viernes, 3 de agosto de 2018

HABLAMOS AL ATARDECER

EN  EL  PANTEÓN  FAMILIAR


  Como todas las tardes ,  he ido a visitarte para hablar un rato contigo ,  que considero la mejor oración y plegaria para tí y para mí.  Me serena mucho hablar contigo a solas ,  lo necesito .  Tú lo entiendes y lo compartes ,  porque eres muy religiosa y,  aunque yo no lo soy tanto ,  también ese camino de la fé redentora lo hemos compartido siempre .
   Ahora quiero indicarte donde estás exactamente .  Recuerda que mis padres están en la parte superior ,  juntos desde que mi octogenario padre muriera y trasladamos los restos de mi madre .
   Pues bien ,  justo debajo de ellos ,  en el nicho central ,  te hemos colocado .  Y ya he indicado a los hijos que me coloquen junto a tí cuando llegue el momento .  Juntos en esta vida ,  juntos para la otra .  Por el momento están tus iniciales ,  M C A E ,  a la espera de la leyenda que mandaré hacer con la misma grafía que mis padres tienen .  Te querían extraordinariamente y tú a ellos .  Es justo y necesario que continuemos con los signos de identidad que nos caracterizaban .  Familia que vive unida ,  permanece unida con lo mucho en común que nos define .
   En el pequeño altar hay un precioso búcaro de flores que ,  seguro ,  te gusta ,  pues tu pasión por las flores era evidente y conocida .  Y todo alrededor ,  hasta la puerta ,
las numerosas coronas que tu familia y mejores compañeros y amigos 
han tenido la delicadeza de aportar .  Grandes merecimientos los tuyos ,  sensiblemente reconocidos con el símbolo de las flores .  Floralia tantum en y para  tu amor .
   También he de decirte que ,  al abrir ,  recibo un vaho denso de mezclados y enervantes olores .  Cada tarde me llevo unas cuantas rosas amarillas ,  rojas y blancas ,  y las coloco en los jarrones que tienes repartidos por la casa .  Tus nietos se admiran cuando llego y me ayudan a colocarlas .  Son magníficos ,  tú bien sabes la pasión que sienten por su incomparable abuela .
   Cuando me despido ,  no puedo ni quiero evitar dos lágrimas ardientes ,  que no son solo de duelo ,  sino sobre todo de esperanza .  Y que brotan del inmenso amor que te he profesado ,  te profeso y te profesaré .

RECUERDE EL ALMA DORMIDA , /  AVIVE EL SESO Y DESPIERTE CONTAMPLANDO ...

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