lunes, 16 de mayo de 2022

VIDA BREVE DE UN PROFESOR ( 51 )

 PRIMER  VERANO  EN   EL  ESCORIAL 



     Gratamente sorprendido y depués de lo que aconteciera con  Rafael  Alberto ,  el profesor recibió invitación para dirigir un Curso en la universidad de verano de la universidad Complutense .  También experimentó cierta   dosis de perplejidad por lo inesperado ,  ya que la citada universidad disponía de cientos de profesores cualificados para semejantes tareas .   En todo caso ,  aceptó la oferta con el consiguiente agradecimiento .

     Hay que decir que los Cursos de Verano fueron creados con una doble intención clara :  atemperar las tareas docentes sin abandonarlas y propiciar unos día relajados en plena naturaleza .   Es decir ,  propósito de mezclar lo dulce con lo útil ,  que ya lo dijo bien Horacio .

     Mes de julio ,  hotel  Felipe II ,  buenas instalaciones y una grande terraza dando a la ladera de la montaña poblada de pinos .  No se podía pedir más .

     El profesor seleccionó cinco de los buenos escritores que ya visitaban la universidad de Murcia .  De aquende y de allende ,  americanos y españoles que darían mucho y buen juego a los estudiantes y otros aficionados a los libros que los quisieren escuchar .

     Uno para cada día ,  de lunes a viernes , con esquema sencillo de actuación .  Presentaciones breves ,  intervenciones breves y jugosas ,  grandes coloquios como centro de atención importante .  La parte más docente y tradicional  se desarrollaba en las aulas , tal cual las clases habituales .   El resto del tiempo ,  en la gran terraza ,  libertad absoluta de grupos y acompañamientos ,  preguntas y más preguntas , respuestas y más respuestas ,  todo muy  ad  libitum ,  como debía sr para que los trabajos y los días resultaran atractivos ,  productivos y agradables según el talante y actuación de cada escritor invitado .

     El sábado por la mañana se dedicaba a las despedidas y a la entrega de diplomas a los asistentes ,  para engrosar el pertinente  curriculum personal .  Última comida de gozosa hermandad ,  y todos a la diáspora , con el incrementado cargamento de sabiduría y algunas amistades nuevas que ,  probablemente ,  habrían de continuar en el futuro .

     Pero resulta que el profesor tenía un amigo ,  José  Esteban ,  que a su vez poseía una hermosa casa en El  Escorial ,  con robustas encinas en el jardín  y un hermoso perro ,  que más de un susto proporcionó a los desprevenidos visitantes .          

     Situación bien aprovechada .  El amigo Esteban propuso al profesor invitar al escritor y algunos conferenciantes a cenar en su casa ,  copas finales incluídas ,   "hasta la del alba sería" ,  si fuere necesario ,  conveniente y oportuno .

     La experiencia del primer año fué moderada ,  discreta ,  incluso recatada cabría decir .   De las que siguieron ,  el profesor tiene en archivo anécdotas increíbles ,  que algún día publicará para regocijo y sorpresa de lectores .

     Porque hubo más años ,  más veranos escurialense y más cenas sabatinas  prolongadas con libaciones ,  en ocasiones prudentes ,  a veces desbordadas ,  que si bien no llegaban a bacanal romana ,  se acercaban un poco a las fiestas juveniles y primaverales de los griegos .


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