lunes, 25 de mayo de 2015

Ernesto Sábato, Doctor honoris causa. Investidura memorable


     Ahíto de votaciones, políticos mendicantes y fariseos, grandilocuencia vacía, palabras con escaso sentido, ramplonería cultural evidente y algunos esenios mezclados con saduceos que ignoran serlo, regreso a los recuerdos vivos con imágenes que grabaron a fuego nuestra memoria.
         Ahí lo tenéis, en plenitud de méritos bien recibidos y ganados. En pleno fragor, todavía, el impresionante y patético in forme "Never more", redactado junto al fiscal Strassera. Tremenda investigación y vivencias de un tiempo argentino (univeral) que jamás debiera volver, ni para ellos ni para el resto de la humanidad.
          En las dos primeras fotografías, el Rector de la Universidad lee, en latín, los textos pertinentes al caso. En la siguiente me veo investido de formidable honor: leer la Laudatio del doctorando, en tanto que padrino del protagonista.
           La última lo muestra en el pequeño campus, rodeado del equipo de trabajo entonces en acción, más la Agregada Cultural de la Embajada Argentina en Madrid y una Catedrática de Matemáticas, buena lectora y devota del escritor, que devino gran amiga del autor de "El túnel" y "Sobre héroes y tumbas".
              Esto sí es democracia de altos timbres y categoría elevada. Reviviscente catarsis de tiempos mejores, no pasados, capaces de poblar la memoria personal y colectiva para que la historia y su sabiduría permanezcan por el bien de la humanidad, en continuado proceso de hominización creadora.


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