Hoy se cumple un mes de tu ausencia , que he vivido como si fuera un siglo , tal es la acumulación de sensaciones , ideas , emociones a veces encontradas , siempre profundas y lapidarias .
Pero no sufras demasiado por mí , lo llevo bastante bien dentro de lo que cabe . Por ejemplo , he asumido que la soledad me acompañará siempre mientras no se produzca el reencuentro contigo . Me refiero a la soledad interior proyectada por tu ausencia física . Y también estoy en el camino de reorganizar el tiempo y sus nuevas circunstancias .
La tribu me ayuda en todo muy bien . Pero no deseo sobrecargarlos innecesariamente . Los tres hijos tienen su propia familia y su trabajo , es decir , necesitan hacer su vida sabiendo que tú ya no estás aquí (con todo lo que ello supone) y sabiendo que yo estoy bien de salud gracias a Dios , y alguna mano puedo echarles en justa compensación por las muchas que me ofrecen .
Que también ellos llevan la tremenda carga de la pérdida . Y así continuaremos aplicando la ley de vida que nos hace sobrevivir y heredarnos , generación tras generación .
Te iré contando los pequeños necesarios cambios . Insisto en pequeños , los imprescindibles que exige tu ausencia física , nada más . Lo importante , lo que fué común durante tantos años , eso no lo voy a cambiar , ni un ápice . Entre otras razones, porque a mí noto que me ayuda . Y por nada del mundo quisiera restringir o marginar aquello que hemos compartido .
Algunos amigos me dicen lo contrario , que es preciso pasar página . Si a ellos les va bien , por mí encantado , pero no es mi caso . Yo , así , me siento mucho mejor .
Empezaré por la casa . Permanece tal cual . Y así continuará mientras yo me valga , como decimos en Castilla , con la cabeza bien . Si llega el caso contrario , los hijos sabrán lo que tienen que hacer , porque los educaste rozando la perfección . Yo quiero abrir un armario , cerrar una puerta , encontrar unos zapatos , coger un llavero .... y sentir y pensar lo mismo que cuando estabas aquí . Eso de no sé vivir sin tí , en mí lo vivo a plenitud .
Porque es una gloria saber que sigues " moviéndote entre los pucheros " , como decía muy bien Santa Teresa de Ävila , que algo sabía de todo esto que te estoy contando .
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