Debo decir , en honor a la verdad , que Cela continuó viajando a Murcia , después de recibir el Nóbel , con la misma naturalidad y afecto que antes .
También hay que recordar que la Literatura sirve para muchas cosas en la vida , no solamente para el placer individual de leer . Los libros influyen en casi todo , incluído el despertar y continuar amistad , con todo lo que ello supone .
Por eso y en cuanto pude hacerlo , desde mi cátedra propiciamos (siempre trabajo colectivo en equipo) , la venida y contacto con los estudiantes en las aulas , en los cafés , paseando calles y plazas , etc . Y también para cuantas personas del entorno lo deseasen para su gozo . Labor encomiable y estrictamente universitaria . Pues bien , en uno de esos viajes celebramos la comida familiar con él , mi mujer y mis tres hijos . A la sazón , la pequeña tenía catorce años y asistió con el uniforme del colegio . Cela venía de un período de adelgazamiento en clínica , pero siempre le gustó comer mucho y bien .
A la hora del postre , la niña estaba sentada a su izquierda y pidió mousse de chocolate . Cela miraba , pidió otra cuchara y , distrayendo yo a Marina que lo vigilaba , dió buena cuenta del postre de la niña . Y dijo con su voz tonante : " Muchacha , qué hambre tienes , ya te has terminado la copa descomunal . Anda pídete otra y déjame probar una cucharadita , debe estar buenísimo ese chocolate " .
En otra ocasión , recuérdalo Carmen porque te lo pasaste fenomenal , fuimos a despedirlo al hotel con el equipo . Vino un su amigo joven con un citroen 2 caballos . Y tú dijiste al verlo : "Imposible que quepa en él , don Camilo" . Pues bien , entre el alborozo y risas de todos , lo embutimos al fín , incluso ayudados por dos policía divertidos . Al cabo y con el coche escorado peligrosamente por su enorme peso , emprendieron viaje de regreso .
Que así son las historias de los grandes escritores .
No hay comentarios:
Publicar un comentario