Es lo que me recomiendan los buenos amigos , tanto quienes padecen situación semejante , cuanto los más jóvenes que reflexionan y aprenden .
Estoy de acuerdo , entre otras razones porque no hay otro remedio . Incluso los psicólogos me indican que no es bueno estar rodeado de los objetos del ausente , ya que supone un permanente recuerdo y remoción de lo vivido y ahora perdido .
Tampoco lo discuto . Pero estimo que las reglas generales son válidas cuando se atiende a la particular psicología de cada cual , amén de otras circunstancias que han ido conformando la vida .
En mi caso , bastante tengo con que tú no estés , como para eliminar los vestigios materiales que has ido acumulando , para bien y siempre compartidos : un vestido , unos zapatos , un echarpe , un reloj de plata que ya no funciona , una pulsera con las medallitas de tus tres hijos , que te regalé justo cuando cuando cumpliste 34 años , unos meses después de nacer la última .
Todo lo tuyo lo conservo , no como una obsesión perniciosa , sino a manera de recuerdo y presencia sentida .
Te pondré un ejemplo , el desayuno . Tú preparabas la cafetera y salías al porche para fumar sentada el cigarrillo previo , y esperabas . Yo preparaba la bandeja con dodos sus elementos , incluídas las dos tazas gemelas , la tuya siempre con plato , por favor . La sacaba a la mesa y tú lo distribuías todo , con la exquisitez ritual aprendida y perfeccionada en las monjas . Ingeríamos y hablábamos . Al final , yo recogía la bandeja mientras tú encendías el cigarrillo post y mi pequeño puro para las volutas , que te gustaban .
Pues bien , sigo haciendo lo mismo con lo mismo . Sólo falta tu presencia física , pero están y permanecen todas las demás presencias . Y confío en que duren
hasta "la consumación de mis luengos siglos" , Carmen matrona .
" PARA LOS NUEVOS LARES ,
ESTEPAS HAY EN LA FLORESTA UMBRÍA ,
LEÑA VERDE EN LOS VIEJOS ENCINARES " .
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