martes, 14 de noviembre de 2017

VIDA DE UN PROFESOR ( 7 )


!!!  LA   UNIVERSIDAD  !!!      !!!  LA   LIBERACIÓN  !!!

   POR BOCA DEL PROFESOR HABLA TODO UNA GENERACIÓN QUE PASÓ  HAMBRE    ( REPITO,  HAMBRE  EN EL ESTRICTO SENTIDO DE LA PALABRA ) ,  JUSTO EN SU NIÑEZ Y PRIMERA JUVENTUD ,  COMO CONSECUENCIA DE LA GUERRA CIVIL ,  ESA BARBARIE CAINITA DE DIFICIL PERDÓN PARA LOS CULPABLES.



    Existían las ominosas cartillas de racionamiento ,  con sus cupones de papel gris oscuro sucio .  No había de casi nada ,  y lo poco que había se racionaba de modo cicatero y cruel .  Una onza de chocolate terroso y un pequeño trozo de infame pan significaban un ocasional premio siempre aguardado y pocas veces conseguido.

   El pan negro .   Unas pequeñas hogazas divididas en cinco trozos que debían durar toda la semana .  El mejor símbolo de aquellos años ,  de dura corteza y amazacotada miga ,  pero por sabido se calla que a buen hambre no hay pan duro .
   Todo aquello se vivió y pasó a la historia como por arte de birlibirloque ,  como por milagro humano ,  que a los divinos queda reservada la multiplicación de los panes y los peces .  Pequeña remembranza para los nuevos tiempos que aguardaban a los ,  de verdad ,  jóvenes privilegiados de la España triste y desconfiada ,  nada que ver con  "La ciudad alegre y confiada" de  Jacinto Benavente ,  aunque ambas afincaran su raíz común en  "Los intereses creados" .





LLEGABA EL FUTURO A BORBOTONES ,  Y ESO ERA LO IMPORTANTE ,  PUES DESEMBOCARIA EN LA PERFECCION DE LO PASADO,  BOTON DE HISTORIA.


   Llegó el otoño , y con él todas las premoniciones positivas ,  todas las esperanzas en crisálida ,  cercanas ya las alas de auténticas mariposas.  El padre , como de costumbre ,  preparó y dispuso todos los documentos ordenados en carpeta  ad hoc , que el muchacho colocó en el fondo de pequeña maleta ,  para la nueva y   "sin par aventura ,  quijotesca en gran medida ,  si que no poco sanchopancesca por razones obvias y de comppromiso con todo lo que atrás dejaba.
   El amor de madre ,  espartana injertada en las   "moradas" de la santa de Ävila ,  dispuso en pequeñas capas la escasa y suficiente ropa interior y exterior ,  sin olvidar las corbatas que nunca utilizó ,   heredades del padre ,  porque las ordenanzas académicas así lo exigían y determinaban :  chaqueta y corbata por obligación social y representativa.
   Al atardecer ,  se despidió de sus dos grandes amigos y las tres amigas inseparables .  La  "chica de los tirabuzones"  ( benditas madres calificadoras )  no quiso aparecer ,  bastante había llorado los días anteriores.
   Los dos amigos ,  muy buenos estudiantes , preparaban ya las oposiciones a Maestro Nacional de Enseñanza Primaria .  Celebraban que el amigo tuviera la oportunidad de volar un poco más alto ,  y los tres deseaban que  "el vuelo no exceda el ala" .  Tomaron unos vasos de vino en el bar  "Las valencianas"  y en la  "Taberna de cordeles"  algo de absenta por el rudo tenor de semejantes despedidas , aunque por hábito inveterado el futuro universitario no bebió  (abstemio toda su vida) ,  bien es cierto que el mismo hábito acabó con la mayor parte de las exiguas tapas .  Todo muy jubilar , trufado de cierta morriña exaltada no precisamente manchega.
   Las amigas empezaron siéndolo a causa del estudio.  Al joven se le daba bien el griego y el latín ,  amén de la literatura,  claro .  Compartían las lenguas muertas y todas las lecturas posibles .  Y el compañerismo de bachiller fue cristalizando en profunda amistad acrisolada con los años .  Las tres eran inteligentes y guapas .  Nunca despertaron las hormones del compañero .   El amigo era bastante atractivo atractivo .  Nunca despertó en ellas el instinto genesíaco (  por lo sabido y experimentado ,  jamás se lo hicieron notar ).        Lo que redunda en axioma controvertido :  entre  mujeres y hombres es posible la perfecta amistad comprensiva ,  fecunda y muy aristotélica .



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