viernes, 14 de septiembre de 2018

HABLAMOS AL ATARDECER

Y  LA  VIDA  SE  INTENSIFICABA

Regreso a la vida de aquella juventud triunfante que ,  un tanto alejada ya de los miserables efectos de la guerra civil ,  se planteaba una nueva fuerza de inercia para seguir adelante sin tantas rémoras o pesadumbres.
  Rondábamos los treinta años ,  la vida profesional resuelta ,  sin grandes aspiraciones materiales ,  muy comprometidos con el trabajo y con la sociedad entorno .  Nos sentíamos vivos y transformadores en la medida que nos lo permitieran las circunstancias .  Nada revolucionarios ,  pues las revoluciones suelen terminar en dictaduras y , dando pasos en retroceso , casi lo único que cambia es el nombre y talante de quienes detentan y ostentan el poder .  Cuando el revolucionario es conservador ,  dice que hay que poner orden en la vida .  Cuando lo es de izquierdas , dice que todo está mal y hay que mejorar la vida de los ciudadanos.
   Ambas posturas estarían bien si no se sintieran protagonistas y ejecutores de sus teorías .  Antes al contrario ,  unos y otros aplican el apotegma de Juan Palomo , yo me lo guiso ,  yo me lo como .
   También hacíamos gala de un claro compromiso político .  Tu padre , Carmen ,  conservaba un manoseado carnet de socialista .  El mío era republicano convencido .  Tanto el tuyo como el mío se bandearon bien durante los años más ominosos ,  pero mantuvieron al final los principios .
   Recuerda la etapa en que yo ,  abstemio total , tomaba con tu padre un whisky con cocacola al atardecer ,  lo hacía en su honor claro .  Tardes de largas conversaciones sobre lo divino y lo humano hasta que ,  avanzando la confianza ,  me enseñó el carnet y me dijo : "Yo , socialista toda la vida ,  y ahora vienen estos quitando la O a las siglas. Pero !qué más! ,  si me han salido los dos hijos varones de derechas" .  Muy revelador y sintomático .
   Por su parte ,  mi padre el republicano ,  tuvo que jurar los principios fundamentales del Movimiento porque erra Maestro Nacional .  Pero no sólo eso .  Los veranos sorianos me enviaba al campamento nacional del frente de juventudes sin más miramientos ni averiguaciones ,  aunque luego me enteré que lo hacía por la calidad de la comida ,  que yo estaba en tiempo de crecimiento intelectual ,  pero también físico .
   Y celebraba en la escuela todas las efemérides que el Régimen exigía .  Y vestíamos la camisa azul mahón ,  y llevábamos la boina roja cuando se terciaba ,  y cantábamos el Cara al sol  y el Prietas las filas mientras izábamos o arriábamos la bandera nacional. Pero los principios los mantuvo inmutables .
   ¿ Y nosotros , Carmen ,  por donde salimos ?  Por vías parecidas y esperanzadas .  Socialista tú ,  hasta que te engañaron por enésima vez ,  que siempre te gusta dar varias oportunidades a la gente ,  lo cual no obsta para que te apreciaras el trabajo y posición de Felipe González los primeros años .  Yo seguía tus pasos ,  incluso trabajé unos años con los socialistas ,  cuyo jefe en Murcia era un compañero de estudios y buen amigo .
   !Quién nos lo iba a decir , Carmen!  Aquellos vientos trajeron estas tempestades .  Pero habían de pasar bastantes años para que la desilusión y el desencanto echaran raíces .  La izquierda se hizo de derechas y es natural que acabe fabricando y vendiendo bombas .  La derecha continúa arriscada .  Y fabrica y vende bombas .
   Pero no cedimos .  Continuamos con los principios inmutables . 

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