lunes, 2 de mayo de 2022

VIDA BREVE DE UN PROFESOR ( 40 )

 ESCRIBIR  EN  HISPANOAMÉRICA ,  DESBORDE ABSOLUTO




     Ciertamente así lo fué y sucedió con creces ,  situación para la que no estábamos preparados  a priori ,  si que fuimos ajustando con el correr del tiempo .

      Este ercer tranco de libros y escritura lo titulamos ,  claro ,   "Escribir  en  Hispanoamérica" ,  como los dos anteriores  "Escribir en Murcia"  y  "Escribir en  España" .  Todo muy ordenado ,  lineal en tiempo-espacio y bien clasificado ,  para evitar interferencias no deseadas .

      Hay que decir que ,  para entonces ,  ya teníamos asegurado un holgado pasar financiro ,  gracias a las dos Cajas de Ahorro que vigilaban nuestros dineros .  Las dos tenían un departamento de cultura , con sendos directores intelifentes ,  cultos y con buenas capacidades de públicas relaciones .  Entre ambas y la universidad existían fluidas relaciones de antaño ,  especificadas en nuestro caso ,  al extremo de establecer auténticas amistades cara al futuro de no pocos implicados ,  justo es decirlo .

     Pues bien ,  la primera reunión del equipo resultó intensa y un tanto gritadora .   Estaban exaltados porque ya habían conocido a  José Donoso ,  tan distinto de los españoles a la hora de contar historias de manera oral .  Cada uno traía una nutrida lis de invitados posibles ,  pues varios de ellos estaban cursando la Literatura Hispanoamericana en las aulas ,  y todos andaban enfrascados en la lectura de poetas y novelistas de allá .  Exaltados defendían cada nombre con pasión ,  al punto que el profesor tuvo que templarlos para llegar a un plausible consenso .

     Al cabo cofeccionaron dos listas ,  un con cinco nombres para invitaciones inmediatas ;  otra con quince para ocasiones venideras .  En ambas figuraba Jorge Luis Borges en lugar preeminente ,  pues que aún vivía en su residencia de Ginebra .

     Aquí el profesor dió en razonarles .  El autor de  "El  Aleph" se hallaba en avanzada edad ,  ciego y con naturales dificultades de viaje .  Quizá conviniera mudar la estrategia y no invitarlo para este ciclo ,  dejarlo para más adelante y ofrecerle algo que le pudiera gustar , al tiempo que centrar su figura como gran protagnista único .

     Pensó en proponerlo para el honroso título de  "Doctor honoris causa"  por la Cátedra de Literatura Hispanoamericana ,   Facultad de Letras ,  Universidad de Murcia .  

     La propuesta cayó en tierra fértil ,  la acogieron con entusiasmo y quedó aprobada con unanimidad alegre y confiada ,  dispuestos incialmente a leer todo lo que fuera necesrio ,  así como acopiar la información precisa para preparar bien el acontecimiento .

     Para ello quedaron gustosamente emplazados .  Y continuaron pergeñando la tercera parte del Ciclo .

     Por aquellas calendas los nombres de Pedro de Valderrama y  Abel Posse y  Jorge Edwards estaban en pleno candelero .  Los tres diplomáticos ,  embajadores y escritores de talento .  Todavía no habían incidido en nuestros lares los Mario Vargas Llosa y  Ernesto Sábato ,  que llegarían años más tarde y de qué manera .

     Y por ahí comenzaron los eventos ,  con toda pompa y circunstancia .  Vinieron ,  hablaron ,  conversaron ,  convivieron con alegría ,  y regresaron a sus lugares de residencia con el claro y expresado propósito de volver ,  como sucedió en numerosas ocasiones ,  para satisfacción de propios y extraños .



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