miércoles, 27 de abril de 2016

A vuelapluma, ideas y emociones

  "En eso se echa de ver, profesor, que usted ya no es joven. La pluma y sus variantes como símbolo y herramienta para la escritura. Se lo hemos dicho en ocasiones, usted no es viejo, sino antiguo". Siempre dispuesto al aprendizaje, la reconvención cervantina me produce halago doble: de una parte, aún estoy en disposición de aprender deleitando, es decir, sigo vivo por la vida; de otra, disponer de estos beneméritos alumnos que vienen al despacho, trabajan y alegran las mañanas con su joven y vocacional presencia.
  Cierto, la pluma para escribir. En algún momento añoraba la des aves, aquellas también cervantinas "bien cortadas péñolas, que tanto y tan bien escribía. Luego me llegó la de mojar en tintero, cuya mejor anécdota la viví en el examen de ingreso en Bachillerato: había que llevar al Instituto recado de escribir: tintero, pluma, lápiz y goma de borrar. Preciosa vivencia para el futuro y el porvenir que se haría histórico. A continuación, la pluma estilográfica, identificada con nuestra generación desde la niñez: poseer una era signo de distinción y orgullo infantil en el colegio que, referido a mí, tantas seducciones no sólo amorosas me propició.
  Suceden muchas cosas a diario, relacionadas con los libros o con las otras virtudes, que merecen y me sugieren comentarios, con los que llenaría mi espacio en face book, lo que no me apetece porque allí, diariamente, incorporo un texto teórico y otro de creación, para un círculo abierto que cada vez funciona mejor.
  En consecuencia, abro en este momento un apartado aquí para semejantes reflexiones o noticias. Y empiezo por lo que sucedió ayer en el Casino de Murcia. Una fiesta multicolor, de versos, música y danza. Cuatro poetisas (prefiero el término) leyeron sus versos, tan emocionantes, tan distintos, tan complementarios. Crearon un buen ambiente. Entre dos y dos, una bailarina cabal y buena concertista de castañuelas (durante mucho tiempo prefería llamarlas crótalos) interpretó una conocida pieza musical, sobre todo en el mundo del flamenco. 
  Leyeron las dos siguientes, muy bien también. Y para cerrar. la bailarina y un su discípulo con el síndrome de Down, interpretaron "La boda de Luis Alonso"  y el "Concierto de Aranjuez". Estupendo dúo.
  Estupenda noche,cerrada con el sorteo de varios libros. Me tocó uno (número 61 en la papeleta) y no deja de ser curioso: medio siglo leyendo y explicando libros para que, al final, se produzca este pleonasmo. Feliz por mi parte.
  Quizá hace unos años no habría asistido a la fiesta de la palabra en verso. Y, al enterarme, habría emitido juicios duros contra la situación. Hoy todo lo contrario. Unas beneméritas personas de cierta edad con todo entusiasmo dedican su tiempo e inspiración a estas escrituras. ¿Son grandes escritores? Pues no. ¿Y qué? Siempre que no pierdan el seso como Don Quijote, bienvenida sea su presencia y tarea. ¿Y los jóvenes poetas, no es posible que alguno escale grados de calidad con el tiempo? Pues claro que sí. Conclusión, cada vez los protejo y aliento más sin engañarlo. Y me siento muy a gusto entre sus trabajos y sus días.




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