martes, 18 de octubre de 2016

LA ACADEMIA SUECA NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA

!Ah, las trampas saduceas que el destino suele tender a los desprevenidos y precipitados de todo orden y condición! ¿Recuerdan al famoso coronel de García Márquez?  Pues a la Academia sueca le sucede igual, según cuentan las buenas y malas lenguas: no tiene quien le escriba.
  Sin duda, los académicos desnortados andan buscando un hombre de letras, un escritor que mereciera el premio.  Y se encuentran con que llevan cuatro días intentando encontrarlo, sin resultado positivo.  Estoy a punto de recomendarles a Diógenes, por ver si su linterna pudiere aportar alguna luz.  Incluso se me ocurre sugerirles la caverna de Platón, por si otro tanto.


  Se me ocurren dos soluciones posibles. Una, que los señores académicos reconozcan su impronta equivocada, pidan disculpas con humildad y, finalmente, retiren el premio a quien se lo han concedido. El mundo entero civilizado se lo agradecerá.   Y pelillos a la mar, pues que un error cualquiera puede cometerlo.  Dos, que el no citado receptor hable con su asesor literario y lleguen a una conclusión razonable: renunciar al premio que nunca se le debió conceder y él jamás aceptar.
  Y todo esto, por un mínimo respeto al arte de hablar bien y escribir mejor.  A eso que algunos esperanzados todavía llamamos Literatura.  Y que todos los sospechosos habituales  ("Casablanca") busquen  "El Quijote"  y lo lean.  Nunca es tarde si la dicha es buena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario