domingo, 3 de septiembre de 2023

LO VIVIMOS A CORO ( 30 )

 Y  CONTINUAMOS  VIVIÉNDOLO ...



Así lo haremos desde mañana ,  en este blog querido y aceptado ,  que bien puede ser un diario abarcador de todo el tiempo que nos ocupa ,  desde las vivencias pasadas que permanecen incólumes ,  hasta las futuras que aún están por llegar ,  centradas todas en el presente huidizo y firme a la vez ,  como eslabón de engarce necesario .

Y hacerlo de manera y pretensión coral ,  pues que el solipsismo de lo individual está bien ,  pero donde esté un coro de voces múltiples y bien empastadas ,  agudas y graves en armonía ,  que se quite todo lo demás .

La voz humana es el mejor instrumento musical jamás creado y encontrado para el placer del sonido ,  así provenga de una tempestad desatada o del sibilino silencio  del viento en la montaña .  La voz es capaz de captarlo todo y el sonoro sonar de unas voces bien templadas ,  elevan los espíiritus y equilibran el psicosoma individual y colectivo ,  que para eso nos fueron dadas .

Los escritores y los profesores trabajamos ,  fuldamentalmente ,  con las palabras .  Pero las alabras primero fueron habladas y el mundo se conformaba con los miles de sonidos que las componían ,  desde la información más elemental hasta la emoción más profunda nacida de las entrañas para el grito .

Milenios después ,  el hombre descubre la escritura y su sorpresa debió ser mayúscula porque estaba incidiendo en la permanencia ,  casi en la eternidad .  Las palabras habladas podían escucharse mientras permanecía vivo el emisor ,  pero los rasgos gráficos de la escritura trascendían las generaciones con sus mensajes proteicos e inmutables .

El profesor habla mucho y escribe poco .  El escritor escribe mucho y habla poco .  Pero un buen día coinciden ambos ante los catecúmenos estudiantes .  El escritor pergeña escribiendo ,  por ejemplo ,  un impresionante soneto ,  y ruega al profesor su bien tibrada lectura o declamación del texto .  Y entonces se ha producido el milagro de la igualdad promovida ,  del complemento necesario ,  de la identificación entre lo que se habla y lo que se escribe .

La enseñanza es un diálogo continuamente renovado de un día para otro ,  sin solución de continuidad salvo los periódicos silencios convenientes ,  esos pequeños compases de espera para que el conjunto final  resulte como debe ,  siempre sonoro y combinado .

La escritura es un diálogo aplazado ,  el autor escribe inmerso en su soledad ,  a la espera de que llegue el lector para establecer el diálogo imprescindible .  ¿ Imaináis un texto que no haya sido leído nunca por nadie ?   Imposible ,  nunca habŕia existido como tal texto ,  como síntoma y símbolo para la comunicación o la creación .  Y el autor se volvería loco por reducción al absurdo .  En este sentido ,  cabe decir que la teleología ,  para la vida ,  es tan necesaria como la teología ,  el origen y la finalidad .

Durante toda mi vida profesional  (mucho tiempo hablando y algún tiempo escribiendo)  el principio de finalidad siempre resultó importante ,  necesario y conveniente ,  pues que todo en eta vida se hace or algo ,  pero también para algo ,  salvo pecado de irredenta humanidad .

Se escribe para ser leído ,  se habla para ser escuchado .  De modo que la relación de convivio entre los escritores ,  los lectores ,  los hablantes y quienes escuchan es una realidad donde no puede faltar ninguno de los elementos constituyentes .

Por eso he predicado siempre unas pocas verdades apodícticas . Al escritor le basta una resma de papel y algunas plumas para escribir ,  amén de su talento ,  claro .

Al profesor le basta una buena voz y un auditorio para enseñar ,  amén de su talento ,  claro .

En ambos casos ,  todo lo demás son circunstancias adenticias ,  con mayor o menor grado de oportunidad ,  pero en ningún caso necesarias ni de suyo ni de congruo ,  tal como reza y exige la doctrina tradicional .

Por eso supe desde muy temprano ,  que la convergencia de los escritores en las aulas suponía la perfección de las palabras habladas y escritas ,  en coyunda tendente a la creciente y viva  perfección .

Por eso también ,  cuando me fué posible ,  traté de conciliar semejante pretensión .  Y así nació el marbete que mejor ha caracterizado nuestro trabajo y dedicación gozosa durante tantos y tan gozosos años fecundos .

Unas plumas que escriben ,  unas voces que hablan ,  unas gentes que escuchan ,  otras gentes que leen ,  y todos en concierto coral para que la finalidad se vaya cumpliendo .