jueves, 6 de diciembre de 2018

CRONIAS DEL ALBA ( 55 )

ENTRESACA  Y  MATARRASA ,  LAS  DOS  ESPAÑAS

   Ahora que celebramos los cuarenta años de la Constitución y todo son parabienes ,  palabras dulces y recuerdos amables ,  amén de salvadores ,  me vienen al recuerdo algunos episodios reveladores .

  De entrada ,  debo decir que por entonces yo tenía cuarenta años ,  había vivido niñez y juventud en los aos oscuros y me sentía joven y total y racionalmenet esperanzado .  Salíamos del infierno y entrábamos en el paraíso .
   Ahora tengo ochenta años y la mente relativamente lúcida ,  para comprender que algo debió fallar en el intento ,  pues tenemos el país que tenemos ,  aunque los instalados (tanto la presunta izquierda cuanto la convencida derecha) no quieran verlo ,  porque les va muy bien en el machito ,  como suele decirme mi amigo el talabartero :  unos se hacen más ricos sin escrúpulos ,  y los otros reciben buena soldada del erario público :  la élite contenta ,  el pueblo trabajador a sufrir como de costumbre .
   Las dos Españas de las que hablaba Machado ,  siempre helando el corazón de los de siempre ,  los menesterosos de la fortuna y de la codicia de unos pocos ,  también los de siempre más unos cuantos arribistas que se van instalando con promesas y violencia convocadas .  !Qué país ,  Miquelarena! ,  como decía el clásico .
    Pues bien ,  por aquellos tiempos de rabia contenida y esperanza a borbotones ,  mi otra tierra no sólo nos ofrecía paisajes amables para veranos relajados ,  amistosos y divertidos .
   Todo se abría pues que casi todo estaba por hacer ,  modernizar y asentar .  Y resulta que una buenísima amiga ,  maestra por más señas ,  fué elegida alcaldesa de la pequeña población .  El día conocido se reconoció el partido comunista y sus militantes lo celebraron plantando la bandera roja en el monte ,  justo el día de Santiago ,  fecha de reunión de cuadrillas en la zona de Castroviejo.  
   Y allí se montó un enfrentamiento fuerte ,  porque la mayoría del pueblo ,  sorprendentemente ,  venía siendo conservador .  Fué una pequeña bengala de aviso .
   Suce que el pueblo vivía de los montes comunales ,  administrados por el estado .  Ofrezco un dato comparativo :  un maestro ganaba unas diez mil pesetas al año ;  la ración de pinos familiar llegaba a las ochenta mil .  Consecuencia ,  casi nadie trabajaba pues vívían opiparamente ,  gratis et amore .
   Y llegó el verano de la Constitución .  Discusiones infernales en el ayuntamiento ,  acusando de todo a la alcaldesa ,  feroces intervenciones provenientes de los más incultos y convencidos de su sabiduría .  Algo tremendo .
   Todo a propósito de como cortar los pinos del monte comunal ,  a matarrasa (todos los pinos de un rodal)  o  entresaca (seleccionando los aptos del rodal y dejando los demás para mejor ocasión .
   Cómo se encenderían los ánimos ,  que el pueblo tuvo que ser tomado por la guardia civil .  A un lado ,  los partidarios de matarrasa ;  a otro ,  los de entresaca .  Todos con las sierras eléctricas en las manos ,  dispuestos a cortar pinos ... y cabezas si fuere necesario .
   Al final ,  todo quedó larvado y en las manos de los ingenieros de montes ,  presentes y estoicos aguantadores de los peores insultos .
   Presentes tú y yo en la junta ,  te asustaste de verdad ,  Carmen ,  por el riesgo que estaba corriendo la alcaldesa inteligente y tenaz ,  la gran amiga .
   Nos fuimos bien avanzada la noche ,  después de un café de relajación con ella y su esposo ,  también maestro excelente .
   Mientras caminamos por las silenciosas calles ,  te recordé a Machado : "Españolito que vienes al mundo , / te guarde Dios ,  una de las dos Españas /  ha de helarte el corazón" .
   Eppur  si  muove .....

   

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