sábado, 28 de mayo de 2022

VIDA BREVE DE UN PROFESOR ( 61 )

 UNA  ESCUELA ,  UN  COLEGIO ,  UN  INSTITUTO



     También ,  y sobre todo ,  unos niños ,  unos adolescentes y unos jóvenes en plenitud de hormonas y neuronas ,  todo un espectáculo en caleidoscopio deslumbrante para un profesor vocacional ,  entregado y con ganas de cambiar el mundo .

      Comencemos por la Escuela .  Con 19 años mi padre me preparó la oposición de Magisterio ,  aunque yo estudiaba  segndo curso de Filología Románica en la Universidad .  Aprobé y ,  por ser universitario ,  el Ministerio nos permitía la excedencia automática para no romper el curso universitario .  Apenas dos meses de primaria ,  junto a las numerosas veces que sustituí a mi padre ,  coyunturalmente a lo largo de varios años .  De todos modos comprendí que no sevía demasiado para los párvulos ,  me faltaban cualidades que los buenos Maestros siempre tienen .

      El Colegio .  Mediada la carrera universitaria ,  comencé a dar clase en el Colegio de los Maristas ,  por pura coyuntura y azar .  Tenía yo tres hermanos maristas como compañeros de curso en la Facultad de Letras .  A uno de ellos ,  el hermano Aurelio ,  le daba clase por las tardes en el colegio , pues arrastraba una difícil asignatura del curso anterior .  Ello permitió que el Director me observara y conociera ,  con lo que recién terminada la Licenciatura me ofrecieron contrato para dar clase de Latín ,  Griego ,  Literatura y Filosofía .  La experiencia fué impagable .

     Los alumnos me respetaban ,  con cierto temor todo hay que decirlo ,  me manifestaban cercanía y bastantes acabaron siendo amigos .  Dos sorpresas para ellos .  Una ,  les gustaba que fuera en vaqueros y camisa bastante desabrochada ,  cuando los demás con traje y corbata .  Otra ,  el orden que establecí desde el primer día ,  mental ,  emocional y de trabajo dentro y fuera de clase .  Al punto que llegaron a preguntarme por mi exigencia y rigor de trato .  Respuesta :  "Soy castellano y niño de la postguerra y aquí se viene a estudiar porque es vuestro trabajo".  Incluso algún compañero me llegó a decir : "Oye ¿cómo es posible que tus alumnos te quieran tanto ,  siendo como tú eres de exigente ?" .   Respuesta : "Porque aplico la fórmula de Horacio ,  el poeta latino ,  como el arte de mezclar lo dulce con lo útil ,  base de toda pedagogía".

     Instituto .   Aprobada la oposición ,  debí incorporarme al instituto de Alcantarilla ,  donde había obtenido la plaza ,  elegida por su cercanía a la universidad ,  lo que me facilitaba la cómoda terminación de la Tesis Doctoral en marcha .

      Permanecí solo dos años en el instituto y todo fueron experiencas agradable .  Los niños ,  estupendos y estudiosos ;  sus padres ,  receptivos y agradecidos por lo que estábamos haciendo con sus hijos ;  los compañeros ,  amistosos y entregados a la hermosa tarea de inaugurar un centro importante para la población .

     Me dolió pedir el traslado ,  pero se trataba de incorporarme al Alfonso X ,  sección delegada que después llamaríamos Floridablanca ,  con todos los predicamentos favorables .  Aquí ya teníamos Bachiller Elemental y Bachiller Superior ,  jóvenes de los 10  a los 18  años en las aulas ,  con los notables cambios y mejoras que todo ello comportaba ,  empezando por el talante urbano de los muchachos ,  bastante diferente ,  desenvuelto y gritador .

     La experiencia fué distinta ,  pero igual e compensadora y gratificante .  A la sazón ,  estaba estaba excedente en la cátedra de Santomera ,  escedencia especial que duraba un máximo de diez años ,  por lo que tuve que reingresar dos años para fijar la excedencia normal por si algún día deseaba regresar .

     Reitero para terminar por hoy .  Un tiempo breve en la Escuela Primaria ;  un tiempo más extenso y movido en el Instituto .  No tuve necesidad de regresar a ninguno de los dos estadios ,  pues los restantes cuarenta años los pasé disfrutando en las aulas universitarias ,  cuyas puertas se me abrieron de par en par acogedoras ,  para ir escalando los últimos y fecundos años en mi particular Escala de Jacob .  

     Mirando hacia atrás sin ira ,  bien puedo cerrar esta intrincada y feliz etapa  de mi vida profesional y humana con el broche latino :  " Pax  tecum .  Nihil  obstat " .


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