viernes, 14 de julio de 2023

AQUI VIVIERON ( 23 )

 AUGUSTO  MONTERROSO ,  FINO  HUMOR




Lo conocí en  El  Escorial ,  un delicioso verano dentro de mis cursos e n torno a escritores hispanoamericanos ,  mi especialidad durante tantos años en las aulas ,  pero sobre todo fuera de ellas ,  mucho más amables encuentros .

Dese el principio supe que nunca sería un autor leído por masas de lectores ,  minoritario por su forma de ser y ,  sobre todo ,  por su manera de escribir ,  por su estilo .

Tuve la pruba en mis propios alumnos ,  a los que un buen día recomendé un libro suyo sis más explicaciones previas , con el encargo de que lo leyeran sin prólogos ni aparato crítico .  La respuesta fué minoritaria ,  pero como es un gran escritor , decidimos invitarlo a los encuentros de literatura viva ,  para que sobre todo los jóvenes pudieran verlo y oirlo y hablar con él . 

La experiencia resultó preciosa ,  especialmente por su cercanía y sentido del humor .  Como ejemplo ,  una frase que hizo reir a todos :  "Yo no crezco a lo alto ,  sino a lo ancho" .  Media docena de agudos alumnos del curso hicieron casi un seminario a su propósito .

Coincidió en el curso con Ana María Matute ,  pareja entrañable que deslumbŕo a todos ,  por razones obvias que no necesitan explicación .  Las sobremesas en la gran terraza merecieron su grabación y merecerían un libro por lo denso ,  intenso y proyectivo de sus intervenciones .

También lo acompañaba Bárbara  Jacobs ,  su esposa y excelente escritora ,  aunque menos conocida .  Y de allí surgió una hermosa amistad duradera .

Al cabo ,  lo teníamos todo preparado para su viaje a Murcia ,  vía universidad como siempre ,  pero el hombre propone y Dios dispone ,  según la sabiduría popular .  Y se nos fué como él era ,  sin el más mínimo ruido ni publicidad perturbadora .

Aquel año monté mi curso de doctorado en torno a sus libros y a su figura personal intransferible .

Al poco tiempo desapareció del mundo de los vivos y ,  entre otras cosas ,  me permitió una vez más comprobar cómo los coyunturales advenedizos y oferentes en vida ,  olvidan a los reales verdaderos cargados de méritos .

Yo sí lo conservo en mi recuerdo ,  por su bonhomía ,  por su afabilidad ,  por su fino sentido del humor .  Y por lo buen escritor que fué y seguirá siendo para quienes de verdad entienden de literatura .

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