Me refiero al viejo hemiciclo de verdad , con su estrado también semicircular , y las butacas de cuero verde dispuestas en escala ascendente del fondo a la puerta . Una auténtica maravilla que venía muy bien para nuestras pretensiones y logros .
El hemiciclo se fue convirtiendo en punto de referencia obligada . Los escritores y aficionados sabían que allí estaba un verdadero punto de encuentro para los atardeceres de cualquier época del año , no sólo para los meses del curso académico . A tal extremo , que un bar cercano y juvenil de la época recibió por nombre El Hemiciclo ,
sin más explicaciones , pues todo el mundo sabía a cual estaba aludiendo ese nombre .
Por aquellos años vino José Donoso y la gran junta lúdico - docente la tuvimos en la Facultad , claro . Pero la nutrida reunión nocturna tuvo lugar en el hemiciclo bar , con escritores , estudiantes , pintores , etc. , es decir , todo el abigarrado y estimulante mundo del arte y la cultura en vivo y en directo .
Fuimos planificando cada vez más y mejor , nobleza obliga . La ley de la oferta y la demanda funcionaba como un reloj suizo . Lo demandábamos todo y a todos sin discriminar ideologías, razas , color de piel o creencias religiosos . Sólo exigíamos que fueran buenos escritores y adecuados seguidores para la participación .
Te recuerdo , Carmen , con creciente entusiasmo en la participación , una más entre tus compañeros de los institutos , todos ellos de letras y tú la única de ciencias , aunque no se notaba porque lo habías leído casi todo , incorporando lecturas presentes .
Una tarde estábamos en la cafetería Baviera , hotel Victoria , para que merendara tu hermano antes de llevarlo a su internado de los Maristas . Por casualidad me viste unos papeles . ¿ Es que piensa venir venir don Camilo ? , preguntaste . Y se te alegraron los ojos recordando cuando yo realizaba mi Tesina sobre él y tu leías su obra en paralelo .
En efecto , yo prepara un ciclo sobre modos y maneras de escribir , tres en total , en Murcia , en España y en Hispanoamérica .
Pero antes se nos cruzó el existencialista Ernesto Sábato . El Nóbel vendría un poco después .
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