martes, 12 de abril de 2016

Si el prior juega a las cartas ¿qué hará la comunidad?


 Recordad que os prometí volver al blog con más frecuencia. ya véis que lo intento cumplir, aún sin abandonar la más ligera escritura de face book, pues que ambas formas pueden y deben armonizarse de modo complementario.
 Recibo información diaria y compruebo que la corrupción se ha convertido en deleznable pandemia a la que no podemos, o no sabemos, aplicar terapia para su erradicación. Muy mal está que existan los corruptos; mucho peor, que campen por sus respetos y a sus anchas por calles y plazas, impunes la mayoría porque las leyes las han hecho los mismos corruptos, cuando aún no lo eran pero lo pensaban,coincidiendo con los que ya dominaban el juego, que las generaciones también están para esto, para heredarse  sucesivamente y cuidar del negocio y la ocultación. No hay que esperar leyes que barran la corrupción, por tanto.
   Porque si los jerifaltes de antaño, y hogaño, quisieran limpiar el paisaje, la fórmula es sencilla: nómbrese una comisión de incorruptibles (que los hay, solo que silenciados y marginados), recábese toda la información de todos los paraísos fiscales y en seis meses se habrán logrado dos cosas: todos los corruptos en la cárcel y todos los paraísos fiscales cerrados, porque ya no habrá posibilidad de un cliente más.
  Ahora bien ¿quién pondrá el cascabel al gato, según reza la conocida fábula?. También fácil, si colectivamente se quiere. Los millones de ciudadanos honestos (hay que suponer que la mayoría lo son) deben salir a la calle sin alharacas ni otras parafernalias igualmente fariseas, y decir: se terminó la fiesta de los corruptos, pues que nosotros no lo somos y estamos decididos a terminar con las trampas saduceas. Primero, votaremos unicamente a los que se presenten y aún no nos hayan engañado, mentido y saqueado. Y al primer tropiezo de los nuevos, todos a la calle porque se van a presentar, para ser elegidos, los ciudadanos honrados que ahora dormitan en sus casas.
  Tampoco hay que olvidar esto: si la prostitución existe se debe a quienes pagan, nada más. Una educación sexual oportuna y nadir dispuesto a pagar, acaban con ella. El resto de la corrupción, exactamente igual. Ahora bien, si el común de los mortales habla pero no actúa, incluso admite que llegado el momento... No vaya a suceder que critiquemos lo que, a lo peor, podríamos hacer llagado el caso. Que la capacidad para justificar en uno propio lo que negamos en los demás, es proverbial. Sabido es que el corrupto encuentra más "razones" que el honrado, para su defensa.
  Hay que afrontar la realidad y que cada palo aguante su vela. Pero ¿qué tiene que ver esto con los libros? Pues todo, amigos. Los libros siguen siendo la base de la educación. Y la educación es la plataforma que arrasa todo tipo de corruptelas, de las elementales a las trágicas. Pero cuando alguien dice: "Es un niño, no hay que culpabilizarlo porque le haya dado una mala contestación al maestro". Justo en ese momento estamos poniendo las bases de la corrupción, que no tardará en llegar.  Un gran intelectual escribió: "Para alguien que ha leído a Dickens, le resultará mucho más difícil disparar a un semejante".  Pues eso, leer mucho y bien. y cuando eso suceda, se cumplirán todos los derechos humanos sin que nadie tenga que recordar.


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