martes, 31 de octubre de 2017

PROLOGO

   Hace muchos años,  un gran poeta alemán dejó escrita esta sentencia estrictamente literaria: "Pleno de méritos,  pero es poeticamente como el hombre habita esta tierra".  Hölderlin tenía toda la razón del mundo,  porque la palabra  "poético"  quiere decir creación,  territorio reservado al hombre en exclusiva, que lo distingue del resto de la escala zoológica.
   Por otra parte,  los más grandes poetas de la historia,  y tambien los que no llegan al genio,  han dedicado hermosos versos a sus amadas a manera de condensación de su mundo,  como proyección de sus anhelos y realizaciones,  por la necesidad de proyectar en otra persona muy cercana lo que dijo Antonio Machado entre literario y filosófico: "La esencial heterogeneidad del ser".  Los ejemplos clásicos de Dante y Petrarca son modélicos y han quedado como referencia obligada,  bajo los nombres de Beatriz y Laura.
  Y es que la filosofía y la poesía suponen la culminación de la dualidad que caracteriza al ser humano,  el pensamiento y la emoción,  de manera que sus lenguajes respectivos coinciden en el pináculo de la grandeza vivida y expresada.
   Lo que digo viene a colación y causado por el libro que ahora tienes en las manos,  lector avisado y amable.  Ciertamente,  los poemas que pueblan  "En tu recuerdo" son todos poemas de amor,  con un objetivo central y algunas perífrasis que no son sino raíces adventicias del mismo árbol.  Desde "Tus ojos",  excelente soneto,  hasta  "Luz" , honda metáfora plasmada en verso libre, todo un recital amoroso en devenir,  como las aguas de un río.
   Claro está que el tema amoroso comporta siempre el de la muerte,  que llega de improviso y tiene tanta presencia entre los hombres.  De manera que suele ser como el anverso y el reverso de una misma moneda.  El poeta lo sabe y le rinde el correspondiente tributo,  aunque solapado en cantidad y calidad a lo amoroso.  Y al cabo ,  aparece el necesario sustrato que todo lo abarca,  el de la vida en plenitud,  que se ofrece al ser humano como el gran regalo libre y prometedor,  para que lo asuma,  experimente y comparta según su inteligencia y sensiblidad.
   Es un triángulo que el autor  conoce bien y lo conduce a todos y cada uno de sus versos,  con abundante y variado fluir. 
    El lector puede abrir el libro al azar,  o empezar por el final,  o si es más riguroso,
comenzar la lectura por el primer poema y seguir en línea recta según  la tradición.  No importa.  El orden de los factores,  aquí tambien,  no altera en absoluto el final. 
   Lo importante radica en ir acumulando sensaciones e ideas,  para que al terminar de leer el último poema,  se pueda decir a plena satisfacción lo que troqueló Lope de Vega de modo magistral: "Esto es amor,  quie lo probó lo sabe".  Sustituyendo el verbo,  insisto en que el resultado siempre será el apetecido en el comienzo,  plenamente satisfecho al final.
   Está bien todo lo concerniente al asunto,  a los temas,  incluso a los motivos que llenan los versos y los poemas.  Eso está muy bien y es lo fundamental para que lector se entere y se haga su propia composición de lugar ,  a la hora de asimilar lo que el poeta quiere comunicarle.  El autor de este libro lo sabe bien y ofrece una muy extensa panoplia de motivaciones,  dentro de los grandes temas.  En tal sentido,  los lectores atentos pueden darse por satisfechos  ex abundantia cordis.  Que ya lo dijo claramente Antonio Machado : "Una historia que se cuenta y otra historia que se canta".
   La historia que se cuenta se cifra en el fondo.  Pero al tratarse de poesía,  resulta fundamental la forma utilizada con la pertinente música,  para que al final se integre la historia que se canta.  Lo que el marqués de Santillana  llamaba  "la fermosa cobertura" ,  pues que de su formalización y encaje depende en gran medida el logro múltiple,  que al final queda troquelado para el tiempo.
   En este libro hay versificación con notable variedad de métrica,  que se extiende entre versos de muy variado metro hasta los más tradicionales de nuestra poesía,  culminando con el cultivo y presencia del octosílabo y el endecasílabo,  nacidos para explicitar el sistema fonético de nuestra lengua y las variedades posibles inventadas e importadas de otras lengua hermanas,  tales los casos del francés y el italiano con prferencia.
   El autor se mueve con soltura por estos territorios y ofrece numerosos ejemplos dentro del amplio y variado cuadro,  porque también el colorido contribuye a la expresividad de las palabras bien armonizadas.  El sabe y conoce muy bien la máxima y el encargo que sugirió Mallarmé .  "Los poemas se hacen con palabras,  no con emociones o sentimientos unicamente".
   Me complace,  por ende,  decir que ha sido para mi una grata experiencia la lectura lenta de este hermoso libro de poesía.  En consecuencia,  mi decidida recomendación de su lectura, con una frase la tina que invita y que propicia la satisfacción y el gozo ¨:  "Tolle  et  lege".

Victorino  Polo  García

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