jueves, 4 de agosto de 2022

VIDA BREVE DE UN PROFESOR ( 111 )

 UNAS  NOTAS  PREVIAS ,  PARA  MAYOR  CLARIDAD



     LO CIERTO ES QUE LO FUÉ DESDE SU PRIMER Y REITERADO VIAJE A NUESTRAS AULAS Y  CALLES .

     Desde el primer momento el equipo lo tuvo claro .  Cuando les pregunté por el primer nombre posible ,  respondieron a coro unánime  !Ana  maría! .  Y obramos en consecuencia .

     La llamé ,  hablamos media hora y aceptó encantada ,  un poco temerosa por la responsabilidad ante los exigentes universitarios ,  y eso que ella ya había dado clases en universidades norteamericanas .  "Pero no es lo mismo ,  profesor ,  aquello era más liviano y familiar " .  "Pues bien  Ana  María ,  aquí entre nosotros también tendrás todo lo familiar que desees ,  y lo liviano no va contigo ,  lo puedo asegurar .

     Después pensamos en media docena más de buenas escritoras ,  vivas y en plenitud de escritura ,  algunas famosas ,  otras no tanto ,  pero todas con méritos suficientes para dar explicaciones en torno a la Literatura como fenómeno estético y social .

     También desde el primer intento ,  las chicas del equipo lo tuvieron claro .  Ellas ,  el equipo ,  se ocuparían de todo lo concerniente a ellas ,  las escritoras .  "Por razones obvias y coherentes ,  profesor ,  no van a ir  ellos a recibirlas y darles la bienvenida ,  y acompañarlas luego por si quieren ir al tocador o de compras ,  por ejemplo . No sería correcto ni fino .  No se hable más de este asunto .  !El mundo femenino para el mundo femenino!" .

      Visto desde ahora ,  aquello bien pudo parecer un grito antimasculino ,  pero todo el mundo lo aceptó de buen grado .  Primero ,  porque parecía razonable .  Segundo ,  porque si los chicos hubieran expresado razones de igualdad ,  habrían perdido la batalla ,  pues que lo cortés no quita lo valiente ,  o lo que viene a ser los mismo ,  el encanto no quita la firmeza .  !Pues buenas eran las componentes del equipo ,  de manera especial las más jóvenes! .

     Contaré la primera anéctota reveladora .  Como era costumbre ,  dos equipiers recibieron a la escritora a pie de avión y la condujeron al hotel ,  desde donde me llamaron para  "dar el parte de guerra" ,  como dijo la más inquieta .  "Pero tarde usted un poco en venir ,  porque la escritora tiene que arreglarse ,  retocarse un poco y cambiarse de vestido ,  usted ya me entiende" .  

     Lo entendí perfectamente ,  porque era lo natural ,  oportuno y esperado .  Pero faltaba la guinda de la tarta .  Cuando llegué ya estaban esperando todas en el hall del hotel .  Y digo todas ,  porque no solo estaban las dos acompañantes del ritual .  Había ocho .  Y ningún muchacho .  Queda anotado ,  para los futuros y esclarecedores de la historia .

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