viernes, 27 de noviembre de 2015

DOS LIBROS, CUATRO AMIGOS


        Son dos libros de reciente aparición, que han llegado esta mañana a mis manos. El primero me ha sido entregado en la escalinata de la Facultad de Letras, cuando yo salía de mi despacho para el café matutino. El segundo, me lo ha entregado el autor justo cuando me disponía, ya en el velador de la terraza otoñal, a los primeros sorbos del humeante café sin azúcar, bien cargado según tradición inveterada en mí, que debería cambiar a tenor de la edad que voy atesorando y pese a la genética excelente que me vino en herencia. Pero, ya se sabe, "video meliora, provoque, peiora sequor".  Los romanos ya eran así de prevenidos y meditadores.
   Las matemáticas no fallan en el título. Un libro puede ser un amigo o un réprobo para el resto. Pero también pueden ser dos amigos, si el autor hizo méritos humanos amén de profesionales: el propio libro y sus bondades, más el autor cristalizado en buena persona, que lo cortés nunca estuvo reñido con lo valiente.
   Esta mañana son dos libros y cuatro amigos, con el rizo añadido de la amistad previa a la escritura, por lo que la aritmética emocional se transmuta en matemáticas fractales sin mayores averiguaciones intelectuales.
  Carmen Pérez Ballesteros es autora del primer libro, "Esperanza", palabra-título que anticipa bien y sintetiza el mensaje múltiple acogido y expresado en todos y cada uno de sus poemas. La dedicatoria y los agradecimiento ya constituyen todo un programa de vida y poesía. El prólogo de Juan Tomás de Frutos capta el meollo de la cuestión con palabras adecuadas: "Carmen versifica como pocos y nos atiende con pretensiones que nos invitan a ver el mar y el cielo con sellos de pura garantía de felicidad... Nos habla, como sólo ella es capaz, de golondrinas, de su abuelo, de la sociedad toda, de los sueños, del alma, de la extensa y genuína Fe y de la luz que alumbra donde debe".
  Todo lo comparto y ratifico después de leer tan sentidos versos. Y sólo me resta invitaros a su lectura, que no os defraudará.

          "EL  HOMBRE  Y  SU  DESEO"
 El otro libro responde al título que acabo de incorporar. Su autor es un maestro de larga trayectoria profesional, muy prestigiado en su mundo, que siempre anduvo interesado por la cultura, por las letras, escritor vocacional y gran lector. Lo conozco muchos años y venimos desarrollando una amistad bien fundamentada.
  De entrada, dos cosas hay que decir del libro: la "fermosa cobertura" (Marqués de Santillana dixit) de la edición material, desde el diseño hasta la calidad del papel y la cartulina, mate, de las portadas; rasgo muy de agradecer en estos tiempos un tanto ramplones a la hora de conformar un libro. La otra viene dada por la cantidad y, sobre todo, por la calidad de los poemas incorporados, al extremo que bien pudiera decirse que se trata de una obra completa, pues abarca largo tiempo vivido y escrito.
   Como entrada, incorpora unas paginas autobiográficas, esclarecedoras de lo que sea la escritura, la lectura y, sobre todo, la elucidación que el autor hace de su propia esencia y vivencia, de manera que nos quede claro a los lectores el conocimiento que de sí mismo tiene el poeta y cómo lo transmite a los demás, con una única y fuerte ambición, de modo que el final pueda ser el previsto y deseado: "El conocimiento de nosotros mismos, de nuestro yo más desconocido, auténtico y humano, de nuestro Espíritu. Por eso me he permitido escribir estas líneas a modo de reflexión previa. Ahora sóis vosotros quienes tenéis que juzgar. Si lo he conseguido será un acierto, si no un rotundo fracaso".
  Nada de fracaso. Todo un acierto el empeño de explicarse. 
  Después viene lo decisivo, los poemas. Abarcan toda una vida, desde los grandes temas de siempre  -amor, muerte, esperanza, transcendencia, etc.-- hasta los, en apariencia, más insignificantes o domésticos, convencido el autor de que no importan tanto los temas como el tratamiento poético que se les da. A través de las citas y dedicatorias, queda claro el alto acompañamiento elegido.
  El título es ambicioso; y los logros, adecuados. Aquí hay clara inapiración, conocimiento de los resortes que atañen a los versos y la poesía, convicción de que las vivencia y observaciones deben ser transformadas, atendiendo a los deseos de Mallarmé, cuando decía que los poemas se hacen con palabras, no con sentimientos ni con ideas. Pero Francisco Martínez Merino sabe que ideas y sentimientos constituyen la base de la buena poesía. Aquí está, también, la música de las esferas pitagóricas, que es tanto como decir la música del universo, que es tanto como afirmar que la música, condensada y bien temperada es la que informa toda la poesía que se precie, que ya lo decía Fray Luis de León:"Salinas, cuando suena / la música acordada,/ por vuestra sabia mano gobernada". Música que siempre termina en las palabras que forman los versos, para que la poesía logre las alturas a las que está destinada.
  Es un muy buen libo "El hombre y su deseo", que responde a la idea del clásico: "Homo sum, humani nihil a me alienum puto". A nuestro autor nada de lo humano se le escapa, bien porque lo ha vivido directamente, bien porque ha sido capaz de asimilarlo a través de la observación profunda de las circunstancias vitales, que le fueron llegando con los trabajos y los días.
  Libro excelente, cuya lectura recomiendo, para que los lectores reciban los mensajes compensadores que yo he recibido leyéndolo. Una experiencia gratificante y placentera.

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