miércoles, 5 de diciembre de 2018

CRONICAS DEL ALBA ( 54 )

CANTANDO  GREGORIANO  EN  SILOS

   Ayer celebraba la nueva reunión ,  prenavideña ,  con el Cuarteto de Alejandría ,  que habían viajado desde Burgos ,  lo que me retrotrajo años ,  cuando viajábamos con los niños ,  un par de veces a la semana ,  para escuchar a los monjes y cantar con ellos a la vez que contemplábamos el ciprés de Silos ,  famoso por el soneto de Gerardo Diego ,  todo un acierto .

   La temporada estival slíamos pasarla en Soria ,  cabe las cumbres del Urbión ,  y lo hacíamos por recomendación del pediatra ,  que nos dijo :  "Si pueden proporcionarles una temporada de mar y otra de montaña , eso es ideal para la salud de los niños" .
   Miel sobre hojuelas ,  Carmen ,  como decimos en mi otra tierra .  Tú eres mediterránea a tope ,  de manera que el tiempo de playa te venía como anillo al dedo .  Por mi parte ,  sobrellevaba esas semanas del mejor modo ,  un pequeño sacrificio por la familia ,  pues que soy hombre de montaña ,  casi montaraz ,  me compensaba saber que terminaríamos donde a mí me complacía y que tú fuiste asimilando con el tiempo .  Todos contentos y felices ,  de manera especial los niños ,  que pasaban un mes completamente asilvestrados ,  como corresponde y es oportuno y necesario .
   Por las tardes tocaba excursión ,  y a fé que teníamos completo el calendario ,  desde los chocolates con churros y bollos en la cafetería Yorck de la capital ,  pasando por el chorizo a la brasa en Toledillo ,  hasta los farallones para entrar en Silos al atardecer .
   Y esto es lo que me interesa destacar .  Salíamos de Duruelo a media tarde .  Merendábamos en Quintanar de la Sierra y continuábamos a Silos , para oir misa a las ocho y escuchar en silencio el conmovedor gregoriano acompañado al órgano .  Disponíamos de unos folletos y  en ocasiones el monje director nos invitaba al canto .
   A la salida tú y yo nos sentábamos en la terraza del hotel  Tres Reyes ,  justo al lado dem monasterio ,  mientras los críos jugaban con otros en torno a la fuente de tres caños ,  en la cual y para diversión de la concurrencia ,  inevitable e ineñorablemente ,  alguno terminaba en el pilón sin otro remedio .
   Los bocadillos para el regreso ,  que tú les habías preparado en tres bolsitas individuales según gustos .
   Alimento para el cuerpo y para el espíritu .  Y aquí paz y siempre gloria ,  como reza el salmo .

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