viernes, 29 de julio de 2022

VIDA BREVE DE UN PROFESOR ( 106 )

 BORGES  ,  CELA  Y  VARGAS  LOSA




     En su momento dedicaré a cada uno el capítulo extraordinario que se merecen .  Por el momento ,  baste decir que fuero los tres más significado por múltiples razones ,  sin minusvalorar a otros eximios que nos honaroron con su presencia vida y atenciones dignas de todo encomio .  Pues que no se trata de vestir mucho a unos santos desvistiendo a otros ,  tal que reza la sabiduría popular con tino y aierto .

     Quizá el mejor punto de referencia coincidente sea el título de Doctor honoris causa que les ofrecimos ,  y que aceptaron con el mejor talante ,  incluso con humildad generosa ,  pues era mucho lo que aportaban y poco lo que recibían .

     Lo reitero una vez más .  El tal título es una distinción académica que la universidad ofrece a personas ,  y personalidades , destacadas en el buen hacer de su profesión ,  incorporándolas a los respectivos Claustros en plenitud de facultades ,  derechos y obligaciones ,  como un profesor más que aporta su inmenso caudal en beneficio de los estudiantes y de cualesquiera personas ,  más o menos implicadas en la tarea .

      De ahí el gozo ,  contento y esperanza con que los propusimos .  De ahí ,  también ,  la satisfacción cuando lo aceptaron agradecidos y bien dispuestos ,  agradecimiento mucho mayor por nuestra parte ,  sabedores de lo que habrían de aportar a partir de la emocionante ceremonia bautismal ,  desarrollada en latín para mayor énfasis y profundidad cultural-histórica .  Ceremonia y ritual magnificos en todos sus detalles ,  desde el Libro de la sabiduría hasta la imposición de la medalla  catedrá y el gorro frigio distintivo .

     El primero en aceptar fué Jorge Luis Borges ,  ya enfermo en Ginebra ,  si que lúcido en plenitud . Las conversaciones que lo gestionaron son memorables y las tengo grabadas en el cerebro y elcorazón como impagable regalo .

     Después vino el caso de Cela .  Aquí es preciso correr un tupido velo ,  precisamente para no desvelar y poner en ridículo la vergüenza colectiva de un claustro desnortado ,  pueril y cicatero ,  incapaz de comprender la transcendencia del acontecimiento posible ,  ya lo explicaré con más detalle .  Claro que la compensación en desagravio multitudinario resultó espectacular ,  desde la enfadada propuesta de la madre de un alumno hasta la inauguración de una hermosa plaza con su nombre ,  ofrecida unánime por el Ayuntamiento de la ciudad .

     El tercero en concordia vino a ser Mario Vargas  Llosa ,  y aquí todas las previsiones fueron ampliamente desbordadas .  Vargas  Llosa es así ,  y  nosotros pudimos y supimos estar a la altura de la circunstancias ,  ahora sí ,  desde el impresionante ritual académico hasta las fiestas y celebraciones posteriores ,  a tenor del bíblico  "no solo de pan vive el hombre" .

     Por estas celebraciones,  y otras muchas que pudiere añadir , me siento sanamente orgulloso de mi profesión ,  de los trabajos y los día llevados a cabo bajo las bóvedas de las aulas ,  pero también en las calles y plazas de la ciudad ,  como el haz y el envés de una misma hoja ,  indisolubles y necesarios en su complemento .

     Que la vida de un profesor es breve (en mi caso ,  apenas medio siglo) ,  pero cuando la variada intensidad pone su timbre sonoro ,  es posible parafrasear al profeta :  ahora ya puedo vivir tranquilo y compensado .

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