Son tres elementos simbólicos que cuentan mucho en tu vida , Carmen . Aún recuerdo mi regreso del primer campamento de milicias . Yo regresaba casi negro , de tanto sol de verano en Málaga , tórrida tierra la de Montejaque . Tú estabas morena casi total , de tanto baño y solarium . Coincidencia que nunca se volvió a repetir , pues que yo soy rubio de pigmentació cutánea clara , y tú lo eres de pigmantación oscura , presque africana . A tí te chifla el agua y a mí en absoluto , partidario como soy del adagio vasco : "El agua para lavarse y pa las ranas , que nadan bien ."
Pasemos a la primera etapa de baños . La balsa de Víllora , situada en la finca de unos amigos a unos dos kilómetros de tu casa , no os importaba la distancia . Era la clásica balsa de usos múltiples relacionados con el agua . Con los elementales requisitos de higiene y cambio hídrico , un paralelepípedo excavado en la tierra con hierba alrededor , todo muy natural y ecológico . Allí que caminábais con entusiasmo juvenil ansioso de baño .
La segunda etapa , todavía en Hellín , vino dada por la piscina municipal junto al campo de fútbol . Con todos los predicamentos favorables , casi una piscina olímpica incluído un amplio solarium armado en la parte superior . Hay que decir que , a la sazón, el ayuntamiento era de los más ricos del país, por lo que podía permitirse estos lujos y algunos más , todos sorprendentes para la época . Por ejemplo , un colegio de enseñanza media totalmente subvencionado .
Pues bien , allí cumplíais los deseo de agua y baño a plena satisfacción placentera . Eso sí , a las horas de mujer , porque había horario doble y separado : masculino y femenino .
Luego vino ya la total apertura de horizontes , con el mar como territorio de vacaciones pasadas por agua . Y debo recordarte que eres una persona particularmente friolera , lo que nunca fué obstáculo pra bañarte en aguas no precisamente cálidas , como son las del Cantábrico y las del Mar del Norte . Tú siempre fuiste así . Si a la frecuencia de baño añadimos tu pigmentación , no es extraño que estuvieras morena todo el año .
Y ahora , la anécdota curiosa por mi parte . Yo no sé nadar . Sin comentarios , otro día lo haré más explícito y aceptable. Nunca podré olvidar la cara que pusiste al recibir la noticia .
Y es que tú siempre fuiste una sirena mediterránea y yo un castellano de las orillas del Duero .
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