martes, 4 de noviembre de 2014

Imagen y reflejo


   Me pidieron unos alumnos que cambiare el diseño del blog en lo que se refiere a colores de fondo y superficie. Decían, con razón, que letra blanca sobre fondo negro dificultaba la lectura, incluso molestaba a los ojos, precisados de achinarse para percibir mejor. Me pareció acertada la petición, así lo indiqué a la persona diseñadora (huelga decir que yo sería incapaz de tales modificaciones, a tenor de mi "extraordinaria destreza" infotelemática) que me miró con sonrisa comprensiva y me dió a elegir entre varias posibilidades. Se produjo el cambi y confío en que resulte más adecuado.
   En todo caso, se me ocurre una pequeña reflexión derivada, a propósito de la disyuntiva comodidad/exigencia y no sólo para cuestiones prácticas de la vida diaria, sino sobre todo cuando de actuaciones menos frecuentes, si que más elevadas, se trata. Primero, una cuestión de facilidad de acceso: no cabe duda, cuanto más desbrozado esté el camino, mas resulta de agradecer por la economía de esfuerezo y ahorro de tiempo. Segundo, una cuestión de afianzar la experiencia como lección de futuro progreso: a menor esfuerzo, mayor volatilidad y prontitud en la desaparición de la huella que pudiere marcar nuevas etapas o singladuras. Tercero, sobre la base de la peculiar naturaleza humana, cuyo asiento en tal sentido viene dado por el adagio latino:"Video meliora, provoque, peiora sequor". No recibir órdenes, ni siquiera sugerencias. Esto valo porque es mío, no por otras razones, se dice. Necesito equivocarme para aprender, se dice; pero entonces ¿para qué los maestros, para qué fué diseñado Mentor como inseparable pareja de Telémaco, aquellos fundacionales personajes creados por Homero para que pudiera existir Sócrates y sus milenarias parejas conceptuales, a fín de que pudiera continuar y crecer la creación dialéctica, sensibilidad incluída?
   Pudiéramos pensar en el trabajo, el esfuerzo personal y colectivo y considerar que el "castigo bíblico" no se estableció como programa negativo, sino todo lo contrario, considerando al hombre como ser libre, cuasi demiurgo capaz de cierto grado de creación no sólo biológica, que no es desdoro la imposibilidad de que pueda producirse "ex nihilo".
   Y una última posibilidad que intento compartir con los otros (digamos alumnos, sobre todo) a lo largo de medio siglo espectacular y sorprendente para mí. Cuestión de belleza, cuestión estética. Sabido es que la novedad forma parte de la creación artística. También la combinatoria matemática de los elementos previos. Incluso la reformulación de lo ya existente, sin grandes variaciones. Cierto que no todo lo nuevo es aceptable, incluso cabría decir que muy poco de eso nuevo proviene del arte y al arte se dirige para perfeccionarlo en milagrosa multiplicidad de lo uno y lo múltiple. Y es lo cierto que lo nuevo exige esfuerzo en variados campos, tendentes a que la novedad creada sea protéica como parte de su misma esencia. Y entonces aparece la creencia popular: para los colores, el gusto, pues nada se ha escrito sobre ellos. Aunque pudiéramos variar la fórmula de Gracián el sintético y condensado:"Lo bueno, si distinto, varias veces bueno".
    Y entonces a tenor de todos estos prenotandos ¿no resultaría más atractivo, incluso seductor, el blanco sobre negro, inversióntotal de la tradición homologada de la escritura es letra negra sobre fondo blanco, juego de antítesis no solo hegelianas, capaces del mistereioartístico creado y recibido como incentivo para la propia creación?

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