domingo, 4 de septiembre de 2016

VIAJE ALREDEDOR DE MI DESPACHO

  ¿Recordáis el  "Peer Gynt",  cuando el niño realiza el famoso viaje alrededor de su habitación?  Momento emocionante, literario y musical. Pues algo parecido me sucede en estos momentos, ya con el Curso iniciado.  Os propongo semejante viaje dentro del habitáculo en el que vengo trabajando muchos años y desde el que partirá la mayor parte de mi ocupación ahora.  Para que tengáis una imagen aproximada, si que no presencial, referencia imaginativa que permitirá un mayor y mejor acercamiento.  También será vuestro despacho virtual.  Y cuando se incorporen los ayudantes,  harán un reportaje fotográfico para mejor identificación.

  Os cuento. A lo largo de medio siglo, he tenido cinco despachos en esta Facultad de Letras.  De menor a mayor extención y calidad, salvo la excepción de hace unos ños, coincidiendo con la abundancia de presupuestos y la menor demanda profesoral, casi  in  media  res   de mi actividad docente.  El de esa ocasión era casi faraónico, tres veces mayor que el de ahora, pues que aquí también llegaron los recortes.
  En todo caso, lo esencial permanece desde el primero:  los muebles de roble viejo,  el sofá y los dos sillones cómodos, la  Niké Aptera, el entrañable reloj de pared y un descomunal sombrero mexicano (regalo de una doctoranda de allá), amén de una serie de pequeños recuerdos que antiguos alumnos y colaboradores fueron trayendo a lo largo de los años y el afecto y que permanecen como testigos del tiempo.
   Imaginadme sentado a la mesa.  En la pared frontal, el armario de tres puertas lleno de libros, presididos por un gran cartel con la ermita de San Saturio y el Duero a sus pies.  Carpetas, archivadores, programas, cuadernos personales y unos dibujos de Gaya.  Y la Niké sobre pedestal firme y tocada con el gran sombrero mexicano.
   Pared izquierda, la ventana que da a la Plaza de la Universidad, por donde penetra el sol y las voces de los niños que juegan. Junto a la jamba derecha, una cerámica que reproduce un soneto con mi nombre en acróstico.  A la izquierda, un inmenso panel enmarcado con medio centenar de carátulas: programas de otros tantos encuentros y congresos realizados por nosotros.
   Pared derecha. Un inmenso poster que anuncia el gran Congreso  "Literatura de dos mundos. El Encuentro" (más de 160 escritores presentes), un cuadro con la cabeza de Machado al centro, el ordenador en su mesita y un banco almoneda de quita y pon. Otro gran cartel con medio centenar de fotos: grandes escritores que nos visitaron.
  Pared a mi espalda.  Gran cuadro apaisado con las fotos de mis cinco nietos, todos y cada uno con Vargas Llosa dedicándoles el cuento  "Fonchito y la luna".
  El resto de interespacios, todo lleno de afiches, fetiches y pequeños recuerdos de tantos amigos y alumnos, presididos por una hermosa foto de Borges, en escorzo de pie sobre una gran estrella.
  Este es el espacio en el que trabajo, leo y escribo.  Con todo lo que me acompaña, renovado a periodos, durante medio siglo generoso. Desde aquí os tengo presentes y os recuerdo.
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario