sábado, 29 de octubre de 2016

CURSO DE LIBROS. CRÓNICA DEL JUEVES ( 6)

     La vereda se va convietiendo en camino bastante despejado.  Quizá elevo un poco el nivel, pero al propio tiempo voy observando que les interesa.  Cierto que estos predios de programación,  método y terminología técnica son un poco pedregales, si que necesarios para mejorar la lectura.  Mester de juglaría,  tetrástrofo monorrimo alejandrino, cuaderna vía,  mester de clerecía, sonetos "fechos al itálico modo",  métrica cuantitativa y acentual, pies métricos, troqueos, dáctilos etc. ,  constituyen un escalón con cierto grado de posible aburrimiento.  
   Pero al coger  los  "Milagros de Nuestra Señora"  (Berceo),  las  "Eglogas "  de Garcilaso,  los "Sonetos smorosos" de Quevedo,  "El Diablo Mundo"  (Espronceda),  las  "Rimas" (Bécquer),  "Campos de Castilla"  (Machdo),  "Cantos de vida y esperanza" (Rubén Darío),  "Cántico" (Jorge Guilleń), "El rayo que no cesa" (M. Hernández)  o  "Don de la ebriedad" (Claudio Ridríguez) o  "Cuaderno de Nueva Yorck" , por ejemplo, estos lectores que siguen con atención y aprovechamiento el Curso dispondrán de más y mejores ayudas para penetrar el misterio de la poesía y sus virtualidades personales y colectivas.
   Sea como fuere, hemos recordado las cuatro variantes del octosílabo a expensas del romance que ya conocéis.  Y hemos afrontado el espinoso territorio del endecasílabo, el otro de los grandes apoyos formale de snuestra versificaión.  Un breve excursus a propósito de la métrica cuantitativa y la acentual.  El recuerdo de la Poesía Provenzal y,, de lleno, los italianos, con Petrarca y Dante a la cabeza, sobre todo el primero.  La presencia necesaria del embajador Navaggiero, la visita de Garcilaso acompañando al Emperador Carlos, su amigo, a Roma , y el deslumbramiento del poeta por la musicalidad del idioma y del verso, lo que le indujo al cultivo del endecasílabo,, perfecto en las Eglogas y Canciones, no tanto en los Sonetos,  `porque aquí cuenta la dimensión poema y el jardín cerrado que los catorce versos ( "Dicen que es soneto", según Lope de Vega) supone y exige.
  Al cabo, nos hemos ceñido a los cuatro modelos principales: ENFÁTICO,  HEROICO, MELÓDICO  Y  SÁFICO, analizando un tanto la correlación y correspondencia entre el nombre y su plasmación en palabras rítmicas y rimadas, que todo contribuye,  lpues que la imagen y el sonido son como en haz y e envés de una misma hoja, la del verso, para que alcance a serlo de verdad.  La cuestión de Safo ha despertado interés, lo que me llevó a la conocida estrofa
     "Dulce vecino de la verde selva,
      Huésped eterno del abril florido,
     Vital aliento de la madre Venus,
                Céfiro blando".
Comienzo de la Oda tan repetida y feliz de conformación. Lo del pentasílabo adónico les hizo gracia.
   Acento principal,  período medido, acento final de verso (agudo,  grave,  esdrújulo y su cómputo matemático ), el encabalgamiento, el período de enlace y algunos datos más.
   Y nos hemos despedido hasta el jueves próximo para afrontar la prosa,  también con su música peculiar,  concomitante y distinta, pero siempre complementaria, con la poesía en verso.  El cuento, la narración breve, la novela corta y, por fín, la novela, hermana mayor y piedra de toque de toda narración que se precie. VALE.

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