lunes, 8 de octubre de 2018

CRONICAS DEL ALBA ( 5 )

UNA  PROFESORA  EN  PALACIO


  Decíamos ayer ,  como fray Luis de león en su cátedra ,  que habíamos visitado en numerosas ocasiones el Palacio Real ,  para las correspondientes recepciones que las normas protocolarias exigían .  Fueron bastantes años por razones culturales ,  que significan elevadas cotas de humanismo .
   Como te decía ,  la primera vez fui solo a efectos de recibir el espaldarazo docente en el alma mater .
   Pero veinte años después,  casi como en  "El conde de Montecristo ,  apareciste tú en plenitud .  La ocasión la propiciaba mi trabajo y otras ocupaciones ,  cierto .
    Aunque no se trataba de la clásica esposa que acompaña al marido como el acostumbrado florero ,  de difícil colocación y trato .
   Todo lo contrario .  Siempre fuiste una mujer muy preparada ,  como debiera corresponder a toda persona dedicada a las ciencias .  
   Además y desde la niñez ,  una excelente lectora que devoraba cuanto escrito caía en tus manos .  Me encantaba escuchar cómo entreverabas las matemáticas y la química con las vidas y significado de los grandes científicos ,  a la hora de explicar en clase ,  a  muchas de las cuales yo asistía verdaderamente admirado .
   En cuanto al mundo de las humanidades ,  tu matrimonio conmigo te significó buen estímulo y complemento .  Leías todos los libros que yo recomendaba en mis clases y fuiste acabando poco a poco ,  año tras año ,  con mi nutrida biblioteca .  De feliz recordación ,  las veladas de lectura y conversación mientras los niños dormían .  Una emoción y un placer grandemente satisfactorio .
   Así ,  cuando llegó la hora y ocasión de las  "visitas"  citadas ,  te incorporaste con toda naturalidad ,  como una más de las muchas personas cultas y preparadas con las que nos reuníamos .
   Y al hablar de un autor o de un libro ,  participabas con notable soltura y conocimiento ,  representando un papel muy adecuado ,  al extremo de que no pocos escritores se sintieron asombrados de tus conocimientos y aficiones .  El caso de Luis Goytisolo es canónico en tal sentido , recuérdalo .
   De modo que te movías en mi mundo con soltura ,  añadiendo la perspectiva científica como buen complemento ,  pues que una persona culta debe abarcar el ancho campo del conocimiento humano ,  aunque sólo sea para diferenciarse de los meros especialistas o eruditos .
   Siempre me sentí orgulloso de tí y muy satisfecho ,  aunque te sonrojaras un tanto cuando te lo decía .
   Y entre otras muchas ocasiones ,  no se olvida el diálogo que mantuviste con Saramago a propósito de su libro  "El  Evangelio según Jesucristo" .  
   Porque ,  además ,  siempre fuiste mujer intelelectual de fuertes y arraigadas convicciones religiosas .  Que lo cortés no quita lo valiente ,  y tu eres muy valiente y muy cortés .  Que así se haga y así se escriba .

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