Lo hicimos ayer por la tarde . Esperé la venida de Mari Carmen y Darío para determinar la fecha . Por fín están de vacaciones entre nosotros , la familia al completo para tu recuerdo . Y no quieras ver cómo está >Darío , alto fuerte y tan guapo como siempre , lamó mucho la atención . Eso sí , muy modernizado , sobre todo el pelo rebelde y como lo llevan los futbolistas , con adornos , elevaciones y afeitados con dibujos . Y un dato que te hará reir , tiene una notoria sombra de bigote , como te lo cuento .
Pues bien , elegimos la iglesia de La Merced , la de los franciscanos , por razones obvias , todas relacionadas contigo . La fundamental ya la sabes , en esta iglesia nos casamos hace exactamente cincuenta años , muchos años y todos buenos para nuestra dilatada experiencia juntos . Además , yo trabajé con los frailes en la juventud antoniana y es la iglesia oficial de la universidad , es decir , de los dos ya desde nuestra época de estudiantes . Y para colmo , nos casó el padre José Carrillo , amigo de toda la vida .
Yo deseaba que fuera una misa fundamentalmente familiar y de pocos amigos íntimos . Intento vano . La iglesia se llenó . Eso sí , por una parte estaba el grupo familiar en pleno , lo que es natural . Por otra , todos eran amigos de los de verdad , valga la redundancia . De tu época joven , de los centro por los que fuiste pasando y que tan honda huella y buenos amigos fuiste cosechando a lo largo de los años , y de los últimos grupos a los que pertenecías , de manera especial los pilates del Centro de la Mujer que frecuentabas , cuya presidenta , colega y amiga tuya , me trajo las preciosas fotos de la última cena de hermandad que celebrásteis. Particularmente cariñosa la monitora .
Te puedo asegurar que no ví a nadie que asistiera por compromiso formal . Todo auténtico y muy cariñoso , Carmen . Y es que no pasaste en vano por esta vida , una aplicación perfecta y afectiva de la parábola del sembrador .
Estuve flanqueado por los cinco nietos , que ocupamos un banco completo . Todos modosos y muy atentos a la celebración . A la hora de la comunión , Alejandro me preguntó : " Abuelo , esto es lo de comer ? ". Y Laura , la menor de nueve añitos , puso sus pequeñas manos para recibir , y el franciscano le dijo sonriente y amable : " Tú abre la boca " .
Cuando terminamos llovía moderadamente . Y eso también concitó mis emociones . El día de nuestra boda también llovía . Recuerda que tuviste que dar un pequeño salto para evitar el agua de la puerta en los zapatos blancos y el blanco vestido .
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