sábado, 21 de mayo de 2022

VIDA BREVE DE UN PROFESOR ( 55 )

 LA  ESCALA  DE  JACOB ,  FELIZMENTE  CULMINADA



     Una breve vuelta atrás ,  para encontrarnos con el paso del profesor al status de funcionario ,  al que se accedía por el método único de las oposiciones ,  la segunda fiesta nacional como alguien avispado las definió .

     En efecto ,  aún estamos en la capital del reino .  El profesor recuerda que en el tribunal de aquellas pruebas había un presidente ,  catedrático sevillano con gracejo ,  exigente y minucioso ,  aunque un tanto imprevisible .  Y también una vocal ,  catedrática vasca ,  mujer firme y con sentido del humor .  Citados ambos por lo que sucedió .

     La última mañana de las pruebas se dedicaba a la elección de plazas ,  55 en total para los casi  2.000 opositores iniciales .  El secretario del tribunal había colgado en el tablón la lista con el orden de prelación .  Se llamaba uno a uno a los aprobados .  Casi al comienzo fué llamado el profesor quien ,  con calma y sonrisa ,  eligió  Alcantarilla .  Respingo del andaluz y sonrisa comprensiva de la vasca ,  que estaba en el secreto .  El presidente interrumpe y llama aparte al profesor .   "Pero vamos a ver muchacho ,  ¿cómo se te ocurre tal desatino? Piensa que tienes plazas en Madrid ,  Barcelona ,  Bilbao ,  Sevilla... buenísimos destinos ¿ dónde esta Alcantarilla ? " .  "Verá ,  profesor ,  es un agregado de Murcia ,  a tres kilómetros de la universidad donde doy clase y preparo mi doctorado".

      Aclarada la situación ,  nos fuimos a celebrar la cena de felicitacion a los nuevos profesores fijos ,  a quienes los mayores deseaban lo mejor para bien de la enseñanza ,  en general ,  y la media en particular .

     El profesor lo pasó muy bien en el nuevo instituto ,  incluso alguna vocación de letras despertó en aquellos jóvenes interesados ,  que todo lo prometían y en gran medida cumplieron .

     Al cabo de esos dor cursos ,  habían ocurrido muchas cosas y casi todas buenas .  El profesor terminó su Tesis Doctoral  "El tema de la soledad en la poesía romántica española" ,  que mereció Sobresaliente cum laude y ,  a la postre ,  el Premio Extraodinario de todas las tesis presentadas aquel año ,  no importaba el tema o la Facultad en que se presentaron .

     Por aquellas calendas se convocó concurso de traslado entre profesores adjunto de instituto .  Salió una plaza en el Alfonso X de la capital y la pidió y se la concedieron ,  aunque le produjo cierta  "aspereza espiritual ajena" ,  como diría Balmes .

     Veréis el método de adjudicación .  Al concurso se podían presentar todos los profesores del país y el baremo incorporaba dos capítulos : la antiguedad y  otros méritos académicos .  La comisión estaba presidida por un catedrático de Universidad ,  en este caso el profesor don Manuel  Alvar ,  que tiempo después sería Director de la Real Academia de la Lengua y buen amigo del profesor quien ,  llegados los años de esplendor ,  lo invitó varias veces a sus Ciclos y Encuentros  Literarios .  Pues bien ,  el profesor Alvar ,  que para nada conocía entonces al profesor ,  hizo valer el criterio del Doctorado como mérito importante .  Y así alcanzó la plaza capitalina ,  no sin cierta sorpresa ,  el profesor recién incorporado al escalafón .

     Pero unos meses después ,  recibió una extraña y sorprendente carta procedente de Barcelona ,  firmada por un colega extrañado y sorprendido .  Le decía tener 23 años de antiguedad y no se explicaba cómo una comisión injusta le había negado la plaza ,  para dársela a un profesor con solo dos años de antiguo .

     El joven profesor meditó mucho su carta-respuesta ,  para no herir sensibilidades .  Y pues ya explicaba Literatura Hispanoamericana ,  volvió a leer con detenimiento dos cartas memorables :  "Carta  atenagórica"  y  "Carta respuesta a Sor Filotea de la Cruz" ,  ambas de Sor Juana Inés ,  la excelente monja y escritora mexicana .  Y a su tenor ,  respondió con mesura y razonamiento al compañero presuntamente postergado .  No recibió contestación ,  y eso le produjo mayor desasosiego que la anterior carta recriminatoria .  También le sirvió de ayuda en su trayectoria vital y profesional ,  para evitar arrebatos de juventud orgullosa ,  y desairadas actuaciones extemporáneas .

     Siempre se puede aprender algo en este mundo,  de sí mismo y de los demás ,  siempre que se pongan en práctica tres cuestiones esencialmente humanas que todos portamos ,  amén de algunos elementos adventicios que la vida va ofreciendo .  

     En primer lugar ,  que funcione bien el privilegiado cerebro ,  esa caja extraordinaria poblada por cien mil millones de neuronas .  En segundo lugar ,  un grado suficiente de empatía que nos permite conocernos a través del espejo .  Y al cabo ,  el irreprimible deseo de aprender impreso en el corazón y la voluntad de cada ser humano .  Todo bajo el amparo y la orientación de una ética impecable ,  como reza el conocido adagio romano :  "Homo sum ,  humani nihil a me alienum puto".









 


















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