UN DESPACHO EN SAN ESTEBAN
Lo llamo así porque en la iglesia de San Esteban , reconverida en palacio de igual nombre , se ubicaba la Presidencia del Gobierno Regional , con todo lo que ello supone y significa , como iréis comprobando .
Resulta que el presidente Carlos Collado fué mi compañero de curso en la Facultad de Letras , por lo que deinimos buenos amigos . Formó un buen equipo para su trabajo político y a mí me encomendó lo cultural . Hicimos muchas y buenas cosas , sobre todo en lo concerniente al V Centenario del Desubrimiento de América . Me negué a ser consejero porque no me va la política ejecutiva , así que le pedí un despacho en la sede de presidencia , por la cercanía que facilitaba reuniones y consultas .
A la sazón yo era catedrático en la universidad y mi única condición no dejarlo , de manera que durante unos años simultaneaba los dos trabajo , perfectamente compatibles . Y desde esa situación comenzó a fluir el río cultural cn sucesivos proyectos que iban arribando a buen puerto .
Tan es así que pronto necesitamos ampliar espacios y nos fuimos a instalación propia en el jardín de Floridablanca , en la otra orilla del río .
Curiosidad : llegué a tener tres secretarias a mi disposición sin más averiguaciones . Excesivo , pensé , pero todas trabajaban a tiempo completo y sin puntos muertos .
A ello hay que añadir el equipo que yo tenía en la universidad . Fué fácil el entendimiento entre todos , por dos razones fundamentalmente : porque soy hombre que sabe y quiere delegar , también por la buena disposición de los equipiers , que conocían bien su cometido y lo realizaban como un reloj suizo , sin apenas intervención directa mía . Se pusieron de acuerdo para llamarme "el jefe" , primero entre ellos y más adelante con naturalidad pública , lo que me hacía sonreir cómplice y complacido .
Ciclos de conferencias , libros de todo tipo , certámenes literarios , patrocinio de proyectos ajenos , encuentros y exposiciones de arte , investigaciones , becas , en fín , un mundo creciente de ocupación y frutos ópimos . En el cometido impliqué desde alumnos primerizos hasta el alcalde la ciudad y artistas de todo tipo . Eso sí , con la exigencia y calidad necesarias , que la cultura no es una diversión coyuntural y pasajera .
Al cabo de los años fuimos acumulando un respetable patrimonio múltiple , cuya materialidad debe andar almacenada en algunos locales de la Comunidad .
Digo esto por lo que sucedió al final , como es frecuente y habitual en el mundo político , tan movedizo , cambiante y de final infeliz .
Un mal día los avatares político provocaron que el Presidente tuviera que abandonar con cierta premura , digámoslo con suavidad . Y de la noche a la mañana se cerró todo . Vinieron otros polícos aún de menor entidad y visión y , por supuesto , yo me fuí con él , aunque los advenedizos me pidieron continuar para culminar el gran proyecto que teníamos entre manos . Les dije que mi compromiso era con el Presidente , y si él se iba yo me iba con él . Los nuevos no lo entendieron y alguno me mostró su enfado coercitivo . Y entonces les cité a don Quijote con tranquilidad casi plácida : " ! Leoncitos a mí y a estas horas ! " .
Nombraron una nueva Directora General , que había sido alumna mía en la universidad , aunque pese a su preparación y buen ánimo , pronto se vió desbordada y lo que pudo haber sido algo bueno y permanente se fué al traste , al garete casi marinero . En todo caso , habé con ella y me aseguró que el legado estaba bien seguro donde correspondía . Pero es lo cierto que a día de hoy , pasados treinata años , nada más he sabido . Una vez más , tirar piedras contra el propio tejado . Pues qué bien .
Aunque hubo otros de gran valor , los dos eventos estrella fueron el magno congreso "Literatura de dos mundos . El Encuentro" y el Instituto de Estudios Hispanoamericanos , este último en gran medida producto de mi cátedra de la misma nominación .
Al congreso asistiron más de cien magníficos escritores de "aquende y allende los mares" , como gustaba decir Menéndez y Pelayo , al que hoy casi nadie recuerda ni siquiera en la propia universidad , otra vez la desidia .
En la brillante clausura , el escritor y diplomático argentino Abel Posse , representado al corpus de escritores , bien pudo afirmar : A partir de ahora , el mundo hispano sabe que aquí tenemos un lugar de acogida y de encuentro para propiciar más y mejor el hermanamiento real y proyectivo " .
El Instituto de Estudios es otro cantar inacabado . Tras los numerosos y buenos trabajos del V Centenario , pensamos que aquello no debería quedar en palabras y discursos altisonantes , pero perecederos ; antes al contrario , era necesaria una institución permanente que diera sentido e impulsara trabajos de todo tipo para que la comunidad hispana desarrollara lo pertinente , necesario y obligado .
Los hablamos entre todos y , tras consenso unánime , encargaron a mi equipo la redacción de un borrador de proyecto y estatutos , que llevamos a cabo con precisión , altura y amplios horizontes .
Aprobado que fué , determinamos que la sede se ubicaría en edificio dependiente de Comunidad Autónoma y tutelado por su Presidencia . La presencia incuestionable de la Universidad canalizaría los trabajos y los días a través de la Cátedra de Literatura Hispanoamericana y dentro de un amplio equipo multidisciplinar para que todo el mundo quedara implicado y responsable .
En ello estábamos cuando sucedió la marcha del Presidente y su negativa secuela como ya dije . Pasaron los años y el proyecto escrito reposaba en el cajón de los injustos , a la sombra de la ignorancia , para hacer buenos los versos de Machado referidos a otra región : "Castilla miserable ayer dominadora , / envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora" .
Pues bien , los andrajos materiales son facilmente subsanables , pero los andrajos intelectuales y éticos resultan de difícil enmienda , quien lo probó lo sabe .
En todo caso y como soy hombre de ilimitada fé , confío en que los que vienen sucediéndonos encuentren los adecuados caminos para encontrar los materiales , revivir las acciones y proyectar tan excelente proyecto . Sic transit verdaderamente .
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