sábado, 6 de octubre de 2018

CRONICAS DEL ALBA

UN  CURSO  DE  LITERATURA

   Más de una vez te sorprendías de mi insistencia ,  incluso tozodez ,  en seguir trabajando después de la honrada jubilación .  Buenos diálogos teníamos al respecto , siempre positivos ,  sobre todo cuando te recordaba ,  Carmen ,  que prolongaste tu bien ganada jubilación siete años más .  El palo y la vela ,  guapa profesora ,  la mota de polvo y la viga ,  que recuerda el Evangelio .
   Era y es el caso .  Considero que he dado mucho a la universidad ,  pero también la universidad me ha dado mucho y es de bien nacidos ser agradecidos .
   Primeramente ,  me permitió trabajar con placer en aquello que siempre me agradó .  Nunca consideré la enseñanza como la cláśica maldición bíblica  irremisible de  " ganarás el pan con el sudor de tu frente " .  Trabajaba y trabajo con placer .
   Además ,  la institución me dispensaba una remuneración digna ,  que me permitía vivir y disponer de los dispendios necesarios para que los hijos que vinieran ,  Carmen ,  pudieran estudiar lo que quisieran donde les pareciera oportuno para su preparación humana y profesional .
   Recuerda el apotegma compartido por ambos : " En esta casa siempre habrá dinero para libros y estudios ,  y nunca lo habŕa para caprichos y otras gollerías " .
   Aparte del trabajo en las aulas ,  también se me ofreció la posibilidad de realizar la respetable cantidad de congresos ,  encuentros ,  visitas de prestigiosos escritores y otros eventos igualmente notables .   
   Cierto que la universidad siempre fué menesterosa ,  sin dinero para otra cosa que no fuera el gasto diario modesto .  Pero dependía de cada profesor lograr estipendios allegables para lo que pudiéramos llamar extrauniversitario ,  falsamente ,  porque la universidad que se limita a dar clases masificadas y practicar una investigación de andar por casa ,  está condenada a no sobrepasar la frontera de bachilleratos no muy exigentes y desfasados .
   Es decir ,  el balance resulta equilibrado ,  de manera que no es extraña mi afición a seguir ofreciendo algo digno de aprender ,  siempre que haya gentes que así lo deseen .  Que un profesor vocacional siempre debiera estar dispuesto ,  pues que la mies es mucha y escasos los segadores .
   Por lo cual ,  aquí me tienes un año más impartiendo el curso de Literatura .  En esta ocasion lo he organizado en torno a tres objetivos claros :  aprender a hablar major ,  leer más y mejor ,  escribir todo tipo de textos incluídos los creativos ,  como ahora llaman a los literarios .
   Hemos empezado bien ,  como todos los añoa ,  quizá con mayor participación de ellos ,  aunque predominan los  "repetidores" ,  en general mayores que los estudiantes habituales .
   Y aquí hay un fenómeno del que me siento especialmente orgulloso y satisfecho .  Llevo dando el curso cinco años .  Y hay alumnos que repiten dos ,  tres ,
incluso cinco años .  Magnífico y digno de todo elogio por su parte .  
   Cada comienzo les digo y repito lo mismo :" Me sorprende ,  si que agradablemente ,  vuestra presencia reincidente " .  Y ellos ,  con amabilidad ,  me suelen responder :  "Siempre aparece algo nuevo y distinto" .

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