Más de una vez te sorprendías de mi insistencia , incluso tozodez , en seguir trabajando después de la honrada jubilación . Buenos diálogos teníamos al respecto , siempre positivos , sobre todo cuando te recordaba , Carmen , que prolongaste tu bien ganada jubilación siete años más . El palo y la vela , guapa profesora , la mota de polvo y la viga , que recuerda el Evangelio .
Era y es el caso . Considero que he dado mucho a la universidad , pero también la universidad me ha dado mucho y es de bien nacidos ser agradecidos .
Primeramente , me permitió trabajar con placer en aquello que siempre me agradó . Nunca consideré la enseñanza como la cláśica maldición bíblica irremisible de " ganarás el pan con el sudor de tu frente " . Trabajaba y trabajo con placer .
Además , la institución me dispensaba una remuneración digna , que me permitía vivir y disponer de los dispendios necesarios para que los hijos que vinieran , Carmen , pudieran estudiar lo que quisieran donde les pareciera oportuno para su preparación humana y profesional .
Recuerda el apotegma compartido por ambos : " En esta casa siempre habrá dinero para libros y estudios , y nunca lo habŕa para caprichos y otras gollerías " .
Aparte del trabajo en las aulas , también se me ofreció la posibilidad de realizar la respetable cantidad de congresos , encuentros , visitas de prestigiosos escritores y otros eventos igualmente notables .
Cierto que la universidad siempre fué menesterosa , sin dinero para otra cosa que no fuera el gasto diario modesto . Pero dependía de cada profesor lograr estipendios allegables para lo que pudiéramos llamar extrauniversitario , falsamente , porque la universidad que se limita a dar clases masificadas y practicar una investigación de andar por casa , está condenada a no sobrepasar la frontera de bachilleratos no muy exigentes y desfasados .
Es decir , el balance resulta equilibrado , de manera que no es extraña mi afición a seguir ofreciendo algo digno de aprender , siempre que haya gentes que así lo deseen . Que un profesor vocacional siempre debiera estar dispuesto , pues que la mies es mucha y escasos los segadores .
Por lo cual , aquí me tienes un año más impartiendo el curso de Literatura . En esta ocasion lo he organizado en torno a tres objetivos claros : aprender a hablar major , leer más y mejor , escribir todo tipo de textos incluídos los creativos , como ahora llaman a los literarios .
Hemos empezado bien , como todos los añoa , quizá con mayor participación de ellos , aunque predominan los "repetidores" , en general mayores que los estudiantes habituales .
Y aquí hay un fenómeno del que me siento especialmente orgulloso y satisfecho . Llevo dando el curso cinco años . Y hay alumnos que repiten dos , tres ,
incluso cinco años . Magnífico y digno de todo elogio por su parte .
Cada comienzo les digo y repito lo mismo :" Me sorprende , si que agradablemente , vuestra presencia reincidente " . Y ellos , con amabilidad , me suelen responder : "Siempre aparece algo nuevo y distinto" .
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