lunes, 3 de abril de 2023

A R S LONGA ( 22 )

OCTAVIO  PAZ ,  EL PRIMER GRANDE  QUE   AQUÍ  VINO




Con todos los predicamentos favorables para nosotros y a su satisfacción , según nos manifestó el escritor mexicano en varias ocasiones .  No pudo ser mejor .

Vayamos por partes y desde el principio ,  porque la historia no tiene desperdicios y merece ser contada con detalle y observación .
Para empezar ,  casi nadie de nuestro entorno confiaba en su venida ,  ya os lo he contado .  Pero todos los malos augurios fallaron estrepitosamente .
Llegaron en avión ,  él y Maria José  (Meriyó) y los recogieron los dos colabordores con encargo de llevarlos al hotel ,  mientras nosotros realizábamos un multitudinaria mesa redonda en su honor .
Pero mi sorpresa fué cuando los ví aparecer por la puerta del fondo ,  a media luz ,  tímidos y en exceso respetuosos ,  para sentarse al final entre el público .  ¿ Y decían que era soberbio y pratriarcal ?
De inmediato mandé iluminar el aula y lo invité a subir al estrado ,  a lo que se negaba por no interrumpir .  Finalmente accedió y un atronador aplauso inundó la sala con gritos y vítores de salutación del optimista rubeniano .
Primera fiesta de interminable coloquio esperando escuchar sus siempre sabias palabras .
Fiesta que se repetiría al día siguiente en el Paraninfo de la universidad ,  con un conmovedor recital comentado de sus propios versos ,  siempre de pié y paseando por el estradocon el libro en la mano ,  improvisando comentarios sobre sus poemas .  Lo grabamos todo ,  ciertamente .
La cena con el equipo resultó memorable ,  pues en la distancia corta todavía era mucho más cercano y emotivo ,  de modo que los jóvenes colaboradores lo exprimieron a conciencia :  fotos ,  palabras ,  libros dedicados ... en fín ,  todo lo mucho y bueno que aportaba .
Vinieron para dos días y se quedaron cinco .  "Esto  no trastonará tus planes económicos ,  porque yo puedo pagar los tres días suplementarios " .  Así era él y así se mstro en todo momento con nosotros ,  que amor con amor se paga ,  y allí había mucho amor de todos los calibres .
Su permanencia fué porque celebrbamos un ciclo sobre su obra y deseaba asistir y escuchar todas las ponencias ,  como así sucedió para muy agradable sorpresa de todos .
Por imposible ,  renuncio a la crónica de sus salidas por calles y plazas ,  rodeado siempre por los jóvenes en celebración constante .
En este sentido ,  citaré solo el afé nocturno en la plaza Romea .  Tiempo primaveral en Murcia ,  cena frugal y  María José le sugiere a  Carmen tomar un café en tranquila terraza .  Fuimos cinco personas en aparente anonimato ,  vino la camarera y sirvió los cafés .  Y yo observaba que llegaba alguien y preguntaba ,  de modo que se sentaban alrededor .  Al final ,  casi cien personas en torno al gran poeta ,  silenciosos ,  escuchando con devoción .
Otro día ,  Carmen y María José viajaron a Lorca ,  por aquello de los bordados y otras apetencias .  Regresaron exultantes y cargadas de bolsas ,  la otra cara de la moneda humana .
Finalizado lo académico ,  me dijo que deseaba visitar el santuario de la Fuensanta ,  así que dedicamos una jornada "campestre y religiosa" ,  como entonces se decía .  Pasaban las horas como por ensalmo y tuve que anular la comida en el hotel ,  porque pidió comer un pequeño restaurante del Valle .  Y aquí tenéis dos fotos que lo confirman ,  ya sin corbata ,  triscando por los montes y degustando los productos de la tierra .
Y para no ser prolijos ,  mañana la segunda parte ,  please .

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