) y este Francisco que me conmueve,  con el que cada día estoy más en acuerdo y que sólo le atribuyo un defecto insalvable,  la edad.
   Pues bien,  mi edad frisaba los doce años, y el movimiento mariano de Fátima crecía en extensión y profundidad.  Los hermanos Francisco y Jacinta, amén de su prima Lucía, que los sobrevivió muchos años,  pues que los hermanos murieron a los dos años de la primera aparición de la Virgen.  Susu estampitas circulaban entre nosotros como agua de mayo.
   En la escuela, en las iglesias parroquiales,  por doquier celebraciones,  encuentros, cánticos y otras manifestaciones en torno al milagro.  Las creencias y su tipología,  las concreciones populares, el grave problema de los pobres,  campesinos en general, sin gran preparación intelectual,  como destinatarios elegidos por las Alturas para congraciarse con ellos , y utilizarlos como intermediarios entre lo Divino y lo humano,  entre los dioses y los hombres, que diría Hölderlin,  el poeta visionario,  loco a fuer de cuerdo.
   Por otra parte,  ya estaba instaurado el mes de mayo como el de María y las flores,  de modo que todas las tardes teníamos celebración litúrgica  "con flores a María" en las iglesias.  Recordad la canción

VENID Y VAMOS TODOS,
CON FLORES A PORFÍA,
CON FLORES A MARIA,
QUE MADRE NUESTRA ES.

Todo andaba en renovación,  incluída la búsqueda de un nuevo catecismo aggiornado,  para sustituir a los del padre Astete y el padre Ripalda,  dieciochescos y muy ardenados,  aunque demasiado austeros y de lenguaje un tanto arcaico.
   Lo de Fátima fue una explosión de fé popular en torno a tres niños , que habían recibido a la Madre por antonomasia para guardar los tres secretos misteriosos,  encabezados por la conversión del mundo  y, de manera especial,  la conversión de Rusia:  los tres niños creían que se trataba de una mujer por convertir.
   Siempre he considerado,  siguiendo a San Pablo, que la fé es un obsequio razonable que el hombre hace a Dios.  Leyendo sus epístolas, cada vez me reafirmaba más en ello.  Y sin embargo,  la dimensión popular de lo religioso ocupa lugar importante y claro en la liturgia de todas las religiones,  la nuestra occidental incluída.
   Ayer seguí el rezo del Rosario a través de televisión.  Esta mañana he seguido la Misa por el mismo medio.  Impresionantes ambas manifestaciones.  Medio millón de personas de toda edad y condición en torno a un monasterio,  a los pies de una Virgen,  cuya talla en madera de cedro tan solo mide un metro y cuatro centímetros.  Cardenales, obispos, sacerdotes, monjas y el pueblo llano en plenitud de fervor,  sabiamente conducido por un Papa que habla con idéntica autoridad a los sabios y a los humildes aldeanos. Es para meditar.
   Y otro canto para terminar,  aprendido por aquellos entonces y hoy vuelto a cantar con emoción

EL TRECE DE MAYO
A COVA LEIRÍA
BAJÓ DE LOS CIELOS 
LA VIRGEN MARÍA.


La idea y la emoción sobrevolando el mundo.  La convicción razonada y la plegaria que brota del corazón.
La hoja de la fé sigue siendo única y la misma.  Pero las nervaduras que conducen la savia ofrecen una imagen en el haz.   Y otra complementaria en el envés.

sábado, 6 de mayo de 2017

" HISTORIAS DE MEDIANOCHE " . EL ARCHIVO Y LA MEMORIA

   Los maś viejos del lugar facebook las recordarán, sin duda.  Duraron casi un año y las interrumpí  hace meses,  para dar preferencia al mundo poético.  Los más jóvenes del lugar facebook vais a empezar a conocerlas a partir de ahora.


   La primera saga surgía sin mucho orden ni concierto,  un poco al albur de los acontecimientos presentes o pasados.  Esta segunda parte ha de tener un poco más de concatenación,  quizá con el denominador común de algo más llevadero, ligero y atractivo.  Incluso incorporando algo de pequeña satisfacción personal,  por razones de lugar y de tiempo.


   Surgirán todas del gran Archivo que ha ido configurando mi Cátedra de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Murcia, con numerosas ramificaciones geográficas y de calidad,  pues no en balde han sido los grandes escritores hispanoamericanos y españoles quienes las han propiciado,  llevado y traído por luengas geografías y peripecias humanas de todo tipo y condición.
   Historias vividas aquí,  allá y acullá con el ánimo decidido de ser los libros ,  y sus virtualidades placenteras y de conocimiento ,  el punto de mira y actuación.  Libros de todos y para todos.
    Tendrán,  como entonces,  una periodicidad semanal.  Y de manera preferente,  os las ofreceré los sábados por la noche.  Con un ruego encarecido,  que participéis en la medida que lo estiméis oportuno, con los correspondientes comentarios y sugerencias,  tanto en el blog cuanto en facebook,  donde también aparecerán.
   Incorporo por derecho propio,  y de conquista,  al que ya conocéis como Cuarteto de Alejandría:  mi amigo el profesor alemán,  mi amigo el talabartero,  mi amigo el vecino comentarista.  Los tres las han vivido y participado conmigo,  amén de constituirse en compañeros obligados de los grandes que nos visitaron o que fuimos a visitar.
   Para que no sufra el orden y las emociones cargadas de ideas,  he convocado al Cuarteto.  Nos hemos reunido en agradable cafetería de la Plaza de las Flores.  Humeantes cafés,  alguna cerveza,  quizá un whisky  discreto y vasodilatador...  Y una pequeña fuente de canapés,  croissants y paparajotes, con ánimo de armonizar tradición y modernidad.  Y tambień para rendir homenaje amistoso a Horacio:  "Mezclar lo dulce con lo útil".
   Ya tenemos decidido el título de la primera historia :  "Ahora que todavía recuerdo". Quédese, como en la  "Cena jocosa" ,  su narración para mañana.  Que Gracián sigue teniendo razón:  "Lo bueno, si breve, dos veces bueno".

lunes, 1 de mayo de 2017

NO ME GUSTA LA UNIVERSIDAD

   La universidad que dejo,  naturalmente.  Soy mayor, estoy jubilado,  conservo en buen estado las neuronas y el cuerpo no se queja en exceso.  Soy un privilegiado.

   He pasado medio siglo en mi universidad y he transitado por todos los escalones posibles: estudiante, ayudante de clases prácticas, encargado de curso, profesor adjunto, profesor agregado... Y catedratico,  al fin,  de Literatura Hispanoamericana.
   Siempre he sido feliz en las aulas, armonizando bien los escasos sinsabores con las innumerables satisfacciones, pues que la falsa felicidad de los tontos siempre contentos, mejor no considerarla.
   AHORA ME  LLEGA  EL MOMENTO DE ABANDONAR EL DESPACHO ,  MEDIO SIGLO OCUPADO POR TODA LA IMPEDIMENTA DOCENTE- DISCENTE,  INCLUÍDO YO MISMO.   QUE SANTA LUCIÁ BENDITA CONSERVE LA VISTA,  Y LA VISIÓN DE PRESENTE Y FUTURO,  A ESTAS NUEVAS GENERACIONES DE DIRIGENTES UNIVERSITARIOS IMPREGNADOS DE BUROCRACIA Y POLÍTICA DE ALDEA,  NO PRECISAMENTE GLOBAL.  NO SON CULPABLES  ´´´  AB ORIGINE´  ,  LES HICIERON CREER QUE EN ESO CONSISTIA SU FUNCIÓN, HACER HORARIOS Y DISTRIBUIR HABITÁCULOS SEGÚN EXIGENCIAS.
   Somos un grupo de ocho eméritos,  que los ocupábamos casi con sentido patrimonial  --error supino, lo reconozco,  en estos tiempos pacatos,  no sólo difíciles para la lírica --  ,  alguno de los cuales continuabamos trabajando como cuando andábamos en activo funcionarial. 
   En mi caso,  continuaré organizando el Archivo descomunal acumulado por  mi Cátedra a lo largo y fecundo de cuarenta años.  
   Nos han adjudicado una sala con cuatro ordenadores y diz que acompañados de cafetera y mesa camilla para leer los periódicos.  Homérica visión de la docencia,  !Per Hercle!,  como diría un afrancesado latino.  Allí podreis encontrarme,  mientras las necesidades del servicio de oficina( sic ),  no exijan también el tal habitáculo para tutorías boloñesas.
   Me irrita esta universidad que dejo.  Al menos en las Facultades de Letras.  Gobernadas por hombres y mujeres con visión menestral y edílica de bajo nivel,  andan sus aulas superpobladas de matriculados sin orden ni concierto.  Muchachos que,  en su mayoría, ignoran qué sean los estudios universitarios,  apenas reducidos a unos apuntes de clase,  repetidos en exámenes sin fuste ,  y atibborados de puestas en común y trabajos  de investigación  ( es un decir ) , con menos fuste todavía,  que avergonzarían a un bacliller antiguo, de los de seis años coronados por difícil curso preuniversitario.
   A ello se añade una legión de profesores repentizados cuando el boom de las matriculaciones.  Ni los dirigentes ni estos profesores tienen culpa remota.  Les dijeron que gobernar era administrar,  como mucho,  y que dar clase consistía en preparar temas,  leerlos y organizar exámenes complicados, a ser posible tipo  test.
   Por una parte,  Shakespeare tenía razón:  "! Palabras,  palabras,  palabras...!".  Casi todas vacías de significado humanista.  Como también la tenía otro de sus personajes inquietantes y modélicos :  " !El resto es silencio!".  A lo que cabe añadir la pincelada medieval de nuestro gran elegíaco: "Verdura de las eras".