martes, 21 de marzo de 2023

A R S LONGA ( 17 )

 PRIMER  EQUIPO  DE  TRABAJO



Ven y verás al alto fin que aspiro ,  dijo el clásico con toda propiedad y ambición sana por lo que habría de venir y sabíamos hacer .

Para entonces ya tenía dos colaboradores excelentes ,  Francisco Rocamora y Paquita Franco ,  a los que dirigía su Tesina de Licenciatura ,  ambos inteligentes y aplicados .  Ella permaneció varios años conmigo ,  aunque al final pasó a Literatura Española como Profesora Titular ,  pues no había plaza similar en Hispanoamericana ,  me cátedra .

Él aprobó pronto las oposiciones de instituto ,  por lo que marchó a muchos kilómetros .  Continuamos la relación ,  pero aceptó cargos directivos en su centro y aquello lo fué alejando de la universidad ,  aunque la relación amistosa permaneció incólume .  Hace unos meses ella murió ,  tiempo injusto .  De élcada vez tengo menos noticias ,  evolución normal de la edad y los tiempos .

Pero también rondaba en el equipo la primera alumna ,  Rosario Hernández ,  dieciocho años y muy vocacional ,  que se presentó en mi despacho con cierta timidez .  Me dijo que yo asustaba un tanto a los alumnos ,  pero que ella sabía barrer el despacho ,  limpiar el polvo ,  sacar brillo a los metales y lo que hiciera falta ,  pero que ella quería formar parte del equipo .  Y así sucedió hasta mi jubilación a plena satisfacción .  Sin su presencia ,  colaboración y ayuda ,  la trayectoria de la Cátedra y mía propia no habrían sido tan fecundas y brillantes .  Le dirigí la Tesina ,  la Tesis doctoral ,  y fué asimilando formación creciente con personalidad propia ,  como corresponde a un buen maestro y a una buena discípula .  Muchos años de colaboración inestimable y amistad duradera .  Fué mi sombra y mano derecha durante más de treinta años ,  y con eso está dicho todo .

Cuando terminó el curso ya tenía constituído un excelente equipo de trabajo ,  formado principalmente por alumnos de primero y quinto curso ,  a los que daba clase de Literatura Universal y Literatura Hispanoamericana .  Pero no me bastaba ,  había que implicar a los profesores de la propia Facultad ,  algunos muy buenos y dispuestos ,  y sobre todo a los de institutos y colegios ,  bastantes de cuales alumnos míos en años pasados .

Nos pusimos al tajo y en poco tiempo aquello fué un hervidero de alumnos ,  profesores y otrs gentes implicadas en el asunto  ,  que trabajamos a más y mejor durante más de treinta años ,  hsta mi jubilación definitiva después del emeritazgo activo .

Nombrar a cada uno de los compnentes sería tarea inútil por inabarcable .  Baste decir que todos fueron buenos y eficaces ,  cada cual en su parcela de actuación y especialidad ejercida ,  desde recibir a un escritor a pié de avión ,  hasta pergeñar una ponencia oportuna y adecuada o controlar un Hemiciclo para evitar aglomeraciones molestas indeseadas .

Cada cual sabía lo que debía hacer y lo llevaba a cabo con total libertad responsable .  En este punto me precio de saber distribuir y delegar .  Aquello funcionaba como un reloj suizo y yo me limitaba a darle cuerda .

Con humor cariñoso me llamaban  "El Jefe" ,  y yo lo aceptaba con igual cariñoso humor .  Y es de notar que la celebración de mis cumpleaños ,  dentro y fuera del Departamento ,  significaban fiestas espléndidas que promovían amistad y buen entendimiento .  ëramos horacianos y sabíamos mezclar lo dulce con lo útil .

Cuando ahora los recuerdo , diseminados por amplias geografías ejerciendo su trabajo y su fecunda vida ,  siento emociones nostálgicas ,  de reconocimiento y amor por todos ellos ,  entre otras razones porque me ayudaron a vivir más y mejor .  Sin ellos ,  mi vida y milagros humanos habrían discurrido por muy distintos caminos ,  siempre menores ,  más arriscados y de limitada proyección .

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