miércoles, 14 de junio de 2023

AQUÍ VIVIERON ( 11 )

LOS  GRANDES ,  ALFREDO  BRYCE  ECHENIQUE 




Nos conocimos en Murcia y después nos volvíamos a ver en cualquier lugar de mundo ,  hombre inquietos y andariegos y viajeros como éramos los dos .  Desde el principio ,  todo apertura ,  cordialidad y cercanía .


Yo lo invitaba a mis cursos y encuentros ,  y él venía como a su casa . Y si alguna vez se dilataba un tanto la invitación ,  él me mandaba una extensa carta para recordar la puntual y obligada visita ,  en primavera si era posible .


Cuando a Murcia venía ,  todo era respeto , seriedad y moderación  ,  pues afirmaba la mucha impresión que le causaba  mi caracter  "militar" ,  los cientos de estudiantes en el paraninfo ,  incluso la  "falange macedónica"  del equipo , aunque con los jóvenes equipiers fue desarrollando amistad y simpatía y más complicidad a raudales .  "Pero por favor ,  de esto   que no se entere el  "jefe" ,  quede entre nosotros" .  Y quedaba ,  como corresponde a la armonía .


En El Escorial sucedía un poco diferente .  Era todo más espontáneo ,  incluso con cierto grado de compadreo relajante .  A ello contribuía grandemente la hermosa terraza del Felipe II ,  punto de reunión para las interminables tertulias de medianoche ,  en general animadas con unas copas que podían ser bastantes ,  y en ese ambiente se movia como pez en el agua .


Por otra parte estaba la casa veraniega de Pepe Esteban ,  donde pasábamos veladas increíbles ,  de manera especial la noche de la clausura ,  hasta  "la del alba sería" ,  momentos que aprovechaba para contar historias sorprendentes y peregrinas con fino humor .  En esas cenas yo  "hacía"  los platos de los comensales ,  de modo que Alfredo aprovechaba para solicitar silencio absoluto durante la ceremonia de distribuir condumios ,  así fueran cangrejos de río hervidos con tomate o fideguá salpimentada con exigencias valencianas ,  su ingenio fluía con soltura y fina ironía ,  rememorando incluso la  "cena de Trimalción .


Desarrollamos buena amistad ,  como solía suceder con todos los buenos escritores que por acá venían ,  y este fué otro de los casos singulares .  Por una parte ,  su amistad con mi hijo mayor ,  coincidentes ambos en intereses psicológicos y de escritura  ,  las cartas manuscritas que se cruzaron durante años así lo atestiguan .  Por otra ,  con Carmen ,  acogedora matrona que acogía maternal a los escritores que consideraba necesitados de cariño y atención particular .  El caso es que el fenómeno se repitió en varias y distintas ocasiones , que solía iniciarse ante la sorpresa de que una profesora de matemáticas diera en ser cualificada lectora literaria , comenzando por los libros del protagonista de turno .


Un día le perdimos la pista ,  como que desapareció de lo de los mundillos y mundos literarios ,  quizá se cansó de escribir y publicar ,  lo que no fué bueno para nuestro mundo de las letras .  Debe andar por Perú ,  por alguna cafetería querida y acogedora rumiendo viejas vivencias ,  sin duda bstante solitario ,  en todo caso feliz por los buenos libros que ahí están para sorpresa y solaz de los buenos lectores .


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario