lunes, 5 de julio de 2021

VIDA BREVE DE UN PROFESOR ( 10 )

 LEER  O  NO  LEER ,  HE  AHÍ  LA CUESTIÓN

 



 El profesor lo sabía desde la niñez ,  gracias al ambiente de su propia casa  (padre maestro nacional ,  madre cultísima) ,  lo respiraba ,  el ejemplo ... y la suave imposición previsora de los dos progenitores ,  incrementada por el ambiente de la escuela .  Al cabo ,  realidad educativa de donde proocede todo bien .

   Nunca olvidó la canción aprendida el Día del Libro :

Si quieres un buen amigo ,

que te sea siempre fiel ,

que no te moleste nunca ,

que en vez de quitar ,  te dé ,

busca un libro provechoso ,

léelo con interés

y ya verás como es cierto

que te brinda sólo bien ...


   Ahora se encuentra junto a docenas de estudiantes universitarios en el aula .  Con una idea preconcebida ,  genralmente falsa :  los estudiantes de Letras leen por vocación gustosa .  No era así ,  bien lo sabía por sus compañeros de pupitre ,  cuya mayor parte leía sólo por orden del buen profesor . 

   Duda razonable ,  de difícil solución .   Lo pensó mucho antes de tomar una decisión .  Sus profesores nunca obligaron a leer ,  aunque fuera por exigencias de la profesión ,  si acaso algunas sugerencias y citas de libros importantes .  El resultado era sorprendente :  casi todos los estudiantes manejaban los prólogos de las ediciones críticas ,  con ello bastaba para aprobar exámenes ,  incluso con buenas notas .

   Finalmente se decidió .  Confeccionó una lista de lecturas obligatorias ,  diez para todo el curso ,  que podrían distribuir por trimestres para mayor comodidad y soltura ,  a su libre albedrío .

   Las protestas discretas no se hicieron esperar . Demasiado trabajo ,  muchas horas dedicadas a la lectura de libros ya  "explicados"  en clase ,  un poco de comprensión ... En fín ,  no había marcha atrás .  Habló con los alumnos todo lo que fué necesario,  con un corolario inamovible :  quien no lee mucho y bien ,  nunca podrá ser buen Licenciado ,  mucho menos profesor de Literatura .  Y pues que no se hacía motu proprio ,  era necesaria la obligación metodológica de trabajo .

   Cuando se calmaron las aguas ,  surgió la pregunta obligada :  ¿ Cómo iba a repercutir aquello en el examen ?  Era natural su preocupación ,  pues no estaban acostumbrados a estas innovaciones .

   Procuré calmarlos diciéndoles que redundaría en beneficio ,  nunca a la contra ,  era cuestión de encontrar la forma .

   Cabe decir que ,  a la sazón ,  todos los exámenes eran escritos ,  en general tres temas para desarrollar en una hora (dicho sea de paso ,  camino fácil para la  "copia y la chuleta" con profesores desprevenidos) .

   Les explicó . Ellos leían el libro en casa ,  tranquilamente ,  profundizando cada uno según sus capacidades ,  atención y preparación remota .  Eso sí ,  siempre con folio y bolígrafo al lado para las pertinentes anotaciones ,  sugerencias y dudas ,  anotaciones que también podrían incorporar en los márgenes del libro ,  de manera que sus páginas no resultaran virinales al final ,  considerado el volumen como herramienta de trabajo .

   Les costó adaptarse , dos o tres años de pruebas , rectificaciones y otras formas de encauzamiento ,  pero finalmente todo les pareció normal ,  bueno y necesario para aprender más y mejor .

   Se había salvado el libro como objeto que duerme en los anaqueles .  Antes al contrario ,  pasó a ser considerado como inseparable amigo ,  que los acompañaba siempre ,  para el trabajo placentero y el placer compensador .












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