Y había que ir preparando el terreno . En este sentido , Carmen , sabes que soy muy alemán , me gusta prevenir acontecimientos , aunque sólo fuere para evitar la improvisación mediterránea , que tanto daño nos hace y de la que estamos tontamente orgullosos .
En tu caso , todo estaba claro , bien organizado y era cuestión de transitar el camino según vinieran las circunstancias para encajar con tu proyecto en marcha , tan bien delineado . En el mío , estaba casi todo por hacer y ya conoces mi temperamento y caracter . Claro está que lo que proyectara tenía que encajar bien contigo y los niños , que mi carrera estaba perfectamente organizada y nada incitante me haría mover las estructuras .
Recuerda cuando me ofrecieron una cátedra en Las Canarias y otra en Madrid . Era tentador , pero ni me lo pensé . Los niños eran pequeños y necesitaban la presencia de la madre y la sombra del padre todos los días .
Pues bien , la universidad hacia dentro la tenía controlada , como dije ayer . Faltaba la proyección a la ciudad , pues que tan importantes son las clases regladas como las actividades externas en las que pueden participar otras personas , universitarias o no , basta que tengan afición y una preparación suficiente .
Por eso , en nuestro caso , resultan fundamentales los escritores , tanto en las aulas cuanto en calles y plazas . Pasear con ellos , tomar un café , conversar de lo divino y lo humano , comenzando por su propia obra y la personal visión que de ella tienen , cual fué la inspiración , cómo la plantearon , de qué manera se fue desarrollando , etc . Haciendo hincapié , cierto , en la propia vocación , cuestión fundamental sobre todo para los jóvenes que quieren seguir tales caminos .
La verdd es que hemos tenido mucha suerte . Por nuestras aulas y plazas han pasado más de ciento cincuenta escritores , entre ellos los más relevantes de las Letras españolas e hispanoamericanas .
Todo un lujo , Carmen . Te lo iré recordando .
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