sábado, 17 de septiembre de 2022

VIDA BREVE DE UN PROFESOR ( 141 )

 LAS  NOCHES  DE  LAS  CARMELITAS 



     Otra experiencia estupenda ,  de gran impacto y recuerdo memorable por el ambiente vivido y las manifestaciones personales que se fueron sucediendo .

     Principio de los años setenta ,  todavía en plena dictadura aunque bastante sobajada por obvias razones de tiempo y lugar .

     Colegio Mayor Femenino ,  Las Carmelitas para los amigos y conocedores ,  ubicado en el viejo caserón frente al bar La Cosechera .  Dos monjas entrañables con el mismo nombre ,  la Hermana Teresa y la Madre Teresa .  Directora del colegio la segunda ,  excelente .  Magnífica portera la otra ,  auténtica madraza de sonrisa permanente .  Para los jóvenes de ahora ,  la distinción  Madre y Hermana venía por el diferente status ,  graduación y votos dentro de la Orden .

     Allí residía una legión de estudiantes universitarias ,  lo que propiciaba la visita diaria y múltiple de universitarios estudiantes ,  y algunos profesores jóvenes ,  a la hora de la comida y la cena .  Conversaciones y despedidas en la puerta y en al amplio zaguán hasta la escalera de subida .

     Ëste era el dominio de la Hermana Teresa ,  siempre amable y acogedora ,  cómplice de ellas y ellos ,  simpática y recogida tras su pequeñña ventanilla fronteriza .  Las conocía a todas con sus circunstancias ,  nos conocía a todos los visitantes ,  con los que compartía su pequeño y entrañable mundo bien construído .

     La Madre Teresa era una vasca culta ,  buena directora ,  cercana y en distancia según procediera y propiciaran las circunstancias . Había estudiado Ciencias y se le notaba .  Buena gobernanta ,  bien organizada ,  consciente de la difícil y buena labor que podía llevar a cabo .  Lo hacía bien y de casi todo se preocupaba .

     Luego estaba la Madre Prefecta , organización interna en labor conjunta .  Alta ,  serena ,  bien hablada ,  observadora profunda ,  buena conocedora del mundo joven .

     Pues bien ,  una buena tarde me llamaron a capítulo las dos ,  para una proposición que podría llevarse a cabo por la noche ,  después de cenar ,  oportunidad para ocupar un tiempo previo a la dormición .

     Impartir un curso de libros no solo para las chicas de letras ,  sino para todo el colegio .  Me gustó la idea y lo llevamos a cabo durante una larga temporada .  Yo seleccioné unapequeña biblioteca ,  ellas sugerían títulos ,  leíamos ,  conversabamos ,  llegábamos s determinadas conclusiones ,  a veces con valor general ,  en ocasiones más personales e intransferibles .  Daba igual ,  lo importante era leer para trabajar ideas y emociones que pudieren complementar ,  incluso transfrmar la vida y su entorno .

     Resultó buena experiencia ,  compensadora y estimulante ,  bajo el principio socrático que me acompañó siempre :  se puede y se debe enseñar en todo momento propicio ,  no importa el lugar ni otras circunstancias adventicias .

     Un colegio mayor es un buen lugar .  Unas alumnas dispuestas a leer es una buena riqueza humana .  Unas horas nocturnas es un buen tiempo .  Y una buena antesala para el sueño reparador .

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