jueves, 13 de diciembre de 2018

CRONICAS DEL ALBA ( 62 )

ENTRE  LA  CERVEZA  Y  EL FUTBOLÍN

   La crónica de hoy ,  Carmen ,  pensaba dedicarla a lo festivo sensible y creador ,  nunca mejor dicho ,  como anticipo de la Navidad .  Y el caso es que también se trata de fiesta ,  aunque de muy bajo nivel .
   Llueve y hace un poco de frío .  A mí me gusta la lluvia y  a tí no ,  pero con los años fuimos integrando  ambas disímiles preferencias , al punto de compartirlas ,  que ahí radica parte importante del acercamiento aoroso .
   Sabes que doy la clase en tu Facultad de Ciencias  (ahora convertida en ominoso aulario para transeuntes y paseates de pocos libros) ,  por lo que al entrar esta mañana me topado con un centenar de alumnos en torno a una barra de aluminio ,  cada cual con su gran botella de cerveza como elemento de celebración ,  en pleno campus .  Otros ocho jugaban desaforados en dos mesas de futbolín .
   ¿Te imaginas en aquellos tiempos felices y trabajados?  Es el signo de los tiempos .  Las nuevas y no asimiladas libertades han conducido a ésto .  Los estudiantes (es un decir)  han elevado a categoría universitaria lo que siempre lo fué de calle ramplona .
   Los tienen aparcados en unos edifición a los que llaman universidad y apenas pasan de ser recolectores de manadas en perpetuo tránsito .  Eso sí ,  con toda una parafernalia burocrática de fatua presunción por parte de las autoridades académicas ,  casi en exclusiva orientada a la vanagloria de unos pocos políticos metidos a docentes en busca de cargos .
   Lo disimulan bien .  Y los padres de los engañados estudiantes no reaccionan .  Uno porque no saben ;  otros porque confían en los de arriba ;  otros porque les da igual ;  y  casi todos porque han convertido a los propios hijos ,  desde muy pequeños ,  en intocables reyes de la casa ,  extensible al resto de sociedad e instituciones .  Todos hablan de derechos ,  casi ndie de deberes .
    Claro que luego viene la barojiana lucha por la vida .  Y entonces es el bíblico llorar y crujir de dientes .  Para entonces suele ser tarde .  Y ahí tenemos los miles de egresados con título inservible .
   En paralelo ,  existen las minorías de siempre .  Los inteligentes ,  trabajadores ,  respetuosos con los profesores que lo merecen (cada vez menos) ,  estudiosos por vocación , que salen muy bien adelante y ocupan los buenos puestos de trabajo ,  para su realización personal y para ofrecer a la sociedad lo mucho que de ella recibieron .
   Como siempre ,  Carmen ,  lo sabes tan bien como yó porque fuimos buenos estudiantes y tenemos la experiencia de muchos años con alumnos .  Ejemplo :  en un curso de cuarenta siempre había tres o cuatro que descollaban ,  esos eran y son los imprescindibles ,  como en el poema de Bertolt Brecht .
   Observa ,  guapa profesora ,  que me ha salido casi una catilinaria ,  pero es que me duele la universidad que estamos dejando .  Y mucho más los miles de alumnos que pasan por ella como el rayo de sol a través del translúcico cristal , sin romperlo ni mancharlo .
   Y sin embargo ,  tengamos esperanza ,  siempre basada en la fé y bien afianzada en el amor que todo lo puede .

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