jueves, 6 de abril de 2017

LA LITERATURA SIEMPRE VUELVE ( 10 )

HE  SIDO EN TANTAS TIERRAS EXTRANJERO
LA PASARELA DE MI REGRESO TERMINAL
ME CONSTA QUE NO DEBO SERLO AQUI

  Son versos distribuídos del principio al fin del poema, que hablan bien a las claras de lo apuntado.  Con la nostalgia como telón de fondo,  con la amargura de ser un ciudadano del mundo sin haber elegido serlo,  pese al optimismo de Dickens,  con el temor siempre imperante de no saber si,  al cabo,  seremos lo que fuimos para nosotros y para los demás.
   Y sin embargo,  todo será un secreto a voces cuando culmine.  Es el final del poema e ignoro si allí se confunden realidad y deseo.  El caso es que escrito queda..
   Entre ambos extremos se produce una reflexión y un sentimiento múltiples,  que son a la vez expresión del propio yo creador del poeta que escribe,  y una extrapolación previsible a la universalidad de las categorías no sólo literarias.
   De ahí que el poema mezcle,  continuamente,  la experiencia personal vivida  --un realismo a veces desolador,  en ocasiones esperanzado--  con extensión a todas las criaturas de la tierra,  igualmente exiliadas en algún sentido,  de tal manera que la propuesta y el propósito son claros

NO DEJÉ DE CAVILAR
EN MI ESPAÑOL DE ALIVIO,
AUNQUE ME RODEARAN LISBOETAS O BÁVAROS,
UCRANIANOS O TESALONICENSES.

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