viernes, 7 de septiembre de 2018

HABLAMOS AL ATARDECER

TUS  VIRTUDES ,  TUS  DEFECTOS ,  ME PREGUNTAN

   Al principio no hice mucho caso ,  pero como insisten bastantes ,  me parece oportuno escribir a propósito .  Algunas creen que exagero ,  pero no hay tal .

   Convencido estuve siempre de ésto :  dado mi temperamento y carácter ,  no habría resistido al lado de una mujer que no fuera firme ,  independiente y muy desarrollada en todos los aspectos humanos . 
    A tí te habría sucedido igual ,  pues que el amor orientado a la familia poco tiene que ver con la exaltación romántica que apenas trasciende la epidermis ,  por decirlo con cierto grado de eufemismo .
   De ahí que no exagero ,  todo lo contrario ,  me quedo corto porque no parezca presunción lo que es verdad contrastada .
   Como anticipo y elemento primordial ,  hoy escribo a propósito de tu concepto de la familia ,  que incluye la pareja como base de sustentación .
   Tradicional y moderna ,  binomio que combinaste muy bién .  Como pareja ,  necesitabas un hombre adecuado ,  física y espiritualmente .  No sé si lo fuí ,  pero tú decidiste que lo era y no hubo más que hablar .
   A partir de ahí ,  los hijos constituían un deseo y aspiración inaplazables para ti .  Me lo decías con frecuencia ,  que no te sentirías completamente realizada hasta que llegaran los hijos .  Y llegaron tres ,  Javier Antonio ,  Lydia  y  Mari Carmen  ,  años l.969 ,  1.971  y  1.974 .  Pariste por primera vez a tus  29  años  ,
y lo hiciste la última con 34  .  Buenos partos por tu configuración anatómica y otras configuraciones .  Los tres naturales y rápidos .  
   Tres hijos muy completos .  La verdad es que quisiste tener ,  al menos ,  un cuarto .  Me negué en redondo ,  sin apelación ,  a causa de las varices amenazadoras .  
   Les dispensaste una esmeradísima educación ,  colaboré lo pertinente .  Y eso fué todo .  Nada más ,  pero también nada menos .
   Aquí termino por hoy .  Continuaré la revisión de tus virtudes como mujer ,  como madre y como esposa ,  por ese orden de prelación ,  que soy muy hombre y reconozco el orden de las cosas para que se produzca el equilibrio .
   Ahora miro a las galerías del recuerdo y me siento bien porque me dedicaste tu hermosa vida con entusiasmo ,  plena de amor ,  sin la más leve duda .  Y eso para un hombre roza la felicidad .

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