viernes, 23 de septiembre de 2022

VIDA BREVE DE UN PROFESOR ( 143 )

 YO ,  LOCUTOR  DE  RADIO 



       Por entonces así se decía ,  a los que profesionalmente hablaban por la radio se les llamaba locutores .  Y por extensión ,  a cuantos ejercían tal menester en determinadas ocasiones .

      Era muy joven por aquellas calendas ,  trabaja como adjunto en la universidad y hacía oposiciones ,  como todos a la sazón ,  para quedarme fijo en las aulas ,  iempre que los honrados tribunales así lo decidieran ,  aabsolutos en su pírrico poder ,  sin posibilidad de contradecir sus decisiones ante ningún tribunal ,  ni legal ,  ni profesional ni de honor .

     Así era la cosa .  O aceptabas el juego y us reglas o te retirabas de la competición .  Había leído ya el Quijote varias veces ,  con sus infinitas lecciones de vida bien apendidas y asimiladas .  Recordé a propósito la aventura de los leones .  "Leoncitos a mí y a estas horas" .  Pues eso me dije ,  "Tribunales a mí y a estas horas".

     Me presté al juego con todas sus consecuencias ,  y ejercí de fariseo coyuntural ,  con todas las reservas mentales del caso ,  pues que ya llegarían los tiempos en que libremente se pudiera hablar ,  cuando la libertad de cátedra  !por fín!  no fuera una trampa saducea para incautos y desubicados .

     Así que viajé a Madrid para concursar .  Sabía que la plaza estaba dada de antemano ,  pero no me importaba .  Como dijo un miembro del tribunal : "Todavía eres muy joven ,  ya llegará tu tiempo" .  Y otro , más poético , añadió comprensivo : "Hay que venir y ponerse de largo ,  hacer méritos esperando la fiesta definitiva" .

    Fuí ,  me puse de largo ,  recibí los parabienes del tribunal en pleno .  Y llegamos a la última votación del sexto y último ejercicio de la oposición .  Puestos en pié ,  los miembros del tribunal concedieron tres votos al otro candidato y dos a mí .  No había lugar a dudas ,  el ritual se cumplió como mandaban los cánones de la época .  Abrazos y  felicitaciones ,  emplazamientos y despedidas .  Según ellos ,  mi compañero había ganado la plaza ,  yo había ganado una batalla importante .

     Y no me dolió . Antes al contrario ,  de aquella experiencia obtuve ópimos beneficios ,  que redundaron en mi madurez y comprensión del mundo que me había tocado vivir .

     Uno ,  la amistad con el ganador ,  que poca culpa tenía bien mirado .  A él le ofrecieron la oportunidad de su vida ,  y aceptó el dictamen final que le favorecía ,  no se hable más de este asunto .   Repito que de allí salimos amigos ,  hasta el punto en que ,  pasado algún tiempo ,  él quiso y pidió ser presidente del tribunal que habría de juzgarme con todos los predicamentos favorables .  Todo se resolvió a pedir de boca .  Y ya colegas en igualdad de circunstancias ,  continuamos siendo amigos muchos años .

     Otro ,  la intensidad ,  tono y timbre de mi propia voz bien educada ,  en la frontera de tenor y barítono ,  según otro miembro del tribunal ,  don Joaquín de Entrambasaguas ,  catedrático en la Complutense ,  que previamente había pasado por el instituto Alfonso X  de Murcia .

     Pues bien ,  terminada la oposición el profesor Emtrambasaguas me cogió aparte .  "Mira ,  joven profesor brillante ,  yo trabajo para Hispanoamérica en cosas de la radio .  Me ha impresionado tu voz y lo bien que la manejas y modulas .  Te ofrezco hacer unas grabaciones para esos programas " .

     Le dije que sí porque siempre aprovechaba cualquier oferta digna que se me ofreciera .  Y llegué a grabar hasta veinte programas satisfactorios ,  incluso me los pagaron bien .  Que de todo ha de haber en la viña del Señor .

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