domingo, 24 de abril de 2022

HISTORIA FAMILIAR PARA NIETOS ( 15 )

 LA  VIDA  CONTINUABA  ALREDEDOR




     Llegados a este punto ,  puedo contaros docenas de anécdotas si os interesa .  Me preguntáis y os explico  "sine  die"  ( Lydia sabe latín ) .

     Como recordáis ,  vivíamos en la casa del río ,  en la margen derecha ,  frente a la Diputación y  el Gobierno Civil .  Salón ,  cuatro habitaciones y una gran terraza con hermosas vistas pues era quinta planta ,  desde donde se veía el Instituto de la abuela ,  apenas a doscientos metros ,  llamado Floridablanca ,  entre la Glorieta y la Diputación .

     Así comenzamos la nueva vida familiar con agradable y feliz mootonía .  Los padres ,  trabajando y educando .  Los niños creciendo . Y todo muy ordenado .

     Mientras tanto ,  el abuelo Angel ,  que vivía en Hellín ,  encontró una mujer cordobesa ,  soltera y un poco menor que él ,  y al poco tiempo se casaron .  Una buena mujer que vino bien a todos : el abuelo ya no estaba solo y la familia lo agradeció .  Hacíamos frecuentes viajes para verlos y todo transcurrió estupendo ,  hasta que al abuelo le dió un infarto de miocardio ,  del que se recuperó ,  aunque bastante afectada su salud .  Finalmente se fueron a vivir a Córdoba ,  donde murió unos años después .

     Los abuelos paternos ,  Victorino y Lydia ,  vivían en Molina de Segura ,  muy cerca de Murcia .  Desde que nació Javier los visitábamos a diario ,  casi siempre al atardecer ,  cuando los abuelos terminaban su jornada laboral .

     La bisabuela Lydia tuvo una larga enfermedad hepática y murió joven ,  a los sesenta años .  El bisabuelo Victorino la sobrevivió bastantes años ,  murió a los 86 .

     En esos momentos hicimos un panteón en el cementerio de Nuestro Padre Jesús de Murcia ,  donde ahora reposan los dos bisabuelos paternos y la abuela Carmen esde el día  26 de julio de 2.018 .  El bisabuelo Angel está enterrado en Córdoba .

     Mientras tanto ,  la vida familiar en Murcia transcurría normal y plácida .  Durante el curso escolar , la abuela en el Instituto ,  el abuelo en la Universidad y los niños en el colegio ,  Javier en los Maristas ,  Lydia y Mari Carmen en las Carmelitas .

     Las vacaciones de verano se repartían en dos tandas .  Lugares distintos , por razones de diversión y salud psicosomática ,  pues para una vida sana,  equilibrada y feliz ,  es necesario que el cerebro y el cuerpo trabajen y descansen en tiempos sucesivos y adaptados a la edad ,  necesidades y apetencias de cada uno ,  según la edad y otras circunstancias complementarias ,  pues que no todos los trabajos y diversiones son iguales y con idéntico valor para todos .

     Por eso íbamos un mes a la playa ,  para recibir los beneficios del mar que son muchos .  Resulta que a la abuela  le gustaba mucho la playa  y los interminables baños y las interminables tomas de sol .  El abuelo era todo lo contrario ,  se bañaba lo justo y necesario para la salud .  Y así lo hacíamos un verano tras otro .  El abuelo los trasportaba con todos los adminículos necesarios ,  los dejaba y se iba al supermercado ,  a  correos ,  a las compras y recados necesarios .  Compraba el periódico  y lo leía con parsimonia sentado en una terraza frente a las olas y fumaba ,  con delectación una cachimba o un puro habano , sin prisas ,  en ocasiones solitario ,  a veces en suculentas conversaciones con algún amigo de parecidas fobias y filias .  Por la tarde ,  juegos diversos ,  paseos ,  tómbolas playeras para niños ,  lecturas y los habituales helados antes de regresar a casa para la cena .  Y películas casi todas las noches en los cines de verano al aire libre .

     El otro mes ,  generalmente agosto ,  generalmente agosto o julio ,  dependiendo de las temperaturas veraniegas ,  complemento beneficioso del mar por el oxígeno y el aire puro de las alturass .  El Urbión ,  los prados ,  el río Duero ,  la pesca de truchas y las frecuentes excursiones campestres .

     Allí la vida era muy diferente ,  como ya sabéis por vuestros veranos en Vinuesa y la casa del Pirri .  Los hermanos pasaban casi todo el día en la calle con sus amigos ,  pues no existían peligros ,  aunque las gentes eran mucho más agrestes y montaraces,  un poco brutos ,  en comparación con los mediterráneos .  Incluso los niños salían después de cenar y se recogían sobre las doce sin ningún problema .  Los mayores iban o venía a casa de amigos ,  largas conversaciones ,  paseos en compañía y poco más .  No existían discotecas ni otros centros de diversión en Duruelo ,  aparte  La Sociedad ,  una especie de casino de pueblo con billar antiguo ,  el de las tres bolas .

     Excursiones frecuentes a Cabeza Alta ,  Castroviejo ,  Santa Marina ,  a Logroño ,  a Burgos ,  a Covarrubias ,  a Soria y ,  sobre todo ,  al monasterio de Santo Domingo de Silos ,  para oir misa a las ocho de la tarde y escuchar el canto gregoriano de los monjes .

     Hay que decir que la distancia entre Murcia y  Duruelo de la Sierra es de 650 kilómetros .  El viaje lo hacían en dos etapas parando a comer en Madrid , casa el tío Bernardo .  Reemprendían a media tarde y llegaban y  llegaban a la Venta Nueva sobre las ocho .  Cenaban y último tramo del viaje ya entre pinares .  Cuando llegaban al pueblo se producía un primer jolgorio ,  preguntad a vuestros padres y os lo contarán con todo lujo de detalles ,  pues lo vivían intensamente .

     Para vuestro conocimiento y sorpresa el viaje lo hacían en un coche bastante buen ,  Seat 1.430 ,  que compraron cuando nació Javier  y a propuesta de su bisabuela Lydia para sustituir al pequeño  850 azul ,  alias  El  Topo ,  como lo conocía toda la familia .  Se distribuían así :  el padre ,  conduciendo ;  el abuelo ,  de copiloto ;  en el asiento de atrás ,  la madre ,  los tres hermanos y el pastor alemán Thor ;  en el maletero ,  todo el menaje para el veraneo (entonces no se decía turistas ,  sino veraneantes) .  Y así ,  todo un mes en completa libertad .

No hay comentarios:

Publicar un comentario