miércoles, 1 de abril de 2015

Semana Santa, Evangelio puro.


 Ya tenemos la Semana Santa en pleno desarrollo. Hoy, miércoles, las caravanas desaforadas de automóviles en competición van creciendo, subirán durante la noche, continuarán mañana, disminuirán dos días y volverá el Domingo de Resurrección con el regreso de la vacación y el cansancio. Hermosa sociedad. Pero si preguntamos, el 96 % de los catorce millones de conductores desalados nos ofrecerá suficientes razones para el desplazamiento.
  Y mientras tanto, todo está claro. Religiosidad y turismo, dicen. Turismo y negocio, sí; religiosidad, ni por asomo. Luego se acercan los ratoneros de altares (seglares y clérigos, indistintos) para explicar aquello de lo popular en religión, laas tradiciones ancestrales, etc. Todo muy bien. Sin embargo ¿no habrá llegado el momento de separar con claridad la religión de todos los demás poderes, para vivir una sociedad laica moderna, dentro de la cual los ciudadanos (individuales o en grupo) puedan vivir la religión elegida tal que las normas de nacimiento en su origen, sin ulteriores adulteraciones terrenales? Con el Papa que tenemos es posible que...
  En los últimos días han llegado a mi mesa de trabajo dos docenas de libros diz que religiosos, que intentan dilucidar desde la indumentaria de los cofrades en las procesiones, hasta el misterio de la trasustanciación después del Calvario.
   No he recomendado ni regalado ninguno, todos los he arrojado a la papelera, sin caridad. A continuación he visitrado los estantes más personales de mi biblioteca para extraer dos volúmenes que me regalaron hace años, muy manoseados los dos por el uso habitual. El correspondiente a la Vulgata, encuadernado en piel, papel biblia y tipografía un poco arriscada para mi edad. Y sobre todo, el Evangelio, edición trilingue (griego, latín y castellano) preparada por una monja muy devota y amiga, cristóloga excelente.
   Volveré a los dos estos días trágicos y liberadores, que comienzan siempre anunciando el dolor necesario para vivir, y terminan liberando la propia vida con exaltación de la alegría. Algo parecido deseo para todos los que concordéis con estas creencias. Hosanna. 

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