sábado, 18 de marzo de 2023

A R S LONGA ( 16 )

 JOSÉ  DONOSO  EN   "LA  GRANJA"



Aclaración inicial .  La Granja era un incríble lugar de recreo ,  sobre todo nocturno .  Estaba dirigida por un ex sacerdote que no podía  (creo que tampoco quería)  desprenderse de las denotaciones y connotaciones de su profesión pasada ,  que imprime carácter .

Una gran casona oportunamente adecuada para lo que se pretendía .  Una explanada a la entrada ,  con fuego natural en el centro ,  troncos en permanente chisporroteo .  Acceso a la vivienda ,  con una gran vitrina llena de objetos religiosos ,  cálices incluídos ,  Al fondo ,  el espacio con los veladores , manteles de hilo así como un pequeño velón por mesa .  Tres gatos de angora circulando a sus anchas ,  si un cliente los molestaba ,  de inmediato era despedido el cliente .  En el exterior ,  dos enormes y elegantes pavos reales circulando por las tapias y el jardín .  Y para culminar ,  una pequeña leona con larga cadena emitiendo tremendos rugidos ,  como correspondía a su edad y naturaleza .

Pues bien ,  llegó el escritor recibido con palmas .  Visita a la universidad ,  clase magistral a los alumnos para explicar y discutir sus trazas de estilo ,  así como el proceso de su escritura ,  especialmente dedicado a los jóvenes estudiantes que pretendían ser escritores .

Por la la noche ,  reunión con pintores y escultores en El Hemiciclo ,  cafeteria todo terreno ubicada cerca de la universidad .  A hora prudente para mi edad y condición ,  los dejé  "hasta la del alba sería"  con toda probabilidad .

El día siguiente lo dejamos libre y tuvo una actividad frenética con jovenes de toda índole ,  incluída una faraónica rueda de prensa multitudinaria .

Al cabo ,  fimos a cenar .  Y serían las once cuando alguien del equipo sugirió llevarlo  La Granja ,  para que viera algo peculiar y sorprendente .  Y allí fué Troya en términos modernos .

Todo empezó con el fuego de la entrada ,  a cuyo propósito contó una de sus historias ,  mezcla de realidad y fantasía ,  a las que tan aficionado era y que tan bien contaba gacias a sus acreditadas dotes histriónicas .  La ubicó en la Patagonia ,  donde pasó una temporada como cuidador de una tropilla de caballos semisalvajes .

Comentarios desternillantes ante los elementos religiosos acumulados .  Pasamos al salón para tomar una copa y entonces se produjo el primer encuentro con dueño .  Uno de los gatos descansaba encima de la mesa ,  Donoso quiso alejarlo amablemente cuando el dueño le dijo :  "Señor ,  en esta casa los gatos son más importantes que los clientes ,  pero les acomadaré una mesa vecina para que lo pasen bien" .

Trajo la carta de bebidas .  Donoso la revisó sin prisas .  Y al cabo dijo :  " Señor ,  tráigame una Semana Santa ,  por el color morado creo que me va a gustar " .  " Seguro ,  señor ,  pero no solamente por el color ,  el sabor le traerá muchas y buenas sensaciones " .

Bebimos ,  hablamos ,  reímos a gusto y finalmente el escritor sugirió salir a porche ,  le atraía la hoguera y el sonido de los troncos al arder .  Así lo hicimos y en esos momentos el ex sacerdote y dueño tuvo la feliz idea de conectar la música de Albinoni ,  de modo que el ambiente no podía resultar más atractivo y acogedor .

Donoso contaba otra de su imaginativas historias ,  cuando de pronto se produjo un silencia casi sobrecogedor .  ¿ Qué había sucedido ? .  Pues que los pavos reales ,  alzados a lo alto de una tapia y verja de madera , lanzaron al aire su

 glo-gló sonoro 


y bien temperado ,  casi como el clave famoso en dúo perfectamente acompasado .

Y en ese justo instante el escritor ,  interrumpiendo la narración vino a decir :  " ¿ Han escuchado ustedes ,  la conmoción erótica del canto de los pavos reales ? " .

Y allá en lo alto del oscuro y estrellado cielo ,  las cuatro fases de la blanca luna nueva también acusaron un estremecimiento ,  respondiendo a la música  presque celestial de los reales pavos .j

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