miércoles, 15 de febrero de 2017

REALIDAD VIVIDA, RECUERDO FELIZ

  Esta mañana he comenzado a distribuir el último libro patrocinado por mi Cátedra,  "Ultimo encuentro en el Mediterraneo. Homenaje a Vargas Llosa", que publicamos el año 2.013 y me han entregado hace poco tiempo, asi son algunas cosas.


  El año 2.010, el gran escritor y amigo recibio el Premio Nobel. Todos aqui nos alegramos porque tiene muchos amigos en esta tierra hidalga.  Y decidimos,  una vez mas, un Encuentro con escritores y profesores.  Lo celebramos felizmente y el libro recoge las principales conferencias.
   Sucede que el autor de  "La ciudad y los perros" es un personaje mas por estos pagos.  Lo hicimos Doctor honoris causa,  creamos los Premios con su nombre ,  "Vargas Llosa de Novela"  y  "Lituma" de cuento.  Un éxito rotundo durante una década.  Y casi todos los años, el escritor se desplazaba unos dias a Murcia para entregarlos a los ganadores.  le dedicamos dos formidables Congresos, etc.  Ya imagináis su vinculación con la universidad y con las gentes levantinas.  Muy cerna siempre, fue haciendo amigos, que normalmente surgían de entre sus devotos lectores.  Como ejemplo y punto culminante,  cito unas palabras de su ultima carta el año 2.011:  " Voy a Murcia solo para darte un abrazo".
A tal señor,  tal honor.
   Debo decir que el mucho dinero que significaban los Premios y los Congresos lo proporcionaban Cajamurcia y la CAM (Caja de Ahorros del Mediterráneo). Un estipendio notable.  En Cajamurcia celebrabamos "Los Cervantes en la Universidad", a los que vinieron catorce Premios Cervantes, para recibir sus correspondientes Encuentros y Homenajes,  tan merecidos por su valía como escritores y su generosidad amistosa como personas.  En la CAM,  los  "Encuentros en el Mediterraneo".  Y asi, todos los años durante tres lustros.
   Pero llego la crisis conocida. Desaparecio la CAM y Cajamurcia casi clausuró el dinero para cultura.  Todo se interrumpió de modo abrupto,  sin mas explicaciones.
   Y ahi entra el libro, que a la CAM correspodía.  Costo trabajo acopiar el presupueso que logramos, si que muy aminorado.  Pese a todo, salio adelante.  Unos dias en explosión a calle y aula llena.  Baste decir que la noche de la clausura, a cargo de quien escribiera  "El paraiso en la otra esquina",  quinientas personas abarrotaban el Aula, sentadas y de pie por pasillos, y otras cuatrocientas protestaban en la plaza por la imposibilidad de acceso.
  Y asi vivimos unos dias inolvidables, pues que los libros conducen al amor y el amor es la base de todo lo humano reseñable.  " Homo sum, humani nihil a me alienum puto".

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