miércoles, 21 de diciembre de 2016

LA EDUCACIÓN, ESA MARGINADA SECULAR

     En estos tiempos difíciles para la lírica,  realizar un diagnóstico de la educación es nuestro país resulta fácil y conmovedor:  estamos bajo mínimos.  Y la cuesta abajo se acentúa con rapidez de tormenta.  Pero como siempre fuí optimista,  ésto habrá de ir mejorando,  porque parece imposible descender más.


   Está claro que ningún poder,  jamás,  se interesó realmente por la enseñanza y la educación (dos peldaños de una misma escala).  Los poderosos educan a sus hijos para que hereden cargos y prebendas,  pues que se saben élites,  tendentes a desaparecer si las mayorías resultan enseñadas y educadas.  Son los herederos de los antiguos brujos de la tribu,  que guardaban celosamente sus fórmulas y secretos.  Una tribu llena de brujos sería una república ingobernable.  Una sociedad llena de millonarios,  políticos y filibusteros,  aún sería peor.  Ellos lo saben y actúan en consecuencia.
   Sucede, sin embargo, que periodicamente acontece una revolución.  Cambian algunas cosas,  casi siempre vicarias,  y los muñidores habituales se las arreglan para que permanezca lo esencial.  De ahí que el jefe de la empresa  (y sus imitadores lamelibranquios a todos los niveles y en todos los territorios)  ,  siempre tienen el despacho más suntuoso,  la mejor alfombra, el salario mayor,  etc.).  Y hacen creer a la plebe que todo ello es consecuencia de sus propios méritos,  que les permiten ascender en la escala de Jacob.  Y añaden:  toma ejemplo de mí para llegar a la cumbre,  haz méritos, esfuérzate, trabaja, lucha sin cuartel.  Por consecuencia, encarnizadamente,  los pececillos pican el anzuelo,  asegurando así la despiadada guerra entre inferiores.
    La educación,  entonces,  es el único remedio.  Por eso,  mientras exista el privilegio,  no habrá educación.  Imaginad un pequeño pueblo montaraz donde todos los niños van religiosamente a la escuela con un buen maestro. Todos aprenden mucho y bien (enseñanza)  y todos acaban revestidos de una ética impecable (educación).  Llegado el momento de elegir alcalde,  cualquiera podrá serlo en pariguales condiciones.  Y no serán necesarios los despachos grandes, las explosivas secretarias,  los salarios desajustados... Y todos estarán dispuestos al turno por convencimiento,  pues que llegaron a ser ciudadanos de verdad.  En tal situación,  la barojiana lucha por la vida tendrá sentido y se orientará,  justo, a remediar las carencias de la Naturaleza,  de las que el hombre viene a ser su microcosmos.
    Aquí una nota para pícaros autoengañados y engañabobos a su vez:  ésto es una fábula,  no un programa diseñado por algún alumno del docor Panglóss.
    Pues bien,  ahora parece que los cínicos de siempre quieren hacer un pacto por la educación.  ¿Un pacto?  ¿Entre políticos maleados y por malear dentro de poco? ¿Un ´  do ut des´  ?  ¿Un nuevo parche al vestido ya parcheado hasta la náusea?
   Por si alguna vez alguien con mando en plaza se vuelve loco y decide oír (escuchar es casi imposible)  la voz de los maestros cuando se hable de enseñanza,  os ofrezco mi visión sintética,  embrionaria casi,  como base de sustentación proyectiva.
   En primer lugar, dos ideas básicas:  enseñanza y educación.  Todo el orbe ignorante y opinador cree saber lo que son,  pero no es verdad.  Suprema necedad de especialista:  "Educación no es instrucción".   Pero  ¿cómo puede haber educación sin instrucción sobre la que apoyarse?  Le recuerdo a él y a todos: "Sólo se ama lo que se conoce".  Reflexione el locuaz si es capaz de organizar el pensamiento lógico.
   Segunda plataforma por desarrollar:  los tres niveles de la enseñanza: Primaria,  Media  y  Superior (Universitaria),  sin cambiarle los nombres,  que bien definen desde siempre,  y lo saben los que algo conocen de lengua y enseñanza.  He aquí las tres grandes pretensiones de sustento:


1.-  Que los alumnos de Primaria terminen su ciclo sabiendo  LEER  y  ESCRIBIR.  (Piense el atolondrado antes de  "matizar"  sin fuste).


2.-  Los de Media deben terminar dominando el razonamiento lógico,  apuntando a los primeros atisbos de la ciencia y del arte.  (Sigan pensando).


3.-  Los egresados de la Universidad deben conocer el mapa y cañamazo común de las Ciencias y de las Artes,  iniciados en la investigación y con la mente abierta y receptiva para todos los especialismos y descubrimientos.


    El bobo pretencioso,  que aprendió más en la calle que en las aulas,  pensará  (es un decir) que son frágiles pretensiones.   Pues bien,  si alguien nos reune para fundamentar un sistema simbiótico de enseñanza-educación,  verá que lo aquí apuntado supone una revolución en marcha,  no por abandonada más de un siglo,  menos necesaria de recuperar para seguir laborando.  El envite (no la cursilería de  "reto" )  es fuerte,  pero los futos se revelarán ópimos.  "Que así se escriba y así se haga",  decía el egipcio.  "Así será ,  si así os parece",  sentenció el gran dramaturgo contemporáneo.  Amén.

viernes, 16 de diciembre de 2016

SONETOS CULMINADOS. EXPLICACIÓN PLAUSIBLE

      La Poesía es la culminación y quintaesencia de la Literatura,  de la cual forma parte por naturaleza y derecho propio.  No es un mundo aparte y cerrado,  aunque sí mucho más exigente precisamente por la condensación expresiva,  y porque su lenguaje debe ser,  y estar,  más y mejor alquitarado.  De ahí que pueda decirse lo que apuntaban los barrocos en expresión feliz:  "Jardines abiertos para pocos,  cerrados para muchos".


    En primer lugar, hay que prescindir de considerarla  tarea de exquisitos para exquisitos,  como si se tratara de una secta con sus  misterios casi órficos.
   Tampoco es un trasunto popular,  un canal para que cualquiera pueda manifestar sus emociones mostrencas, sin mayor trabajo,  preparación y conocimientos previos.    Mucho menos como forma de autoconocimiento vulgar y extensivo.  Para eso está la psicología.  Y en absoluto hay que considerarla como desaguadero de llantos y alegrías: el flolklore cumple mejor esta función.
   En consecuencia,  la Poesía necesita estudio, determinados niveles de cultura,  cierto grado de sabiduría y dominio profundo del lenguaje.  Amén,  claro está, de fuerte y adecuada imaginación,  lo que solemos entender como inspiración,  bien acotada y definida desde  Platón y Aristóteles.
   Pues bien, su territorio está plagado de infinitas inflorescencias formales,  que van desde un elemental y sencillo romance popular hasta el soneto como manifestación suprema,  donde poema y estrofa vienen a ser uno y lo mismo  (Parménides dixit),  a través de la magia del cambio perpetuo (Heráclito en complemento).
   Razón,  entre otras muchas, por la que tardé bastante tiempo en decidirme a escribir sonetos.  Lo hice durante diez o quince años;  pero cuando me decidí,  convencido estaba de la dedicación,  tiempo  y esfuerzo que precisaban.  Rompí muchos originales,  llegué a coleccionar unos trescientos (con algunas ráfagas de manierismo, ciertamente)  y publiqué muy pocos.  Hasta que llegó el antiguo buen alumno, excelente editor, y me convenció para publicar el libro.
   Seleccionamos cuarenta y todos los he ido subiendo aquí,  sin clasificación ordenada por temas,  motivos,  tendencias,  etc.  Y lo hice con una doble pretensión : despertar emociones fuertes,  sin las que la Poesía poco aporta;  y configurarlos como camino de conocimiento en busca de una meta.
   El interés con que los habéis seguido y el entusiasmo de la mayoría (bloqueado tengo el messenger,  ya en archivo),  dice mucho en vuestro favor y en el mío: hemos coincidido en el vértice de la aceptación,  la comprensión y la identificación creciente.  Albricias,  pues,  y felicitación para todos.
   Y una nota final a pié de página. Si bien os habéis fijado y recordáis,  los cuarenta son sonetos de amor.  Diferentes las causas y los destinatarios,  pero todos de amor.  Sólo que el amor es el más vivificante y proteico de los sentimientos humanos.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

HISTORIAS DE MEDIANOCHE. HOMENAJE A CAMILO J. CELA

   Historia que también pudiera encajar en las  Memorias amables, pues ingredientes tiene de las dos.  Y es que tantos años en la misma cantera,  dan para mucho y nunca es tarde si la dicha es buena.  Incluso también pudiere venir bien aquella frase que, sin ser suya,  tanto utilizó nuestro Premio Nobel de Literatura: "El que resiste gana".  Que es tanto como afirmar los ópimos resultados del trabajo si la tenacidad bien entendida los avala por los años de los siglos.

   Aconteció ayer por la tarde,  en el Hemiciclo rectangular de la Facultad de Letras,  Universidad de Murcia,  mi segunda casa durante más de medio siglo.
   "Cela en familia"  era el título del encuentro.  Protagonista, claro, el autor de "La colmena".  Invitados,  Jorge Cela (hermano)  y Camilo J. Cela Conde, hijo de quien escribiera  "San Camilo l936"  o  "Cristo versus Arizona".  Me correspondió moderar el coloquio, consecuencia de mi larga y amistosa relación con la famila Cela,  como bien se ocupó en recordar el Rector de la Universidad,  que presidía el acto.
   Tarde brillante, sobre todo por la intervención de tío y sobrino, aunque también por la lectura coral de textos celianos y el acompañamiento de música,  un joven viloncelista que interpretó piezas valiosas.  El hemiciclo estaba lleno de buenos lectores, de varia edad y condición,  si que todos admiradores del escritor cuyo centenario celebramos este año. Y lo repito una vez más,  el mejor homenaje que podemos tributar a un escritor,  es leerlo mucho y bien.  De ahí que, a manera de ejemplo, les recomendé tres libros:  "La colmena",  "Viaje a la Alcarria"  y  "Pabell´ón de reposo",  trilogía que resume y aglutina muy bien lo que el Premio Nobel significa en tanto que gran escritor en castellano.
   Nuestra historia personal se remanta treinta años atrás. Yo había realizado mi Tesis de Licenciatura en Filología Románica el año l962.  Le escribí con audacia y la respuesta fue comprensiva y rápida, me ayudó grandemente y me solicitó dos ejemplares de la investigación  ( "El sistema narrativo de C.J.C." ) para su archivo,  a través del riguroso Fernando Huarte. Las cartas que conservo de entonces las guardo como auténtico tesoro. Allí nació una amistad fructífera, prrolongada con su hijo ( y ahora con su hermano),  con los que tanto comparto y fío.
   Pasaron los años, yo accedí a la  Cátedra de Literatura Hispanoamericana y pensé que estaba  muy bien el trabajo intramuros de la Universidad (labor fundamental) ,   pero había que proyectarlo al exterior,  a la sociedad que nos justificaba.  Y creamos los Ciclos de Literatura Viva, que durante muchos años se desarrollaron con brillantez y provecho,  gracias a los extraordinarios escritores que por aquí pasaron,  así como a los equipos que fui reuniendo,  que aunaban la eficacia del trabajo y la admiración.
   La fórmula era sencilla.  Invitábamos a un escritor,  estudiábamos su obra y, con su presencia entre nosotros, aplicábamos la norma de Horacio: "Mezclar lo dulce con lo útil".  Funcionó muy bien.  Y por nuestras aulas pasaron más de ciento cincuenta escritores,  entre ellos todos los grandes de una época dorada, que se mueve entre  Borges  y  Vargas Llosa.  Por cierto,  ambos Doctores honoris causa de nuestra Universidad, propuesta y logro enmarcados dentro de los trabajos y los días de la citada Cátedra,  cuyo Archivo acopia más de doce mil documentos escritos y audiovisuales.  Archivo que he donado a mi Universidad, extremo que el Rector se ocupó de recordar,  una vez más,  con palabras de reconocmiento quizá excesivas para mi persona y cuantos me han acompañado siempre.
   Pues bien, el apartado correspondiente al autor de  "Pascual Duarte"  lo componen unos doscientos documentos de indudable valor literario,  investigador  y humano.
   Y así culminamos el homenaje,  contentos y felices.  Después del trabajo bien hecho y mejor remunerado (moral y amistosamente) , se entiende, marchamos a reponer fuerzas.  Buen yantar en restaurante muy visitado por el Marqués de Iria Flavia,  amables conversaciones,  humor cervantino a raudales y emplazamiento para próxima reunión de amigos.
   P. S. -  Mañana ,  segundo capítulo: "De cómo don Camilo alcanzó el honroso título de Alumno honoris causa,  encomienda única en toda universidad del ancho mundo, que sólo a él corresponde y pertenece".  Laus  Deo.


viernes, 9 de diciembre de 2016

LOLA CARIDE, PROFESORA DE GRIEGO

   Ha muerto hace unos días y me ha producido profunda conmoción.  La conocí hace sesenta años,  justo cuando yo estudiaba quinto curso de bachillerato.  Llegó al colegio en plena juventud ,   junto a su compañera Rosario Navarro,  profesora de matemáticas, hoy viejecita y de la que voy a escribir en próxima ocasión.  
   Ambas me dieron clase y a  las recuerdo con cariño y ternura,  pues que trascendieron los límites de la docencia para incidir en duradera amistad.  Las dos me quisieron mucho y contribuyeron a mi crecimiento humano y profesional.
   Lola era muy dinámica, extrovertida, con sentido del humor,  exigente y jolgoriosa siempre presta a la carcajada.  Además,  muy atractiva.
    Digo que me dió clase de griego,  siendo como era Licenciada en Filología Románica.  Hay que recordar que por entonces y en los dos cursos comunes de la Facultad, se estudiaba griego y latín a niveles altos, por lo que los filólogos estaban preparados para impartir varias asignaturas.
   Nos correspondió el griego.  Sus clases,  muy activas y cambiantes.  Recuerdo que dede el principio,  me discriminó en positivo.  Me dijo: "Tú eres muy buen estudiante,  un poco mayor que tus compañeros,  así que llevarás un ritmo distinto,  doble trabajo que el resto y ni un solo día sin traer de casa la traducción completa.  Tienes que ir a la Universidad y eso son palabras mayores, ya te explicaré con más detalle".  
   Y así aconteción en quinto y sexto de bachiller superior,  de manera que al acceder a Preu en el Instituto de Albacete,  la nueva profesora se sorprendió de mi preparación.  Recuerdo, por otra parte,  que al realizar la reválida de sexto  (con tribunal controlado por la universidad)  me acompañó al instituto  "para darte ánimos,  aunque no los necesites".  Ella era así.
   Fuí a la universidad.  Ella permaneció varios años más en el colegio (Hellín).  Cada vez que yo viajaba en vacaciones,  me esperaba para comentar cómo había ido el trimestre,  si los profesores respondían al perfil de su diseño, cómo estaban los claustros.  Y todo lo demás,  divino y humano,  pues no quería perderse detalle.
   Con el tiempo,  marchó a Madrid.  Y seguía todos mis "triunfos esperados y naturales" (sic) por carta.  Cada vez que venía a Murcia,  tomábamos café y conversábamos.  Cuando iba yo a Madrid, el mismo protocolo.  La última vez que la ví,  en la Plaza de las Flores,  junto a dos de sus amigas.  Emocionante recuerdo.
   Hoy ha desaparecido de entre nosotros y bien que me duele.  Su recuerdo continuará en mí.  Pero mucho más,  todo lo que contribuyó a conformar mi carácter,  mi concepto y praxis de la enseñanza.  En definitiva,  a la  "imago mundis"  que me acompaña tantos años.




RAZONES EMOTIVAS DEL TIEMPO Y DE LA EDAD

      Tengo un libro en mi mesa de trabajo,  "Abuelos y Nietos",  de José Ängel Castillo Vicente, al que conocí a través de este medio de comunicación.  Nos une la devoción por la lectura y la escritura, es decir, el amor nunca desmedido a los libros.  Ha tenido la gentileza de traérmelo con una sentida dedicatoria, que le agradezco. Y considerados todos los prenotandos,  creo que nos hallamos en el proceso de una hermosa amistad.

   Os adelanto que se trata de un buen libro poético, cuya lectura recomiendo sin paliativos.  En primer lugar, por la materia literaria de la que se ocupa, esencial y creativamente humana:  los abuelos a manera de marco general acogedor, en cuyo cañamazo común se va configurando el individualizado color de cada nieto, unidad incuestionable,  y de todos los reales y posibles,  de ahí el plural expreso ya desde el título.
   Luego está la lengua en redacción y aplicación adecuada para cada uno de los poemas.  Es necesario destacar este aspecto, sobre todo en tiempos como los actuales  en que pudiere parecer que la emoción trastornante no necesita del rigor técnico del lenguaje capaz de traducirla para beneficio y gozo del lector.  Nunca nadie pudo escribir desde la emoción y durante su sentimiento.  Es necesario pasar por los filtros pertinentes para que la expresión no sufra demasiado.
   Y al cabo,  lo principal: la lengua literaria pasada por las alquitaras de la razón y los sentimientos bien atemperados, en busca de la voz propia, que nunca será rechazo de la general admitida con la historia, sino perfección personal de quien escribe.
   Todo ello y bastantes cosas más poséis encontrarlo en el libro que reseño.  Versos de todo tipo, estrofas variadas,  poemas distintos como rayos en dispersión de un sólo centro, a la vez centrífugo y centrípeto.
   Lo he pasado muy bien leyendo,  y viviendo,  a estos abuelos y nietos entrañables.  Experiencia que deseo para los muchos lectores que aguardan.

martes, 6 de diciembre de 2016

EL PREMIO "CERVANTES" Y OTROS PREMIOS LITERARIOS

      Todos los años el mismo ceremonial.  Se concede el Pemio más importante y prestigiado de las Letras en español o castellano,  al que pueden optar todos los escritores notableS de aquende y allende los mares  (Menéndez Pelayo dixit), siempre que sus libros hayan aportado algo significativo.  Es decir,  que hayan escrito buenos libros en la más pura esencia de la expresión.

   Este año lo ha ganado Eduardo Mendoza y no seré yo quien diga algo extemporáneo.  Me parece bien, pues que se trata de un escritor culto, buen narrador y ampliamente reconocido.  Mis parabienes junto al deseo de que vuelva a ser leído como se merece. Por citar uno de sus libros, se me ocurre que  "La verdad sobre el caso Savolta"  sigue siendo paradigmático y en él puede hallar el lector todas las claves de la que será su narrativa, humor cervantino incluído, quizá lo más notable de su correcta y estimulante prosa.  Revisando archivo, encuentro dos amables cartas suyas.
   Por otra parte, debo decir que conozco bien lo concerniente al Premio,  pues no en vano formé parte del Jurado en séis ocasones, coincidentes los años de la gran explosión literaria hispánica que tuvimos el honor y el placer de vivir.  Las imágenes externas,  más o menos oficiales y amables,  pero también las internas,  comida colectiva,  discusiones del Jurado, rueda de prensa con el Ministro de turno,  anécdotas muy sabrosas,  no siempre ejemplares, pero en todo caso dignas de ser tenidas en cuenta,  pues que la cocina no es menos importante que el comedor.
   Mi Cátedra de Literatura Hispanoamericana bastante tiene que decir en este punto. Por entonces todos éramos ricos en sabiduría del conocimiento, creación literaria por parte de los grandes escritores y economía boyante (si que al fiado, como comprobaríamos después), de modo que las instituciones financieras dedicaban dinero abundante a los eventos artísticos. Por lo que nos atañe, nos permitieron encuentros, homenajes, lecturas, edición de libros y otras raíces adventicias dignas de recordación y encomio.  A tal punto, que llevamos a cabo una saga anual bajo el marbete   "Los  Cervantes en la Universidad  (Murcia)",  simbiosis de la Universidad y las instituciones financieras. Los desrrollábamos en el Aula de Cultura de la Fundación Cajamurcia y eran celebraciones anuales llenas de interés y gozo. 
   Venía el escritor premiado el año anterior, vivíamos unos días alegres y,  para la clausura de su homenaje y coloquios, también venía el escritor recién premiado, para iniciar el proceso de su homenaje al año siguiente.
   En este sentido,  dos fotografías para la historia.   Una, en la que aparecen Cabrera Infante y José Hierro, situación casi milagrosa de juntamiento de contrarios,  lograda gracias a los buenos oficios del joven profesor Javier Polo Alba,  gran amigo de ambos.  En la otra, vencidas ya las  "disfunciones ideológicas y personales" de los dos anteriores, aparecen Jorge Edwards, Hierro y Cabrera en el centro del joven equipo de la Cátedra.  Cualquier comentario añadido ahora estropearía el misterio y la excelencia de lo entonces vivido.
   Ello no obstante, se me ocurre que este capítulo de los Premios necesita una reflexión adecuada sobre su oportunidad y permanencia.  Algo puedo aportar, derivado de aquella experiencia en sexenio, por sipudiere ser útil.
   Centremos hoy dos puntos clave:  el número de candidatos posibles y la también posible distribución del dinero dispendiado.
   Si observamos el panorama, resulta evidente que la mies va siendo escasa.  Miro al ámbito español y poco tengo que decir (otros mejor conocedores lo pueden esclarecer ).  Miro al mundo americano y ya va costando trabajo encontrar candidatos con tesitura dilatada y alta. En todo caso, citaré uno a la espera,  Bryce Echenique,  muchos años propuesto y nunca premiado.  Y no estaría de más recurrir a Diogenes por el aporte que su linterna podría permitir.   Pero entonces  ¿qué sentido tiene seguir premiando solo porque la burocracia lo establece?  Medítese bien.
   Coletilla que conduce al segundo punto.  Los dineros del Ministerio parecen abundantes.  Convendría colocarlos en una bolsa y espera de reparto bien ponderado y oportuno.  Y considerar una serie de datos  (IVA incluído) para llegar a la posible solución salomónica:  nada de subvenciones y cheques de premio, sino todo lo contrario.  Preguntemos. ¿Merece la literatura estímulos para su creación y desarrollo?  Pues claro que sí.  Entonces, dispóngase lo necesario para que las individualidades artísticas crezcan en buen caldo de cultivo,  sin burocráticas trabas ni limosnas vergonzantes.  Bien considerado el campo literario de cultivo, convendría dejar que la libertad de creación  (interés,  oportunidad  y originalidad)  campe por sus respetos y, evangélicamente hablando, a quien Dios se la dé,  San Pedro se la bendiga. 
 Los libros y su difusión debieran ser el óptimo resultado,  nunca los ingresos crematísticos para gastos personales.  Y vámonos poco a poco, amigo Sancho, que toda presunción es mala.

domingo, 4 de diciembre de 2016

CURSO DE LIBROS. CRONICA DEL JUEVES (11)

      Mañana de domingo.  El cielo gris plomizo, silencio de naturaleza en calma.  Un suave chirimiri desicende con lentitud y pequeño rumor de agua invisible.  Calma chicha,  en mi otra tierra  (reciedumbre castellana de clima)  ya estará cayendo la nieve,  quizá con algunas ráfagas de cierzo en el Urbión. 

   No me apetece salir y escribo sentado en banco de ruda madera traída de otras tierras más montaraces. Puedo contemplar el jardín delantero de casa, un privilegio.  Las últimas rosas en depedida, las dos acacias que me trajeron de Kenia, las jardineras de manises bien pobladas de flores y de color, un limonero cargado de frutos, el naranjo que avisa de la ultima cosecha.  Y las margaritas amarillas, todo un arriate pobladísimo y terso.
  Abro el ventanal mientras fumo un avergonzado cigarrillo, que me pide disculpas por los buenos tiempos de cachimba y habanos interminables  !oh, tempora!.
  Disculpad este exordio, no he podido resistir la tentación pues que vivo el otoño a plenitud.  Pero vayamos a lo que importa.
  El jueves, como siempre, bien para la experiencia y para el recuerdo. Una pequeña introducci´ón para discernir los buenos libros, a pregunta de unos alumnos por internet.  No hay fórmula y el criterio (siempre personal) adquiere forma con los años, el tiempo lo va perfeccionando y se revela personal e intransferible.  Quizá por eso sea oportuno el texto doctrinal de esta tarde:

   " Pero este conocimiento particular entraña un peligro:  la presencia del gusto en oposición dicotómica.  Quien ostenta gusto literario es hombre culto, mientras que el poseedor unicamente de conocimiento literario es un pedante.  Aclaremos.  Con el conocimiento solo, la realidad captada es unidimensional y parcial.  El gusto aislado incide en el dandysmo  dilletante.  La pretensión debe armonizar los dos términos, poque el gusto sin conocimiento permanece inseguro, ambiguo y caprichoso,, tendente al error,  a la vez que elconocimiento sin gusto proporciona una visión demasiado árida y distante, vacía  del particular  sprit que el arte, en tanto que arte,  debe comportar y despertar, susceptible de ser aprehendido por necesidad.
    El acto de conocimiento sensible, en función del gusto y espoleada po ´él, se revela como el  medio adecuado del especialista (buen lector) en literatura y del simple catecúmeno que se enfrenta con la tarea de adquirir métodos de trabajo y,  por lo mismo,  posibilidades de conocimiento.  El acto crítico ,  entonces ,  será el acto de conocer de manera racional y sensible ".

   Luego llegaron los dos textos narrativos.  De una parte, el capítulo del ciego y la cabeza de toro,  misteriosa y mágica para escuchar raros sonidos.  El pobre Ĺazarillo aprende en cabeza propia (expresión muy adecuada), que la vida no es fácil, aunque siempre remuneradora. 
   Planteamos la posibilidad de que la tal historia fuera un cuento en el marco de la novela.
   En las antípodas narrativas, el capítulo VIII de  "!Absalón,  Absalón!",  la extraordinaria y no muy conocida novela de William  Faulkner.  Párrafo narrativo cerrado:  "No habría aquella noche respiraciones profundas...como un cristal en el aire fiero y tranquilo (había dejado de nevar) ".
   Buena lectura reconfortante hasta el próximo jueves. !Ah, se me olvidaba decir que, mientras escribía, escuchaba la voz prodigiosa de Alfredo Kraus. En esta ocasión,  romanzas de zarzuela. Una delicia.

domingo, 27 de noviembre de 2016

CURSO DE LIBROS. CRÓNICA DEL JUEVES. ( 10 )

     Los jueves de los libros.  Excelente ocasión para llenar la tarde con alegría, que si los libros no provocan el gozo,  poco cabe esperar de ellos,  mejor saludarlos a distancia,  como gustaba decir Ernesto Sábato.
   Comenzamos con un pequeño coloquio,  esclarecedor siempre.  Me preguntaron si pensaba escribir mis  "Memorias"  y qué título les pondría.  Tentación de fácil y agradable caída.
   Les dije que aún tenía el títuo por definir, les conté el ejemplo de García Máquez y me extendí un poco a propósio de la escasa presencia de Memorias en España,  frente a países como Inglaterra,  Francia o Alemania, donde suele ser habitual y abundante.  Insistí en que nuestro país, individual y colectivamente, arrastra un complejo de campanario desde el siglo XVII, en que un gran escritor pudo escribir del rey: "Eres grande,  Felipe,  a la manera de los hoyos.  Más grande cuanta más tierra te quitan".  Somos temerosos y recelosos,  arrastramos un excesivo sentido de la propia estimación y aparecemos inseguros,  muy pendientes del qu´é dirán.  La inhibición, pues, está asegurada.  De ahí la escasa presencia de Memorias,  campo casi exclusivo de los políticos, que las utilizan para contar  sus presuntos éxitos, sin contextualizarlos ni ahondar en todo lo concerniente... Las estoy escribiendo con todo incorporado, de modo que no las publicaré ahora, las dejaré a mis herederos.
   Enseguida pasamos al texto teórico, enlazando con los jueves anteriores, que transcribo:

   "Al final cabe establecer distinción entre poesía y literatura.  Las dos tienen el mismo instrumento expresivo, la palabra,  a la que dan tratamiento artístico.  En otras épocas, la distinción era clara y formal:  literatura se identificaba con prosa,  y poesía con verso.  Modernamente no puede admitirse.  Libros como  "Platero y yo"  desmienten el concepto tradicional de prosa,  su lenguaje es esencialmente poético, de dónde el calificativo de prosa poética  o  poemas en prosa.  Por otra parte,  el sector histórico de la llamada poesía social, por ejemplo,  ha dado pie para hablar de poesía prosaica.
   La distinción, entonces, se establece en orden  al binomio  amplitud--intensidad  del concepto,, restringido para la poesía,  mucho más extenso para la literatura.  Y a la inversa,  en cuanto se refiere a intensidad.
   En suma,  poesía es la culminación del fenómeno literario,  la forma  más puramente estética del arte de la palabra".

   Leímos los textos creativos en prosa.  El primero extraído de  "La Celestina",  justo en el momento de narrar Calisto la hermosura de Melibea:  "En dar poder a Natura que de tan perfecta hermosura te dotase,  y hacer de mí  inmérito tanta merced... y yo,  mixto,  me alegro con recelo del esquivo tormento que tu ausencia me ha de causar".
   Texto fronterizo, entre narrativo y teatral.  El siguiente es ya de una novela con todos sus predicamentos,  "Fray Gerundio de Campazas, alias Zotes",  del padre Francisco Isla.  Comienzo del capítulo  "De los disparates que aprendió en la escuela de Villaornate".  Prosa crítica y satírica donde las haya:  "El maestro de Villaornate éralo un cojo, el cual,  siendo de diez años,, se había quebrado una pierna por ir a coger un nido.  Había sido discípulo  en León de un maestro famoso,, que de un rasgo hacía una pájara, de otro un pabellón... y era fama que por lo  menos había salido tan primoroso garambainista como su mismo mmaestro". 
   Al cabo, el tercero corresponde a uno de los grandes narradores del siglo XX,  William  Faulkner.  Elegí   "!Absalón,  Absalón!" , por ser una de las mejores y, también, de las menos leídas:  "No habría aquella noche respiraciones profundas.  La ventana permanecía cerrada en lo alto del cuadro helado y vacío,  más alla del cual,  las ventanas del muro opuesto estaban ya oscuras, con dos o tres excepciones.  Pronto las campanas darían la medianoche, con notas melodiosas y tranquilas,  débiles y claras como un cristal en el aire fiero y tranquilo  ( había dejado de nevar )".
   Y llegadas que fueron las ocho de la tarde, salimos conversando animadamente, que de eso se trata, los textos como propiciadores de nuevas palabras compatidas.

ENÉSIMA REFLEXIÓN. CIUDADANOS DEL MUNDO

   Es lo que tienen las tentaciones.  Oscar Wilde afirmaba que fueron creadas para caer en ellas.  El caso es que la red, la nube y otras derivaciones constituyen fuerte tentación inevitable si, de principio, caes en probar la fruta del árbol prohibido para muchos y no sólo por razón de edad. 



   Me sucedió, tras mucha renuencia.   Jóvenes estudiantes me convencieron para que hiciera lo que siempre había realizado, tan sólo cambiando el aula de cuatro paredes por este medio completamente abierto al infinito.  Me producía vértigo y muchas dudas con respecto a los posibles  "alumnos" y sus capacidades y deseos.  La  Literatura no es un mundo de fácil acceso, salvo la posible vulgaridad del todo vale y bastan un bolígrafo y un folio para escribir un texto.  Caí en la tentación y nunca pensara en los efectos causados, debo reconocer que agradables y satisfactorios en su mayoría.
   Como poeta excelso,  Machado escribió en  "El dios ibero", a propósito del tiempo y su trascendencia humana

              !Qué importa un día!  Está el ayer alerto
              al mañana,  mañana al infinito.
              Hombres de España,  ni el pasado ha muerto,
              ni está el mañana  - ni el ayer - escrito.

   El tiempo y el espacio, las dos coordenadas que definen la vida humana y todas sus posibles circunstancias.  Nos afectan aquí y ahora, pues que llevamos mucho tiempo encontrándonos en lo que llaman virtual.  Y el espacio se dilata de manera insospechada.  Incluyendo lenguas romanas tradicionales,  otras de caracteres cirílicos y algunas extremoorientales de grafías cuasi dibujadas.  Mi ordenador las recibe con toda naturalidad, con inusitada rapidez y con dedicación digna de todo elogio
    Gentes de nuestro entorno (Europa y las Américas), Australia,  Japón,  China,  Vietnam,  Camboya... ¿Cómo es posible que en tan  "lueñes tierras" ( "Belarmino y Apolonio", magnífica novela)  haya personas que lean unos textos elegidos por mí para los de culturas similares,  y sean respondidos, aceptados y comentados por beneméritas personas de  "allende los mares" (Menéndez y Pelayo)?  Pues así sucede a diario: una nota crítica, una referencia de humor,  un poema...Los leen y contestan. Mi blog, muy visitado.  Mi messenger,  estallando cada hora.  Si no milagro,  algo de misterio sí que hay en el fenómeno.
   Amistad solicitada.  Nunca la niego, porque pienso que quien la solicita conoce mi perfil y sabe que aquí hablamos de libros, en tono medio, pero libros al fín. Por eso me sorprende que menestrales,  amas de casa buenas cocineras,  jóvenes negociantes de lo erótico,  autores de textos con faltas de ortografía,  personas que buscan conocer nuevos amigos,  fanáticos de lo religioso banal, propagandistas desaforados de su propia obra mediocre, y un largo etcétera, soliciten mi amistad. Todo es respetable y yo tengo una gran capacidad de aceptación, pero me gustaría que si no les gusta leer buenos libros,  tuvieran a bien no solicitarme amistad:  ni ellos ni yo perderíamos un tiempo precioso.
   Me importan los que sí.  Dicen estas informaciones que me siguen  116  personas.  Albricias.  Hay un grupo de medio centenar que siguen mis propios textos creativos con devoción y gozo.  Albricias.  El  Curso de Libros lo siguen y comentan (messenger a tope)  varios centenares de lectores,  la mayoría hispanoamericanos.  Albricias. 
   Todo esto es hermoso y me permite seguir haciendo lo de siempre:  dar clase fuera del aula tradicional,  enseñar a quiens algo desean saber, educar en comandita y siempre con diálogo,  considerando los libros como el gran vehículo de perfección personal y comprensión colectiva.
   En ello estamos,  amigos virtuales.  A todos mi agradecimiento y buenos deseos,  intensificados para los que no dejáis pasar un sólo texto.  La curiosidad es una gran virtud.  La sabiduría, en todos sus grados,  un extraordinario tesoro que vamos acrecentando con los días.  Y un pensamiento final:  la estética es la hermana gemela de la ética.

sábado, 26 de noviembre de 2016

MUERTE DE UN PROFESOR

      Se llamaba Estanislao Ramón Trives,  bondadoso por naturaleza, inteligente extremo, culto sin pedantería, profesor eminente, conversador amable, modesto y humilde con exageración.  Le gustaba llamarme Victorio   y Victorius.  Y fue mi compañero y amigo durante infinitos años.

   Esta mañana me llegó la noticia de su muerte y, no por esperada, ha dejado de trastornarme a lo profundo.    Descanse en paz.  Que Dios lo acoja en su seno, pues méritos más que suficientes fue atesorando durante toda su vida.
   Reniego de los obituarios al uso, de las plañideras ocasionales y de quienes ponen cara compungida ponderando méritos del ausente al final, sin haberlo hecho adecuadamente cuando vivía.
   Por eso lo recuerdo vivo, sonriente y siempre con una frase amable para los demás. Podría contar docenas de anécdotas aleccionadoras,  éticas,  divertidas y risueñas. Pero me voy a ceñir a unos puntos de contacto conmigo, cifrados en la trayectoria profesional.
   Los dos hicimos la carrera de Magisterio y realizamos la correspondiente Oposición muy jóvenes  (mientras estudiábamos Filología Románica), en la ciudad de Murcia.
   Ambos hicimos, también, la Oposición de Catedráticos de Bachillerato.  Él de Francés, yo de Literatura. Yo pedí la excedencia al día siguiente de tomar posesión de la Cátedra, porque andaba realizando el Doctorado, a la espera del casi imposible ingreso como Profesor en la Universidad. Algo similar hizo él, hasta que coincidimos en la Facultad de Letras.  La Lengua y la Literattura, desde entonces, mucho tuvieron que ver con los dos. Con el tiempo y  "pleno de méritos" ( Hölderlin ) él ganó la Cátedra de Lengua Española, yo la de Literatura Hispanoamericana.  Desde entonces hasta la jubilación burocrática.
   Porque debo decir algo importante, para que lo entiendan las jóvenes generaciones y los jóvenes gestores (!Horror de palabra a la Universidad aplicada!) de los claustros universitarios.  Un profesor no se jubila nunca.  Como un médico. Su vocación y profesión les imprime carácter.  Se es profesor hasta la muerte.  O no se fué nunca profesor.
  Que la sabiduría es un bien preciado, un valor escasísimo que siempre se debiera conservar con cuidado, incluso con mimo cuando la edad es avanzada.
El profesor Trives fue un sabio y buena prueba de ello la tienen los miles de alumnos que pasaron por sus aulas y la docenas de discípulos que dan testimonio vivo por el ancho mundo.
   Termino con una experiencia llena de riqueza. Yo formaba parte del Tribunal cuando él hacía su primera Oposición universitaria,  Profesor Adjunto de Lengua Española.  Aprobó con toda soltura y solvencia, como estaba previsto. Y se incorporó a nuestra Facultad de Letras.  Y desde entonces,  ambos a dos perennes en estas aulas hasta que nos llegó la hora de los senadores.
  "Pallida mors aequo pulsat pede pauperum tavernas regumque turres".  En el caso del profesor Trives, la suya era una torre colmada de valores intelectuales y morales, que toda la vida compartió  con cuantos desearon  "arrimarse a su cátedra" (Tores de Villarroel dixit en Salamanca).
   Mientras permanecimos ambos,  cultivé su amistad con toda la lealtad y nobleza de que soy capaz.  Ahora que nos ha dejado, con el mismo espíritu elevo una oración conmovida por su alma. AMEN.


jueves, 24 de noviembre de 2016

" COSAS VEREDES, BUEN CID, QUE FARÁN FABLAR LAS PIEDRAS "


   Cuando piensas que muy pocas cosas te han de sorprender tras tu ya larga existencia, siempre aparecen pequeñas sorpresas que, no por generalizadas, resultan menos llamativas.  Sobre todo cuando has trabajado más de medio siglo en una institución, la Universidad, que debiera ser la sede de toda educación (Platón y Luis vives, por ejemplo)  si no perfecta, sí al menos fuente nutricia del saber que  proyecta lo mejor y más exquisito del ser humano en potencia, en las aulas mejorado hasta donde la virtud colectiva e individual pudieren llegar, con las pertinentes ayudas que modelan la personal voluntad de perfección creciente.  

   Si todo esto no lo genera y cultiva el mundo universitario, ¿qué otro mundo podrá llevarlo a cabo con las mínimas garantías posibles? Claro que, descendiendo al valle de lo habitual diario, también tiene razón el conocido adagio no sólo religioso: "Si el prior juega a las cartas ¿qué hará la comunidad?
   Escribo ésto para indicar que toda mi vida académica se desarrolló en las aulas universitarias. Un curriculum de medio siglo largo, pues que ando cerca de cumplir los ochenta.  Pero siempre consideré que la tarea intramuros no estaba reñida con la externa, por lo que, entre otras muchas actividades en tal sentido, decidí hace cuarenta años colaborar con los medios de comunicación, décadas de mis artículos en La Verdad, a plena satisfacción de partes. Mucho hicimos en las aulas y mucho quisimos compartir con los mass media, para que llegaran las buenas nuevas al mayor número posible de ciudadanos y convecinos.
     Como pequeño dato ejemplar, la carta manuscrita de Antonio Arco, que reza:  " Victorino,  queremos publicar en Ababol unos poemas inéditos de José Hierro.  Lo dejamos en tus manos,  como en el caso de Benedetti.  Muchas gracias". (Febrero de 1.997).  Esta fué la realidad,  y el talante de relación,  durante muchos años.
   Llegó el momento de interrumpir la colaboración.  Me despedí cortés y los lectores no lo entendieron: los de Murcia, los de España y, sobre todo, los de Latinoamérica, gran legión por fortuna.  Les parecía torpe la decisión y bastante zafia en las formas.  Y así, a borbotones,  me comunicaron su deseo de llenar el periódico de protestas, algunas bastante airadas. Negocié con ellos prometiéndoles que haría llegar su postura a la dirección, insistiendo en la necesidad de artículos culturales de cierto nivel, que no todo van a ser crónicas de fútbol.  Se tranquilizaron y dejé pasar el tiempo, esperando la calma después de la tempestad.
   Ni por esas. Llegado el otoño han bloqueado mi blog y messenger, preguntando si cumplí mi promesa. Razón por la cual escribo este correo al Director del periódico, a la espera de su posible y, sin duda,  amable respuesta, para trasladarla a los antiguos y presentes lectores.
  La explicación es sencilla: hace tiempo que, informática mediante, escaneaba los artículos y los hacía llegar a todo el mundo. Pequeño dato: el blog ha superado las ochenta mil visitas, con más de diez mil comentarios. Buen archivo. 
    Desde la ´interruptio´ escrita, hago lo mismo por la red. Pero dada mi edad, ver el periódico y leer alguna de sus páginas sigue constituyendo un placer.  Me continúa gustando abrirlo por la mañana.
    Como la colaboración venía de muy atrás y no interfería con la jubilación obligada de las aulas, no la interrumpí.   Seguí escribiendo, con propuesta y acuerdo amable común de interrumpirla justo al final de este año.  De modo que, durante un curso, dedicaría los artículos a rememorar y reflexionar sobre los muchos y brillantes eventos que la Cátedra de Literatura Hispanoamericana llevó a cabo entre nosotros.  Para que fuera patente la colaboración mutua  entre el periódico y los equipos sucesivos de mi cátedra durante tantos años, pues ya el buen paño no se vende en el arca.  Recuerdos ambles, por otra parte, y mutuamente satisfactorios.
   Se interrumpió el plan de modo abrupto.  Y bien que lo siento, pues que era elegante y atractivo.  En todo caso, siempre tuve como norma de conducta evitar conflictos y no cerrar ninguna puerta.
   Y esta es a vuelapluma, y en apretada síntesis, la situación, que le transmito como director del periódico. A la espera de su amble respuesta, para hacerla llegar en corriente de ósmosis a los miles de lectores que, al parecer, gozaban leyendo los culturales artículos llenos siempre de libros.  Y de grandes escritores que a esta tierra vinieron sin pedir casi nada a cambio. Si acaso,  cómoda cama y bien cocinado  yantar, sin excesos.

sábado, 19 de noviembre de 2016

BREVE HISORIA DE MEDIANOCHE....UBI SUNT ?

   Se me desparrama un archivador de los tiempos viejos, cuando vivían y se solazaban aquellas damas de antaño que tantos  ´ regrets´   propiciaron.  Corrían los años ochenta del siglo pasado, tiempos en los que mucho trabajábamos y casi tanto nos divertíamos,  pues conscientes éramos de que estábamos construyendo una democracia,  superación feliz de la ominosa dictadura, aquella de los cuarenta siglos de oscuridad, sacrificio invalorado y studio que, a no pocos (entre ellos me cuento) nos liberó de casi todo lo negro y contribuyó a salvarnos la vida en el más hondo sentido de la expresión.

   Recojo los desperdigados papeles y encuentro un tarjetón color verde desvaído que me atrae.  Paro mientes y observo con atención.  Ängulo superior izquierda impreso en rojo carmesí,  el perfil de César Vallejo que Gargallo fundiera en bronce a maravilla.  En la peana de apoyo, grabadas dos letras mayúsculas,  A - E , con fondo blanco.  Todo muy premonitorio, pues entonces mis estudiantes leían con naturalidad  "Los heraldos negros"  y  "Trilce"  (si hoy pregunto al común de los matriculados en Filología Hispánica, reconocerían con dificultad ambos títulos, agobiados como están por responder a los postulados de Bolonia,  portfolio incluído).
   Ängulo superior derecha,  mi nombre y apellidos en letra inglesa, y debajo Director del Aula, letra mayúscula vertical palo seco.  Ängulo inferior izquierda, el marbete  "Aula de Escritores", en preciosa caligrafía dibujada.  Y ángulo inferior derecha,  "Universidad de Murcia",  también a palo seco.
    A la sazón dirigía yo, por imperativo del afecto, el Departamento de Literatura Española,  coordinaba los Cursos de Extensión Universitaria y explicaba Literatura Hispanoamericana por todos los poros.
   Habéis acertado.  Creamos intramuros un Aula tan importante y esperanzadora.  Y utilizamos el precioso Hemiciclo de la Letras como sede para las numerosas, siempre bien discutidas y, en ocasiones tumultuarias con raciocinio, lecturas y recitales de todos los que algo tenían que escribir.  
   Más de ciento cincuenta escritores pasaron por ella, siempre para bien de la humanidad inquieta y lectora. Como anécdota, diré que afortunadamente me acusaron de todo:  llevar a escritores de derechas,  invitar a escritores de izquierdas,  propiciar lecturan en "panocho",  mezclar hombres con mujeres, dar voz a los jóvenes alevines,  recibir a viejos inveterados (sic), y más etcéteras. Ni que decir tiene que ello me animaba y rejuvenecía.  Ladran,  luego cabalgamos ( traducción exagerada del  "Cogito,  ergo sum", como bien sabéis los que continuáis leyendo por placer).
       Con el correr del tiempo  ¿dónde quedó todo aquello?  "Un lanzón en cuyo hierro  /  se han orinado los años" ( Unamuno - Menéndez Pidal en el recuerdo). Yo lo tengo todo en el Archivo de que os hablo.  Y no me quejo de semejantes desapariciones, que cada generación aporta los habitáculos y filosofías y literaturas que mejor cuadran con sus medidas.
    Recuerdo, sin embardo, uno de los  "topoi" que cuando entonces daban mucho juego para la historia no sólo literaria,  el  "Ubi sunt" tradicional, que hoy suelen ignorar los estudiantes porque nadie se ha ocupado de hacerles estudiar latín.  En el pecado ( vagancia )  llevan la penitencia (ignorancia).
   Y sin embargo, yo tengo una  "esperancia" que debe cumplirse:  cuando haya pasado el diluvio universal de la mediocridad, alguien en alguna isla explicará a unos cuántos náufragos el significado feliz de una feliz palabra: SABIDURÏA.  Y todo volverá a recomenzar, como en el "Cementerio marino" del gran poeta francés (adrede oculto su nombre, para que lo busquéis, un pequeño esfuerzo compensador).

CURSO DE LIBROS. CRÓNICA DEL JUEVES ( 9 )

   Cada semana me place más ofrecer esta crónica, por lo que supone de la realidad que vivimos los jueves en presencia, tardes magníficas de explicacions múltiples y aprendizaje mútuo, conversación mediante porque nunca olvidamos que Sócrates  instauró el mejor método hace milenios.  Y ello nos congratula pues que,  mutatis mutandi,  con toda modestia intentamos una réplica en estos tiempos no fáciles para la lírica y otras virtudes adventicias.

   Comenzamos con el texto entre teórico y doctrinal, que siempre viene bien para abrir y seguir roturanto estos caminos y territorios,  cargados de racional crítica y emocional acercamiento.  Aquí lo tenéis:


     "A estas alturas ya sabemos lo que es la palabra en su dimensión científica.  Cualquier diccionario establece que  ´´´ expresión´   significa manifestar ideas y sentimientos a través de un medio material  --en nuestro caso, la lengua--  con intención de conmover, extremo que la diferencia de la simple  ´´ comunicación´.   La belleza es, por principio,  indefinible a fuer de subjetiva.  Habrá que recurrir a los distintos conceptos del mundo que se han sucedido en la historia filosófica,  para que cada uno de ellos ofrezca su propia definición según los p`rincipios en que se base.  

     Santo Tomás, por ejemplo, definió: "Id cuius ipsa apprehensio placet".  Es decir,  la belleza produce un placer desinteresado y espiritual,  superación de lo agradable, que es lo peculiar del placer sensible.  La belleza se dirige al sentimiento y a la fantasía.
   Existe una belleza natural, ofrecida por la Naturaleza sin intervención del hombre.   Y una belleza artística, creada por él.
   Desde Platón, el pensamiento idealista es el que mejor se ha ocupado de la belleza, cuyo concepto más admirable sería el de Kant: armonía entre la inteligencia y la imaginación.  Aplicando este concepto al arte literario,  Hegel considera que   "es la materialización de la idea en imágenes plásticas".
   En todo caso, está generalmente admitido que la armonía es el elemento esencial de la belleza literaria.  Y su finalidad,  el despertar de la emoción estética,  cristalizada plenamente en las grandes obras,  cuya importancia radica en que la emoción gana en intensidad con el tiempo,  mientras que el placer producido por las mediocres se extingue pronto".


   Después les leí tres textos breves, si que extraordinarios, por mor de la extensión y su posible ayuda para establecer géneros en prosa.  El primero es el comienzo del  "Lazarillo de Tormes",  donde el prtagonista recibe el nombre, alude a sus padres, calificándolos, se produce el parto y establece la relación de la aceña y el río.
   El segundo corresponde al  Quijote.  El narrador afronta el retrato del protagonista con intento de que los lectores aprendan y disciernan. Se dirige a ellos directamente:  "Es, pues,  de saber que este sobredicho hidalgo...".  Fórmula tipicamente narrativa.  Y el tercero, muy problemático a la hora de entender y ubicar, lo extraigo de la gran novela  "Los hermanos Karamazov"  (Dostoievski),  punto cenital en que aparece el oso con su amenaza, lo que permite al narrador interno, el padre Zósima, establecer relación entre Dios y la Naturaleza, para terminar con invocación y jaculatoria de compromiso humano: "!Dios bendiga a la juventud!. !Señor, envía la luz y la paz a tu pueblo!".
   El coloquio pemitió algunas precisiones,  ejemplos y distingos.  Y con ello despedimos la tarde literaria del jueves, con la observación virgiliana  "cadunt altis de montibus umbrae".  Los montes de la Fuensanta, claro.

lunes, 14 de noviembre de 2016

UNA " MEMORIA " ENTRAÑABLE

   Revisando el  Archivo interminable, la encuentro casi como el arpa de Bécquer,  "silenciosa y cubierta de polvo, / de su dueño tal vez olvidada".  Sin tal vez en esta caso, la tenía completamente olvidada.

   Es la  "Memoria"  que, cuando entonces, preparábamos los aspirantes a Cátedras de Instituto, para el último y quinto ejercicio de la oposición.  Título,  "Concepto y método de la disciplina de Lengua y Literatura Españolas".  El tribunal las había leído, pedían al candidato una explicación somera y abrían con él un coloquio que, en cierta medida, recordaba los interrogatorios de la Inquisición.  Había demasiado en juego y los aspirantes eran muchos bien preparados,  y la mies poca.  Las Cátedras se convocaban con cuentagotas, tales eran las carencias que sufríamos, no sólo en la Enseñanza.
    Son trescientas páginas encuadernadas en papel tela de indefinible color rojo vino Burdeos.  Escrita a máquina olivetti mecánica, copias con papel carbón de la época donde todavía se utilizaba el papel de estraza.  Conservo la segunda copia, con los perfiles de las letras  difuminados, si que de lectura bastante asequible. Dato curioso y entrañable: la copia definitiva la hizo mi padre, ese  maestro extraordinario del que tantas veces me oís hablar y escribir.  Yo redactaba los capítulos manuscritos, se los enviaba por correo a Hellín  (Albacete) y él los mecanografiaba con dos dedos de cada mano.  Al cabo, los llevaría a encuadernar y, tres volúmenes flamantes, me los haría llegar comme il faut.
   Las oposiciones incluían cinco ejercicios, escritos, orales y prácticos de comentarios de texto, tres en total: texto medieval,  texto del Siglo de Oro y texto moderno (prosa y verso al retortero. En mi caso ( 1.966 ), veinticinco plazas y más de tres mil solicitantes, ya os imagináis la competencia y dificultades múltiples.
   Nos presentamos cinco de Murcia.  Tres, gloriosamente suspendidos en el primer ejercicio, la gran criba:  escrito sobre dos temas insaculados de entre los 125 del programa común.  Los tribunales hilaban muy fino.  Unico para cada asignatura y todo el país, con sede en Madrid naturalmente.  Para los dos que aprobamos, el resto fue un paseo militar.
   Si no recuerdo mal, el número 5 para mí,  el  9  para mi compañero y amigo Antonio García Berrio.  Ambos, con el tiempo, alcanzamos Cátedra en la universidad.  Ël,  Gramática General y Crítica Literaria;  yo,  Literatura Hispanoamericana.
   Y una pequeña anécdota para disentir cordialmente de nuestro gran Jorge Manrique.  Presidía el tribunal el profesor Baquero Goyanes, uno de mis tres buenos maestros en la universidad, junto al otro (cuyo nombre oculto por caridad y porque ya está juzgado de Dios hace años) también catedrático.  Sucedió que ambos compitieron,  en su día,  por lograr la cátedra, ganó Baquero y el otro quedó enfadado (eufemismo comprensivo). 
   Pues bien,  el profesor Baquero sufrió una nefritis en el primer ejercicio y hubo de abandonar el tribunal, que pasó a presidir el otro.  Final previsible: sólo cinco aprobamos todos los ejercicios por unanimidad. Otros cuatro recibieron mayoría en un ejercicio. ¿Entendéis ahora por qué yo obtuve el número  5  y mi compañero el  9 , sin más explicaciones?  La condición humana.
   Vuelvo al texto metodológico. Sin duda, lo más original fué la Biblioteca que incorporé para lectura de los estudiantes.  Me costó tiempo y trabajo su organización: recuérdese que había alumnos de primer curso ( diez años de edad ) en escala hasta el curso preuniversitario ( dieciocho años ). Debo reconocer que fue muy valorado este aspecto por el tribunal en su conjunto. Porque medio siglo después, sigo pensando lo mismo: sólo sabrá lo que es Literatura quien haya leído mucho y bien.  Y los diez años es una buena edad para comenzar a leer libros hermosos.
    Al cabo,  la magdalena de Proust me ha permitido este pequeño y entrañable viaje de la memoria,  a la búsqueda del tiempo nunca perdido.

sábado, 12 de noviembre de 2016

CURSO DE LIBROS. CRÓNICA DEL JUEVES ( 8 )

   La tarde comenzó bien, aunque decirlo sea un pleonasmo, pues que todas comienzan bien.  Y lo que es mejor, terminan a la altura de las circunstancias.  En todo caso, lo afirmo una vez más: me encuentro muy a gusto con estos alumnos interesados, para quienes la Literatura supone algo importante.
   Al inicio, alguna pequeña anécdota significativa, determinados comentarios con cierto humor relajante.  Y de inmediato, el texto teórico, que así reza:


  "Habría que definir con precisión los conceptos de Belleza,  Expresión y Palabra, para saber cómo se configura y en qué se concreta la obra de arte literaria, sobre todo ahora que incorporamos la prosa narrativa como referencia y análisis.
   Para filósofos y teóricos de estética, la belleza literaria sólo puede expresarse a través de la poesía, por lo que la literatura es algo distinto, complementario y no creacional (según B. Croce).  A su vez, Alfonso Reyes habla de ´ ´literatura en pureza y literaturaancilar´,  reservando para la primera las artísticas capacidades  creadoras de belleza;  mientras que la segunda, sin dejar de ser literatura, lo sería de orden menor.  La opinión de T. S.  Eliot también resulta interesante, con respecto a las Humanidades y a lo que él define como ´´ ´hombre de letras´´   incidiendo en las ideas de literatura clásica y preceptiva literaria.
   Por extensión, también se llama Literatura al conjunto de obras escritas a través del tiempo,  ´´ historia literaria´,  y a los estudios y análisis que ha suscitado,  ´´ crítica literaria´,  para entendernos mejor".


     Y comenzó la explicación con el consiguiente coloquio.  Les cité la novela  "Teágenes y Clariclea", quizá el más remoto testimonio de narrativa en occidente, ubicada en los griegos.  A su propósito,  insistimos en los romanos, que llevan a sus más altas cotas la prosa doctrinal,  muy tangencialmente relacionada con la narrativa.  Para llegar a la Edad Media y el Renacimiento.

   Aquí, cinco puntos de referencia y lectura.  El Infante don Juan Manuel, con  "El conde Lucanor"  o  "Libro de Patronio"  (no confundir con Petronio, el  ´´ arbiter elegantiarum´,  que también tiene que ver algo con la narrativa, aunque mucho más  Apuleyo, con su hilarante y crítico  "Asno de oro", aunque poco más.
   Luego los preclaros nombres de Bocaccio y su paradigmático "Decamerón", quizá la colección de cuentos más leída y que inicia una tradición ya imparable.  Y Chaucer, menos conocido, pero cuyos  "Cuentos de Canterbury"  repiten el mismo esquema, sobre la base de unos jóvenes reunidos, una peregrinación que les permite las narraciones individuales y colectivas.
   Al cabo, dos mujeres destacadas, no por ser mujeres, sino por su valor literario en este caso.  Nuestra María de Zayas y sus novelas cortas (concordantes con las estupendas  "Novelas ejemplares"  cervantinas),  y Margarita de Navarra, que escribió un original y llamativo  "Heptamerón".
   A estos efectos, el Neoclasicismo pasa sin pena ni gloria.  Y llegamos a la gran explosión del siglo XIX  (Romanticismo,  Realismo  y Naturalismo), donde todo se asienta y ramifica: el Cuento y la Novela adquieren carta de naturaleza definitiva, con presencia de muchos y grandes autores.
   Por último, les cité los tres grandes de nuestra lengua, ya en tiempos modernos:  Borges,  Cortázar  y ,  sobre todo,  Juan Rulfo, el mexicano que con una sóla novela y una breve colección de cuentos,  llevó la narrativa y sus dos grandes géneros a elevación dificilmente superable.  "Pedro Páramo"  y  "El llano en llamas".
   Recomendación de lectura que les dejé, y os dejo, para llenar el tiempo de manera satisfactoria y placentera.
   

domingo, 6 de noviembre de 2016

LAS MUJERES TOMAN EL PODER...LITERARIO (ESO DICEN POR DOQUIER)

  Cada vez me molesta más el sesgo que, ya bastantes años,  va tomando la Literatura, incluso la Poesía. Y es que Machado tenía razón :  "!Qué difícil es,  /  cuando todo baja, / no bajar también!".
   Dos criterios entre otros mil del mismo modo degradantes:

1.-  La Literatura se ha convertido en un negocio puro y duro.

2.-  Las mujeres se dejan arrastrar por los modelos masculinos.



   Al menos, eso reflejan crecientemente los medios de comunicación, cada día más ramplones, pacatos y, si se me apura, analfabetos funcionales, pues que los directores suelen enviar a Cultura a los periodistas peor preparados, cuando no a los exquisitos y doctos en erudición, que suelen confundir el innombrable con las cuatro témporas, escribiendo aljamiado para presuntos especialistas e inciados, por lo general tan cursis y cejijuntos como ellos.

   Sociedad chata, poco trabajadora, apenas esforzada en leer libros que merezcan la pena porque exigen pensamiento, sentimiento a lo hondo y preparación.  Los escritores actuales no son excepción.
    Los medios de comunicaci´on, mucho menos.  Entre todos han llegado a un consenso (!cuánto daño naciendo de la política doméstica que nos abruma!) para potenciar y cumplir el axioma devastador de Lope de Vega

    "El vulgo es necio y, pues lo paga, es justo
     hablarle en necio para darle gusto".

Todos de acuerdo y a vivir, que son dos días.  Y la mitad noches, cabría añadir.  Pues no.  !Abrenuncio!,  como alguien decía en el evo. 

   Hombres y mujeres, en estos planos,  todos iguales y determinados por el talento individual y su capacidad de perfeccionarlo con el tiempo y el trabajo.  Me niego a este feminismo descafeinado, y al otro de oposiciones frontales,  y al paternalismo de muchos varones que se van perdiendo por el camino,  y al de los tontos y cobardes que consideran lo lamelibranquio al mundo femenino como un progreso.  Y, en definitiva,  al maniqueísmo que continúa matando la hermosa creatividad del ser humano  (mujer, con sus atributos;  hombre, con los suyos), creatividad siempre menesterosa, por obvias razones,  y por lo mismo necesitada de ayuda para crecer mejor.  
   Yo soy hombre y puedo escribir como una mujer, pero menos: la necesito para que me aporte lo suyo distinto de lo mio.  Ella es mujer y puede escribir como yo, pero menos: necesita de mis aportaciones para crecer en perfección.
   Lo demás,  "verdura de las eras"  (¿quién escribió la sentencia?).  Y para todos estos mentecatos, una recomendación: recuerden el mito de los  andróginos), y su insolencia pre y postnatal,  y los disgustos que proporcionaban al pobre (evangélico)  Zeus.  Y la solución que adoptó el jefe supremo del Olimpo. 
   Y aprendan todos un poco,  que redundará en beneficio de la República,  tanto como decir en pro de este ser humano  "arrojado en el mundo,  entre las cosas" (tiene razón el moderno filósofo oscuro, heredero directo de Heráclito a través de los siglos).
   Y para terminar hoy, un pareado de Garcilaso:  "En el silencio sólo se escuchaba, /  un susurro de abejas que sonaba".

sábado, 5 de noviembre de 2016

CURSO DE LIBROS. CRÓNICA DEL JUEVES ( 7 )

   Habíamos terminado con la Poesía y sus fundamentos métricos, conducentes a la música hermanada con la imagen.  Cuestiones técnicas a manera de base para entender mejor el fenómeno poético y gozarlo con placer creciente, recordando que el placer intelectual potencia el de los sentidos, comunmente llamado emoción.

  El octosílabo y sus cuatro únicas variantes en castellano. El endecasílado y las cinco variantes más comunes y conocidas.  Y el recuerdo de un soneto en tanto que culminación de la lírica.
   Nos aguardaba, pues, la prosa literaria. Les ofrecí una sucinta historia, desde los orígenes tardíos con respecto a la versificación, como no podía ser menos y que se manifiesta en los orígenes de cualquier Literatura, en toda lengua y otras circunstancias.
   Algo de insistencia en que la prosa doctrinal se adelanta en el tiempo, entendiendo doctrina como toda forma de comunicación con predominio del pensamiento racional y todas sus variantes, abarcadoras de lo que suele llamarse Ciencias y Letras, división forzada si que muy útil a efectos metodológicos y de orden que facilita el estudio,  lo que es tanto como decir el entendimiento y aprehensión del universo entorno, centrado casi en exclusiva en la percepción de lo material y corpóreo capaz de impresionar los sentidos,  a tenor de la fórmula aristotélica: "Nihil est in intelectu quod prius non fuerit in sensu".  Los sentidos tradicionales, capitaneados por la vista, como únicos y necesarios caminos para llegar a las ideas.  
   Fundamento filosófico, pero también creador,  incorporanto las sensaciones, según vaya transcurriendo el tiempo histórico, personal y colectivo.
   Así las cosas, llega un momento en que el hombre se siente inquieto, advierte que no todo se reduce a las ideas y el razonamiento lógico.  Entonces incorpora la imaginación y construye mundos extracorpóreos, paralelos a los del razonamiento, no basados en percepciones sensibles, pero igualmente reales con una modificación esencial: el mundo de las sensaciones, producto de la sensibilidad magmática y casi preternatural, que acabará desembocando en la sensibilidad despierta y organizada, capaz de captar lo profundo del universo y manifestarse dispuesta para, sin marginar el mundo de las ideas, levantar el formidable y casi infinito universo de la creación artística basada, también, en la palabra con todas las virtualidades posibles, cuyos logros dependerán del talento individual de los creadores y el evolucionado caldo de cultivo en el que nazcan y trabajen. 
   El individuo y su ´elan vital´   actuando desde la historia y cara al futuro, impulsando cambios permanentes que añadir a lo ya conseguido.
   Y es entonces cuando advierte que, también y sobre todo en la prosa, se halla un depósito creativo de inacabable y versátil belleza.  El tiempo histórico y el tiempo personal, el devenir objetivo que controla el reloj ,  y el tiempo de la sincronía ideosentimental que el narrador podrá controlar y manifestar a su albedrío, sobre la base de la libertad expresiva, que utilizará como el punto de apoyo y la palanca de Aristóteles,  para mover y cambiar no inutilmente el mundo.
   Ha descubierto la expresión en la prosa, sin promover disputa con la poesía, sino añadiéndole timbres y valores armonizados.  Miel sobre hojuelas, pues que la miel y las hojuelas son importantes aisladas, pero mucho más si se manifiestan en armonizada simbiosis.
   Prosa narrativa y su posible clasificación.  Por el momento nos hemos atenido a lo meramente cuantitativo.  Dicho en román paladino, la cantidad de folios que define una narración. Cuatro posibilidades en este sentido, teniendo en cuenta lo reglado del cuento en el siglo XIX  (perfección académica)  y el cuento moderno donde, si no una almoneda en completo desorden, sí cabe hablar de libertad absoluta para el autor: inflorescencia total para el género
    1.-  El Cuento

    2.-  El Relato Breve
    3.-  La Novela Corta
    4.-  La Novela
Les he recordado el cuento medieval,  las  ´novelas´ renacentistas,  los muchos autores del siglo XIX,  Jorge Luis Borges,  Julio Cortázar y Juan Rulfo,  y así.  Con las tres referencias de obligada visita: "El libro de Patronio",  "El Decamerón"  y  "Los cuentos de Canterbury".
   Para terminar, un colofón brillante. El cuento más breve que jamás se haya escrito en lengua castellana, debido a la  "bien cortada péñola" de Augusto Monterroso, siempre con  Cervantes al fondo.  Dice así: "Cuando despertó, el dinosaurio aún estaba allí".