lunes, 18 de julio de 2016

MAESTROS DE CIENCIA Y VIDA

  Hace unos días terminamos el Curso de lectura y escritura, que imparto los últimos años en la Universidad. Como siempre, muy gratificante, pues que de manera habitual repito que la nuestra es la segunda tarea más decisiva en la vida delas personas; la primera es la medicina, que cuida del cuerpo, envoltorio necesario para lo espiritual aflore y se desarrolle comme il faut (soy un afrancesado irremediable).
  Emocionante despedida, palabras hermosas, abrazos compartidos y un si es no es añorante vestigio del pasado que terminaba, así como nostalgia del futuro que habrá de venir. Mientras "esta cárcel, estos hierros en que el alma está encerrada" (Santa Teresa) resista y se muestre con resistencia suficiente para la etapa siguiente. Por nosotros no ha de quedar.
  Unos días después, una alumna italiana, trabajadora y brillante, vino a mi despacho. Tuvimos una interesante conversación y, a su sesgo y través, vino  a decirme: "Usted es una maestro de ciencia y vida, por eso me ha interesado tanto su curso y le doy las gracias."
  Cuando marchó, unos minutos de reflexión. Y una pregunta, quizá retórica dados los tiempos pacatos y ramplones que estamos viviendo, sin culpa de nadie quizá, pero en los que la mayoría participa con entusiasmo digno de mejor causa. Me pregunté: "Pero alguien que vocacionalmente se dedica a la enseñanza puede disociar la ciencia de la vida, no han de ser todos maestros de vida, en primer lugar, y de ciencia y arte después, para logar el binomio necesario, la perfecta simbiosis creativa?".
  No deseo entrar en disquisiciones que pudieren ser bizantinas si partimos del relativismo que nos disgrega, de la miopía que nos empequeñece el mundo alrededor, tan atractivo por otra parte. me limité a recordar a Platón, sin olvidara Aristóteles, para concentrarme en la fuente nutricia de ambos, el gran Sócrates, que todo lo dijo y sus discípulos escribieron.
  Determina Platón el de las ideas y el carro de Faetón, gran metáfora universal del pensamiento en esta parte del mundo civilizado, afirma: "Educar es proporcionar al cuerpo y al alma toda la belleza de que son susceptibles". Fijaos,  educación, cuerpo, alma, belleza...todo en armonía perfecta y perfectible.  Maestros de vida, claro, como una celebración casi litúrgica.

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